Pánico en la city por lo que pueda declarar “el gordo” Larrosa

Dos importantes consultoras temen por lo que pueda decir el espía en Economía ante el juez Bonadío. El asesor de Lozano, que fue encontrado bajo un escritorio en el despacho del subsecretario de Presupuesto Raúl Rigo, les habría pasado información reservada del Estado. El escándalo podría llevar a la intervención del FBI.
En la city porteña gana terreno el terror por lo que pueda declarar Roberto Larrosa, el asesor de Claudio Lozano que fue encontrado espiando en el Ministerio de Economía.

Según fuentes del mercado, el “gordo” es uno de los informantes de conocidas consultoras de Economía. Y ya hay dos asesoras de importantes empresas que cotizan en Bolsa que temen ser delatadas por el espía. Larrosa se encuentra detenido en Marcos Paz por el juez federal Claudio Bonadío.

Fuentes del sector contaron a La Política Online que el informante, también conocido como “topo” cobraba $3.000 por mes como “feet”. “Por ese monto, como piso, daba las cifras de la recaudación, cualquier otro dato lo cobraba extra”, cuentan.

“Si se sabe cuál es la recaudación de antemano, también se sabe el impacto en los bonos, un dato que beneficia a quienes juegan en la Bolsa”, explican

Si Larrosa da precisiones de lo que estaba buscando en el despacho del subsecretario de Presupuesto, Raúl Rigo, y del secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino y, lo que preocupa más en la city, de sus clientes a quienes les vendía la información que recolectaba, el caso podría llegar a manos del FBI en Estados Unidos. “Que al gordo no se le ocurra abrir la boca”, suplican en el mercado.

“Esto se llama `insider trading´, y significa que los estas consultoras tenían información privilegiada ante otros operadores. En Estados Unidos es un delito sumamente grave ya que es una estafa al mercado de capitales”, explicaron a La Política Online fuentes del sector.

El espía llegó a las oficinas de Presupuesto y Finanzas

Larrosa fue descubierto alrededor de las 19.30 del viernes pasado por la policía que custodia el Ministerio de Economía. Estaba debajo de un escritorio en la oficina de Rigo con un manojo de llaves de varias dependencias del Palacio de Hacienda y un portafolio, en cuyo interior había una lupa, una toalla, una corbata y dos linternas.

Según fuentes policiales ingresó en a la cartera dirigida por Amado Boudou haciéndose pasar por periodista.

Antes de ser hallado en el cuarto piso hurgando en el despacho del subsecretario de Presupuesto, donde se encuentran todos los números de recaudación y gastos del Gobierno, Larrosa pasó por el décimo piso y también entró en la oficina de finanzas, donde se encuentran entro otras cosas, la información de los bonos, el canje de deuda y las futuras estrategias de endeudamiento del Gobierno.