Espionaje en Economía: ahora mencionan a un banco

A las dos consultoras, que como anticipó LPO habrían contratado los servicios de Roberto Larrosa, se suma un banco nacional de primera línea. La sesión que puso bajo la lupa de Economía al asesor de Claudio Lozano.
El miedo en la city por el caso de Roberto Larrosa, el espía en el Ministerio de Economía, avanza y ahora tocó las puertas en de un banco nacional de primera línea.

A las dos consultoras que fuentes del mercado señalaron a La Política Online como clientes del espía, ahora se suma un banco.

Según fuentes del sector, el asesor del diputado de Proyecto Sur, Claudio Lozano, el “gordo” es uno de los informantes de conocidas consultoras de Economía y otras entidades que participan en el mercado financiero. Aseguran que cobraba un piso de $3.000 por pasar los números de recaudación que recogía en el Palacio de Haciendo y cualquier dato, pedía un extra.

Preso en el penal de Marcos Paz acusado de “hurto agravado” en una causa que lleva el juez Claudio Bonadío, Larrosa podría comenzar a dar nombres y en el mercado no descartan que el escándalo termine en la intervención del FBI.

“Si se sabe cuál es la recaudación de antemano, también se sabe el impacto en los bonos, un dato que beneficia a quienes juegan en la Bolsa”, explicaron ayer a La Política Online. “Esto se llama `insider trading´, y significa que los estas consultoras tenían información privilegiada ante otros operadores. En Estados Unidos es un delito sumamente grave ya que es una estafa al mercado de capitales”, afirmaron.

El principio del fin de “el gordo”


Roberto Larrosa estaba bajo la lupa del Ministerio de Economía desde el 25 de marzo, al menos.

Fue cuando el titular de la cartera de Hacienda, Amado Boudou, desembarcó en la Cámara de Diputados para explicar el uso de las reservas del Banco Central.

En ese momento, el funcionario kirchnerista fue acompañado por su segundo, Roberto Feletti y por el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa. Allí, en medio de los cruces del oficialismo y la oposiución, el Lozano sorprendió a los hombres del Ministerio por el minucioso despliegue de datos sobre necesidades de financiamiento para 2010 y la ejecución del gasto público.

Según el diario Ambito Financiero, los funcionarios de línea de la Secretaría de Hacienda, al ser interrogados por la posible filtración, dieron luego la respuesta a esa minuciosidad: el accionar de “el gordo”.

Luego entró en acción el registro de accesos al Ministerio, en el que Larrosa mostraba sugestivamente, el viernes anterior, un ingreso a las 19 y una salida a las 23 (casualmente ese registro pasó a la Policía Federal tras otro escándalo, el caso Greco, dado que estaba bajo la supervisión de Juan Cayetano Intelisano, ex director de Administración, luego procesado). El supuesto espía volvió al lugar del crimen el viernes 16 pasado y fue detenido tras ingresar a la oficina del subsecretario de Presupuesto Raúl Rigo, donde se encuentran los números de los gastos e ingresos y las proyecciones de ambas variables, del crecimiento y de la inflación (paradójicamente no son cifras del Indec, porque si no, fracasarían en las estimaciones). En principio no se encontraba al intruso y hasta se llegó a sospechar que estaba en la cornisa del edificio, en el 4° piso.

Lo delicado del caso pasará por la lista de clientes de Larrosa, cuyo accionar y crecimiento ocurre en los 90.