Se aprobó el 82% móvil con el voto de Julio Cobos

Fue ante un empate en la votación en 35, tras varias idas y vueltas de senadores oficialistas y opositores. Gioja había avisado que votaría a favor, pero finalmente optó por acompañar al Gobierno y le dio a Cobos la posiblidad de definir el pleito. Sólo el chubutense Marcelo Guinle se apartó del bloque. El catamarqueño Oscar Castillo nunca apareció.
Julio Cobos volvió a desempatar una votación del Senado, esta vez para sancionar el proyecto que aumenta las jubilaciones mínimas a un 82% del salario base, y actualiza esos haberes en función de las variaciones salariales.

El vicepresidente debió romper la paridad en 35, a la que se llegó tras un sorpresivo cambio de rumbo del sanjuanino César Gioja, quien había hecho pública su postura a favor del 82% móvil, incluso con declaraciones en su provincia.

Se lo había comunicado a los jefes de los otros bloques la noche anterior, aunque intentó sin éxito cambiar el artículo sobre el modo de financiamiento.

Pero a la hora de votar cambió de posición, aun cuando con esa decisión sabía que le daba la manija a Cobos. Casualidad o no, el propio oficialismo, derrotado, dejó todo en manos del vicepresidente y tendrá ahora un nuevo motivo para acusarlo de desestabilizador. 

Es que sin los oficialistas en el recinto la votación no hubiera sido posible, ya que la sesión se habría quedado sin quórum. Pero quedó claro que Pichetto esta vez no pudo o no quiso jugar con el recurso parlamentario de escatimar el quörum.

El voto de Gioja iba a compensar el del radical Oscar Castillo, hasta ayer un voto favorable para la oposición pero desaparecido de la sesión por motivos nunca explicados por sus voceros.

La otra incógnita era el neuquino Horacio Lores, del Movimiento Popular Neuquino, quien había anunciado que daría quórum pero, extrañamente, no tuvo que exponerse a eso ya que el propio kirchnerismo habilitó la sesión cuando sólo una veintena de opositores habían ocupado sus bancas.

A la hora de votar, Lores no se apartó de los K, una muestra de la presión que le ejerció de cerca el gobernador de su provincia, Jorge Sapag, un aliado de la Casa Rosada. Sí hizo rancho aparte la rionegrina María José Bongiorno, otra habitual socia esta vez desmarcada.

"El vicepresidente tiene que estar al lado del Presidente, porque ha sido elegido en la misma fórmula. Vale la pena recordarlo esta noche porque puede volver a repetirse el mismo escenario que la (resolución) 125", dijo Pichetto a Cobos, cuando ya sabía que le entregaría en bandeja la sanción del proyecto.

El proyecto eleva los haberes jubilatorios mínimos al 82 por ciento del salario mínimo, vital y móvil, y establece las actualizaciones de los haberes según los fallos Sánchez, Badaro 1 y 2, el primero de los 90 y los otros según la inflación de entre 2003 y 2008. El Gobierno calcula una inversión de 50 mil millones de pesos, que considera imposible de realizar.