Techint se conforma con Sanz como jefe de Gabinete

Complicada cada vez más la chance de ungir a Eduardo Duhalde, la empresa más poderosa de Argentina empujó hasta donde pudo la candidatura presidencial del titular del Comité radical. Pero, ante la interna sin retorno que libran por ese lugar Julio Cobos y Ricardo Alfonsín, se consuelan con que el senador sea jefe de Gabinete de un próximo gobierno del hijo del ex presidente, a quien ven con más posibilidades de derrotar a Kirchner. Las peleas de Sanz con el cobismo para despegarse del resto de la oposición.
Dispuestos a influir en la sucesión presidencial de 2011, cuando aspiran a ver a los Kirchner lejos de la Casa Rosada, a las autoridades de Techint les interesa que el senador nacional Ernesto Sanz, presidente del Comité Nacional de la UCR, sea el jefe de Gabinete del próximo gobierno radical.

Respetado en el partido, Sanz fue siempre el dirigente radical más aceptado en la siderúrgica y buena parte del establishment -o lo que haya parecido a ello en la Argentina- para tomar las riendas del país en 2011, ante el debilitamiento de la candidatura de Eduardo Duhalde, a quien igual sostienen como plan alternativo en dupla con Roberto Lavagna, hombre de confianza del grupo.

Es que la cercanía cada vez mayor de los comicios obliga a análisis con encuestas en mano y, tras esa tarea, en Techint debieron admitir que ni Duhalde ni Sanz hoy tienen opción seria de triunfar a las elecciones. Ante eso, según confirmaron a LPO fuentes empresarias, optaron por otra opción: impulsar a Sanz como jefe de Gabinete de un gobierno radical.

Y en ese escenario ven a Ricardo Alfonsín con más opciones de triunfar en un mano a mano final contra Néstor Kirchner, ya sea por su imagen positiva como por el apoyo que reúne de la mayoría de la cúpula de la UCR.

Es que si bien Sanz llegó a manejar el partido por acuerdo entre cobistas y alfonsinistas, hoy estos últimos son mayoría en el Comité y prevalecen en la toma de decisiones. En Techint tomaron nota de este escenario y cambiaron de estrategia, según confiaron a LPO las fuentes de la compañía.

Es que hoy Sanz está imposibilitado en términos políticos de ser candidato presidencial contra Alfonsín, ya que sería como tirarse un tiro a los pies: peleado con los cobistas su único respaldo al interior del radicalismo para mantenerse donde está es el hijo del ex presidente.

La pelea con los cobistas

Sanz rompió este fin de semana su relación con el cobismo al aceptar participar en Córdoba del lanzamiento de Morena (Movimiento de Renovación Nacional), la línea interna con la que Alfonsín salió a pelear la interna por la presidencia.

“Se equivocó feo. Debería haber mantenido el equilibrio, como (el secretario general del partido) Jesús Rodríguez”, sostienen cerca del vicepresidente, donde creen que la armonía del vice con su coterráneo ya está rota.

Su diferenciación con el cobismo había comenzado antes: el martes chocó con el jefe del bloque radical, Oscar Aguad, tras pedirle que se aparte del documento que el resto de la oposición firmó en repudio a la denuncia de la presidenta a los diarios Clarín y La Nación por su ingreso a Papel Prensa. Buscó así marcar una diferencia con Elisa Carrió, otra de las exigencias del grupo Techint.

La discusión entre ambos se reeditó este fin de semana en Córdoba, ante un reproche del diputado por su incursión en la puesta alfonsinista, que tuvo entre sus protagonistas al cordobés Mario Negri, enemigo de Aguad.

La distancia de Sanz respecto a la contraofensiva opositora por Papel Prensa tiene una lógica que, por estos días, empieza a inquietar a varios dirigentes radicales: la inconveniencia de quedar "excesivamente" ubicados del lado de Clarín en la pelea que mantiene con el Gobierno

“Preocupa mucho que Clarín marque la agenda”, reconocen a LPO fuentes de la UCR, que además empezaron a tomar nota que ante la posibilidad de regresar al gobierno, varias de las iniciativas de Kirchner acumulan para el poder político.

De hecho, el propio Sanz en reuniones con altos ejecutivos de multinacionales, deslizó un comentario en ese sentido sobre el tema Clarín. Otro d elos motivos de su furia con Aguad, ya que su presencia sosteniendo las posturas más radicalizadas y afines al grupo que conduce Héctor Magnetto, lo desautorizaron fuertemente como jefe partidario.