Mensaje de Moyano: el gremio de la carne bloquea Liniers “por tiempo indeterminado”

Fantini, titular de la Federación de trabajadores de frigoríficos que responde al líder de la CGT, confirmó que a partir del mediodía no dejarán descargar hacienda en el Mercado. La medida fue anunciada el jueves luego de que el Gobierno le negó la suba del piso de Ganancias del 25% al camionero. La reacción de los bancarios y la UOM.
La furia con que Hugo Moyano se fue de la Casa Rosada el jueves pasado, cuando el Gobierno le negó la suba del 25% del piso de Ganancias –anunció un aumento del 20% sin retroactividad-, se trasladó a los gremios y sigilosamente comienza a mostrarle a los Kirchner el poder del sindicalismo. El primer movimiento de fuerza es el bloqueo “por tiempo indeterminado” en el Mercado de Liniers que comenzará la Federación del Personal de la Industria de la Carne este mediodía.

El titular del gremio, Alberto Fantini, ratificó esta mañana que “no va a entrar un solo camión de hacienda". Reclaman que el Ministerio de Trabajo de Carlos Tomada y los empresarios les paguen los subsidios que les prometieron en las negociaciones para mantener los puestos de trabajo.

Se trata de un programa anunciado en mayo para garantizar a los obreros un mínimo de 200 horas mensuales. Con ese plan, los trabajadores, que hoy afrontan una actividad disminuida por una caída cercana al 30% de la faena, iban a acceder a $2.400, con $1.200 mensuales por parte del Estado y el resto por un aporte empresarial.
"No se otorgó ningún subsidio. Hay entre 8.000 y 10.000 compañeros que no están haciendo una jornada normal", explicó Fantini en declaraciones radiales.

Es claramente un reclamo con fundamentos, pero en política no sólo se trata de lo que se hace, sino de cuándo se hace.

Pese a que tanto la cartera laboral como los empresarios frigoríficos ya llevan más de dos meses sin cumplir con el subsidio, el gremio de Fantini, que responde a Moyano, anunció la medida de fuerza el jueves pasado, el mismo día que el líder de la CGT se iba enojado de la Casa Rosada luego de que el ministro de Economía, Amado Boudou, dijera en una brevísima conferencia de prensa que iban a subir el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias en un 20% a partir de julio. La CGT presionó hasta el último minuto para que fuera del 25% y retroactivo a enero.

Moyano se fue sin hacer declaraciones, pero ahora parece dar un claro mensaje a través de la acción. Acción que se da nada menos que en uno de los sectores más delicados para el Gobierno, el de los frigoríficos. Esta medida podría derrumbar el frágil castillo del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, que intenta garantizar la carne barata en las góndolas. Si la medida se extiende en el tiempo, el miedo al desabastecimiento comienza a surgir y los valores de los cortes suben al ritmo del temor social.

Así es que la viceministra de Trabajo, Noemí Rial salió a tildó a la protesta como “intempestiva”, “compulsiva” y “exagerada”. Y no descartó convocar a conciliación obligatoria.

Y no fue sólo la segunda de Tomada quien intentó descalificar la medida. Desde la agencia estatal Telam, titularon un cable esta mañana: “Pese a la medida de fuerza anunciada, el ingreso de vacunos a Liniers se cumplió normalmente”. Una forma simple de decir que el paro es un fracaso. Allí se indicaba que ingresaron unos 88 camiones con un total de 3.567 vacunos. Lo que no aclaraba es que el bloqueo que impediría la descarga de hacienda comienza a las 12.

Otros gremios

El de carne no es el único sindicato que hoy está en pie de guerra. La Bancaria desde la semana pasada que realiza asambleas en los bancos. Piden que las empresas cumplan con acuerdos salariales, reclaman el "encuadramiento gremial" de los call centres y, por supuesto, la “derogación del impuesto a las Ganancias que se aplica sobre los salarios".

El Gobierno, que hoy oficializó la suba en el piso de Ganancias, aún no tomó la dimensión de su política. No sólo Moyano es el molesto dentro de la CGT. Tampoco están muy contentos en el poderoso sindicato de la UOM.

Su líder, Antonio Caló, descontaba que la Casa Rosada les iba a anunciar lo que les pedían. Hasta anticipó un antes a La Política Online, que esto iba a suceder “después de junio”.

Así es que los metalúrgicos de Villa Constitución enviaron ayer un comunicado de prensa en el que preanuncian un nuevo conflicto en Paraná Metal, la fábrica de autopartes que desde enero está en manos del empresario kirchnerista, Cristóbal López.

En el escrito aseguran que el zar del juego “miente”, que no les paga los sueldos en tiempo y forma y denuncian “presiones” para que los trabajadores tomen el retiro voluntario.