El servicio cívico militar de Cobos tensa a la oposición y recién se debatiría en 2011

Tras lograr que lo apruebe el Senado, el vicepresidente encargó a sus diputados afines buscar consensos para sancionarlo. Pero el alfonsinismo y sectores de la coalición cívica no lo consideran prioritario. Y se aguarda una férrea resistencia de la centroizquierda. Así, será difícil que sea incluido en algunas de las cinco sesiones previstas para el resto del año.
El proyecto para crear un servicio cívico militar impulsado por Julio Cobos, aprobado por el Senado y repudiado por el Gobierno, podría quedar archivado en Diputados hasta bien entrada la campaña electoral, ya que en algunos bloques como la Coalición Cívica no lo consideran prioritario, sobre todo ante los temas pendientes que hay en esa Cámara. Y una postura similar tiene el alfonsinismo.

La iniciativa, firmada por la senadora radical de Mendoza Laura Montero, pasó el filtro de la Cámara con 33 votos a favor y 31 en contra, una ajustada votación en la que influyó la ausencia del socialista Rubén Giustiniani, el presidente provisional del Senado José Pampuro y la aliada Roxana Latorre, los dos últimos retornados esa tarde de acompañar a la presidenta en la apertura de la asamblea anual de la ONU en New York.

Establece una capacitación en oficios para jóvenes en situación de riesgo a cambio de una pensión de 540 pesos y utilizando las instalaciones ociosas de las Fuerzas Armadas, pero con docentes aportados por el Ministerio de Educación.

Cobos implementó este sistema en su provincia en su etapa de gobernador mediante un convenio con el Gobierno nacional. Su idea es reeditarlo en cada provincia, tarea difícil cuando la actual ministra de Defensa, Nilda Garré, calificó la propuesta como “un disparate”.

Pero es el único obstáculo y mucho menos el próximo, ya que en Diputados la mayoría que la oposición logró para imponer varios temas no está ni cerca de garantizarse en este caso.

Cobos ya le encargó a su escuadra de diputados nacionales que desmitifiquen el proyecto ante sus socios habituales del resto de la oposición, tal como él mismo hizo en la Cámara alta, donde consiguió apoyos impensados como el del cordobés Luis Juez, el porteño Samuel Cabanchik y tal vez tuvo que ver en el faltazo de Giustiniani.

El mendocino controla la mitad del bloque UCR de la Cámara joven, que suma 44 escaños, donde frecuenta con el titular de la bancada Oscar Aguad y los bonaerenses Rubén Lanceta, Daniel Katz y Gustavo Serebrinsky. Algunos de ellos ya consultaron a militares conocidos y la respuesta fue positiva.

“Es cierto que hay un grupo duro que se opone, pero también hay otro hastiado de que las fuerzas armadas no tengan funciones y reciben bien la medida”, contó a LPO uno de esos diputados, todavía sorprendido con la confesión de un coronel que le dijo que el armamento de Argentina no resiste dos horas de combate.

“Al no hay hipótesis de conflicto no hay funciones para la fuerza. Y encima Garré desconoce todo. Por eso a algunos no les disgusta tener un nuevo rol.

Entre los que se oponen está el almirante Jorge Godoy, quien tras el repudio público de Garré se plegó al rechazo. "La Armada no cuenta con infraestructura ociosa, que, debidamente adecuada, pueda ser destinada a un centro que dé cabida al servicio cívico voluntario", explicó.

Quórum difícil

El éxito de Cobos en la votación del Senado es difícil de repetir en Diputados, donde sus aliados deberán esmerarse en las gestiones. Confían en sumar al peronismo federal y al Pro pero podrían tener un obstáculo mucho más cerca: según pudo comprobar LPO, Ricardo Alfonsín y sus aliados por ahora no tienen intenciones de acelerar las negociaciones.

“Nuestra prioridad es aumentar la asignación universal por hijo”, respondieron cerca de Alfonsín. Parecido piensa un sector de la Coalición Cívica que suele participar de las negociaciones con la oposición: “Acordamos cinco sesiones para lo que resta del año, por lo que no hay plazo posible para este tema”.

Luego de un nuevo fracaso en su intento de alcanzar quóru, el miércoles los referentes de la oposición de diputados acordaron cinco sesiones para el resto del período ordinario. La idea fue hacer el intento de que haya sesiones el 13 y el 20 de octubre, dejar pasar el 27 porque estará el censo, y e intentar el quórum en tres de los cuatro miércoles de noviembre.

Sobran temas para inquietar al kirchnerismo, como la suba del mínimo no imponible, el acceso a la información pública, la ley de trata de personas; los informes de la Auditoría General de la Nación y de la Comisión mixta revisora de cuentas y el anticipo jubilatorio para quienes no alcancen los aportes, entre otro temas.

“Todos son más urgentes que el servicio cívico militar”, adelantó el diputado de la Coalición. Por cuestiones ideológicas, difícil será para los cobistas convencer al interbloque de la centroizquierda. Sin ellos la oposición llega con suerte a 132 bancas, 3 más que las necesarias para el quórum.

El 10 de diciembre finaliza el período ordinario de sesiones y hasta marzo sólo se podrá bajar al recinto por pedido del Gobierno, trámite poco probable cuando el propio kirchnerismo intenta bajar cada sesión. Y en marzo, cuando se reanuden las sesiones regulares, ya será tiempo de campaña electoral.