El Gobierno presiona a Fellner y la oposición lo amenaza con limitar su poder

La reforma del impuesto al cheque le puso una tenaza al presidente de Diputados. Rossi le advirtió: "No hay que tratarla. Si Cobos no lo mandó al archivo, que lo haga la Cámara Baja", pero, como adelantó LPO, desde el peronismo disidente ya hablan de "desplazar" a Fellner si no cumple con sus funciones.
El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, se encuentra entre dos tenazas. Por un lado, el Gobierno lo presiona para que trabe el proyecto que coparticipa el 100% del impuesto al cheque y no lo gire a comisiones y, por el otro, la oposición lo amenaza que, si cumple con las órdenes del Poder Ejecutivo, limitarán su poder.

"Vamos a impedir que la Cámara de Diputados se convierta en cómplice de una violación de la Constitución", dijo.

Una presión poco sutil sobre el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner (FPV-Jujuy), a quien la oposición le exige que habilite el debate.

Fellner ayer se mantuvo en silencio y no dio pistas de su estrategia de cara a la discusión de la ley, que redistribuye 10.000 millones de pesos adicionales a las provincias, que hoy ingresan a la Nación de manera directa.

"Es muy grave lo que ocurrió en el Senado porque se rompieron las reglas de juego en el Parlamento argentino", afirmó Rossi ayer en declaraciones radiales.

El proyecto, remitido a la Cámara baja por el vicepresidente Julio Cobos, debería comenzar su tratamiento en comisión durante esta semana. Pero Rossi ya aclaró que intentará resistir la iniciativa, y que a su criterio Fellner debería considerar nulo el proyecto y archivarlo sin debatirlo. "El oficialismo cree que no hay que tratarlo. Si Cobos no lo mandó al archivo, que lo haga la Cámara baja", afirmaron fuentes de la bancada kirchnerista, según publica el diario La Nación.

EL Gobierno considera que para aprobarse el proyecto, la oposición debía alcanzar una mayoría absoluta en el Senado -o sea, 37 votos- ya que modifica recursos, partidas y transferencias. “Es claro que necesita la mitad más uno de los integrantes del cuerpo" para ser aprobado, dijo el presidente provisional de la Cámara Alta, José Pampuro. Se aprobó con 35 votos.

Pero la oposición argumenta que con una mayoría simple alcanzaba pues no se trata de una nueva norma, sino de la simple modificación del artículo 3 de la Ley 25.413.

A pesar de que el oficialismo de Diputados dejó trascender que "aceptará lo que diga Fellner", Rossi puso de hecho más presión pública sobre el ex gobernador de Jujuy, que avisó a través de sus asesores de confianza que no hablaría durante el fin de semana y que sí comunicaría su decisión a partir de mañana.

"Es kirchnerista, no salió de un repollo. Pero también es el presidente de la Cámara baja, no puede salir a hacer barricada", comentaban ayer cerca del jujeño.

Pero si Fellner sigue los designios de su partido y no gira el proyecto a comisiones, pone en peligro su presidencia en Diputados. Como anticipó La Política Online, el peronismo disidente con Graciela Camaño a la cabeza, piden “desplazarlo” de su cargo.

La estrategia de la oposición en la Cámara es apelar, primero, a su ventaja numérica para forzar el envío de la norma a comisión con el objetivo de darle inicio inmediato a su trámite legislativo, según informó el diario Clarín.

Pero, además, los referentes de ese conglomerado advirtieron que, de no ser así, en la sesión de miércoles votarán una moción para retirarle a Fellner la potestad de hacer el envío a comisión y la propia Cámara se encargaría de dar curso a ese trámite. Con el plus de la amenaza de algunos diputados de denunciarlo ante la Justicia por incumplimiento de los deberes de funcionario. Y el endurecimiento de los segmentos del peronismo.

La estrategia opositora podría tener un palo en la rueda: las dudas de los once diputados del centroizquierda que acompañan a Pino Solanas.

"No creo que Fellner se anime a impedir el tratamiento, porque incurriría en una falta gravísima", le dijo ayer a Clarín el jefe del bloque radical, Oscar Aguad, más proclive a correr al jujeño con la espada de Damocles judicial que con la vía de la destitución, a la que su partido, al igual que la Coalición Cívica de Elisa Carrió, siempre se mostraron esquivos. Suelen esgrimir razones institucionales: se trata del tercer escalón en la sucesión presidencial.