Después del "juicio", Cristina se mostró con Hebe y volvió a cargar contra la prensa

"Hemos alcanzado un grado tal que cualquiera puede decir lo que se le da la gana sin temor a ser reprimido, ni ser golpeado", aseguró Cristina Kirchner en un acto junto a las Madres de Plaza de Mayo en la ESMA. Además, disparó: "Hay algunos que se creen propietarios del derecho a hablar sobre los otros".
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró que su gobierno garantiza la "libertad de expresión" y, tras volver a criticar el fallo judicial que frenó la ley de medios, acusó a un sector de la prensa de hacer "una manipulación casi perversa" de algunos temas.

La mandataria sostuvo ayer que pese al "monopolio de la comunicación", en la Argentina "hemos alcanzado un grado tal que cualquiera puede decir lo que se le da la gana sin temor a ser reprimido, ni ser golpeado" y afirmó que, de su parte, nunca "va a salir una sola orden para que haya una sola víctima" durante el ejercicio de su derecho a manifestarse. Además, se quejó porque dijo que "hay algunos que se creen propietarios del derecho a hablar sobre los otros", al participar el viernes del acto por el 33 aniversario de la organización Madres de Plaza de Mayo, en el edificio de la ex Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionó uno de los principales centros clandestinos de la dictadura.

Cristina Fernández reivindicó la "libertad de expresión" que dijo que existe actualmente en la Argentina y puntualizó: "Si hay algún ícono para ver dónde queda expresada con mayor densidad y amplitud la libertad de expresión es esta Presidenta".
"Yo no recuerdo en la historia de la República Argentina que alguien haya dicha las cosas que se han dicho sobre mi persona", añadió.

La jefa de Estado prometió defender "el actual grado de libertad de expresión, a pesar de ser agraviada", pero aseveró que el derecho a pronunciar los puntos de vista "debe ser para todos".

En su discurso, la Presidenta insistió en atacar a la prensa, bajo la mirada de la jefa de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien el jueves encabezó una parodia de "juicio ético" frente a la Casa Rosada, contra algunos periodistas, a los que declaró "traidores a la Patria". Rodeada de las referentes de la entidad de derechos humanos, con sus simbólicos pañuelos blancos, de artistas como la cantante Teresa Parodi y por Juan Martín Guevara, hermano del mítico "Che", la Presidenta reiteró que en su administración hay garantías de que cada ciudadano se manifieste libremente. No obstante, volvió a cuestionar duramente el fallo judicial que frenó la aplicación de la nueva ley de servicios audiovisuales y dijo que la "libertad de expresión" aún no se ha "podido lograr" cabalmente.

"La libertad de expresión sería que todas las voces pudieran escucharse en todos lados", señaló, pero advirtió que "todavía no se puede aplicar esa ley que fue votada por ambas votada por ambas cámaras y consagra que todos puedan tener la posibilidad de tener un medio de expresión que llegue a toda la sociedad".