Kirchner y Sabbatella boicotearon sesión del impuesto al cheque y matrimonio gay

El ex presidente dio la orden de no bajar al recinto, donde primero el pleno debatiría la reforma del impuesto al cheque –al que el oficialismo se opone- y segundo, la ley de matrimonio gay. A los 45 minutos, sin alcanzar el quórum, Solá pidió levantar la sesión, una jugada que dejó en evidencia el kircherismo del bloque Nuevo Encuentro y la estrategia de la oposición de correr por izquierda al Gobierno.
La sesión de Diputados en la que se iba a tratar la reforma del impuesto al cheque y el matrimonio gay se frustró por falta de quórum, provocada por la ausencia del Frente para la Victoria-PJ y sus aliados de Nuevo Encuentro, principales impulsores del último tema y víctimas de una estrategia del oficialismo que frustró la oposición.

Desde ese espacio también evitaron que Néstor Kirchner se despidiera de su fugaz paso por el Congreso votando a favor del matrimonio gay. Cuando el tema se trate la semana próxima, Kirchner, si no le fallan sus cálculos, será presidente de la Unión de Naciones del Sur (Unasur).

Sin medir riesgos, el kirchnerismo copió la conducta de las últimas sesiones, que consiste en no dar quórum para que se inicie la reunión en rechazo al primero de los temas a tratar, en este caso, el ingreso del proyecto para coparticipar el impuesto al cheque, que Fellner negó y la oposición pretende hacer por su cuenta en el recinto.

Esa jugada se completó hace tres semanas con el pedido expreso del jefe del bloque K, Agustín Rossi, de levantar la sesión media hora después de la hora de la convocatoria y la aceptación del presidente de la Cámara, Eduardo Fellner.

Esta vez transcurrido el plazo de espera previsto para el quórum Rossi no pidió que la sesión muriera, pero, para sorpresa de muchos quien lo hizo fue Felipe Solá, jefe del bloque Peronismo Federal, bajo el argumento de que había que mantener la rigurosidad con los horarios.

Sorprendido, Eduardo Macaluse, el más acuerdista de los once del interbloque de izquierda, pidió esperar a que se cubrieran las 129 bancas necesarias para el quórum, aludiendo que tenía la certeza de que muchos de los ausentes estaban de acuerdo al menos con la habilitación del matrimonio gay.

Se refería a los cinco del Nuevo Encuentro, entre ellos Vilma Ibarra, la mayor militante que tuvo ese proyecto. Después batallar para juntar votos despacho por despacho, Ibarra cometió dos errores estratégicos: pidió en la labor parlamentaria que la iniciativa no se tratara en primer orden, por miedo a que los opositores que la rechazan no concurran, pero luego no midió el peligro que corría al continuar adherida a la estrategia kirchnerista de dejar a lo no oficialistas la dejaran evidencia, como finalmente ocurrió.

“No voy a aceptar seriamente, ni permitir que digan que tuve un acuerdo espurio de ninguna índole. Yo presenté este proyecto y lo milité como nadie. No me voy a sumar a la violencia verbal de la política en este momento ni voy a entrar en esta disputa política que es de otra índole entre oficialismo y oposición", dijo Ibarra, consternada tras la sesión.

Ese bloque lo comanda Martín Sabbatella, quien también debió explicar lo inexplicable. "Jamás pensamos que no iba a ver quórum, es una canallada de quienes quieren impedir que esta ley salga", dijo el ex intendente de Morón, que tampoco pisó el recinto, como hace cada vez que el kirchnerismo necesita de su ausencia. Esta vez, no pudo evitar quedar en evidencia.

Antes de que se levantara, Burrllich dejó claro que entre los ausentes había supuestos opositores aliados a la estrategia del Gobierno, algo que Nuevo Encuentro hace sistemáticamente desde diciembre.

Pero tampoco la oposición pura sentó a los 140 que viene juntando para cada votación, y encima, a través de Solá, accionó para que la sesión se cayera.

"Hubo un acuerdo implícito o explícito entre el oficialismo y varios bloques del grupo A. Unos no querían tratar el matrimonio entre personas del mismo sexo, otros no querían tratar la ley de cheque y nadie quería tratar el tema deuda externa”, protestó Macaluse, tras la sesión.

¿Cómo la oposición no alcanzó el quórum? Por error o no, varios peronistas díscolos, como Graciela Camaño y Francisco Fortuna, no se sentaron en sus butacas.

Sesión especial

Para suplir el papelón, el jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, quien admitió que el oficialismo intentó impedir el tratamiento de la ley del cheque, de inmediato propuso convocar a una sesión especial el próximo miércoles para "tratar exclusivamente" la unión entre personas del mismo sexo.

Admitió que su bancada temía que la oposición sólo diera quórum para tratar el impuesto al cheque y se levantara de sus bancas a la hora de debatir el matrimonio gay, donde los bloques muestran divisiones internas.

“Fue un error haber mezclado los dos temas. La oposición no puede reclamar al oficialismo que dé quórum”, se defendió. Pero según contó a LPO uno de los diputados que sigue el tema, las organizaciones que bregan por el matrimonio gay exigieron que el tema forme parte de una sesión ordinaria.

Desde el peronismo federal, cuyo jefe de bloque fue quien ejecutó la sesión, se defendieron: “Ayer la oposición acordó con el oficialismo que sus diputados se mantendría sentados toda la sesión. En nuestro bloque, el 70% no apoya la ley de casamiento entre homosexuales, pero hoy estaban sentados sus 30 legisladores”, señaló.