Arnaldo Corazza, el juez duhaldista que tiene en sus manos la causa Papel Prensa

El juez Corazza, un duhaldista que amaga a jubilarse pero persiste en el Poder Judicial, y el fiscal Molina, un profesional de carrera cercano a las organizaciones de DD.HH. Ellos tienen la causa contra Clarín, La Nación y La Razón.
Criticado por algunos y defendido por otros, Arnaldo Corazza es el titular del juzgado federal 3 de La Plata. Fue presidente del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora y muchos lo señalan como parte “del riñón duhaldista”.

Las críticas más fuertes llegan por las demoras en los juicios. Estos cuestionamientos llegan principalmente de los organismos de Derechos Humanos. “Corazza es uno de los jueces más pusilánimes del fuero federal, pero resta por saber si le teme más al gobierno o al Grupo Clarín”, escribió el periodista Horacio Verbitsky días atrás.

Quizás las críticas más fuertes le llegaron por la causa de Jorge Julio López, el testigo desaparecido en septiembre de 2006. “Nosotros lo obligamos a hacerse cargo de esa causa”, explicaron a LPO representantes de organizaciones de DD.HH.

A favor tiene el logró de elevar cinco grandes causas contra los responsables de la tortura y la desaparición forzada de personas durante la última dictadura militar: Etchecolatz, Von Wernich, Puesto Vasco, Comisaría Quinta y Arana.

Sin embargo, lo prefieren ante las conductas del titular del Juzgado Federal Nº 1, Manuel H. Blanco.

En cuanto al fiscal Marcelo Molina, varias de las fuentes consultadas resaltan su perfil bajo. Trabaja en el Poder Judicial desde los 20 años y, por su perfil técnico, no logran visualizar una carrera política a futuro.

A diferencia de Corazza, Molina mantiene una estrecha relación con las organizaciones de Derechos Humanos. Varios recuerdan cuando, aún en los años 80, logró la detención de Jorge Antonio Bergés, un ex-médico de la Policía bonaerense acusado de participar de los partos de las secuestradas embarazadas.