Diputados: la oposición identificó a los sospechosos de negociar con el Gobierno

Referentes de todos los bloques de la oposición hicieron catársis por el fracaso del miércoles, cuando no pudieron juntar la mayoría de los votos para sesionar. El interbloque de la centroizquierda es el más sospechado de negociar con el gobierno, donde ya ubican a varios ex peronistas díscolos. Convocarán a una sesión especial para el martes, cuando pretenden derogar el DNU que habilita a pagar dueda con reservas.
Tal vez porque el espanto que los unió sigue firme, los líderes de los bloques de la oposición de Diputados redefinieron la estrategia para derogar el decreto que habilita a la presidenta a usar reservas para pagar deuda, luego del fracaso que sufrieron el miércoles, cuando no alcanzaron el quórum para iniciar una sesión porque una decena de bancas se ocuparon tarde.

El impacto se hizo sentir: este jueves no falto representante de ningún bloque en la reunión de la oposición y allí acordaron convocar a una sesión especial para el martes. La única resistencia la puso la Coalición Cívica, que no está dispuesta a firmar por cuarta vez ese trámite, pero sí aportaría el quórum si la sesión prospera.

Elisa Carrió y los suyos sostienen que en el interbloque de centroizquierda, que cuenta con once escaños, existe una complicidad recurrente con el Gobierno iniciada con la renuncia que tuvieron en el verano para autoconvocarse y sellada el miércoles, cuando sólo cuatro estaban en sus bancas en el instante en el que la sesión se levantó por falta de quórum.

Del resto sólo no apareció Cecilia Merchant, que está de viaje, mientras que los demás se sentaron ni bien la sesión se cayó. Eso hicieron Claudio Lozano, Jorge Cardelli y Liliana Parada (Proyecto Sur), Miguel Bonasso (Diálogo por Buenos Aires), Verónica Benas y Nora Iturraspe (Si).

Sí llegaron temprano Fernando “Pino” Solanas, Alcira Argumedo (Proyecto Sur), Eduardo Macaluse (SI) y Victoria Donda (Libres del Sur). De viaje estaba Cecilia Marchan (Libres del Sur).

La conducta de los primeros resultó por demás sugestiva porque eran los que a la mañana se habían mostrado de acuerdo con el gobierno en demorar una semana más la sesión para tratar también varios proyectos relacionados al uso de reservas.

Donde no quedaron sospechas fue entre los peronistas díscolos que ni siquiera pisaron el recinto, a quienes ya se los toma como aliados del oficialismo. Los principales son Juan José Álvarez y Jorge Montoya, del bloque Peronistas Sin Patrones, que conduce Graciela Camaño; y el salteño Walter Wayar.

“Ya los damos por perdidos”, se escuchó esta tarde en el Congreso. Sobre Álvarez existen miles de rumores como de que habría acordado con el oficialismo el ingreso a una bicameral de peso. En su entorno dicen que sólo se demoró porque debió hacer una denuncia sobre el robo que sufrió recientemente.  

Comodines


El 3 de diciembre la oposición logró definir el control de las comisiones con 144 voluntades, quince más que lo necesario para el quórum.

A esa cifra ya hay que restarle a Esteban Bullrich, del Pro, con licencia para asumir en el Ministerio de Educación porteño. Con la centroizquierda con permanente idas y vueltas, la oposición sentirá el impacto de cada voto perdido.

En la reunión de este jueves Felipe Solá, jefe del Peronismo Federal, fue quien pidió una autocrítica. “Cada bloque habrá hecho su análisis de lo qué pasó y habrá retado a los diputados que faltaron”, supuso. Lo cruzó Patricia Bullrich, de la Coalición Cívica: “Nuestro bloque tuvo asistencia perfecta, así que los felicitamos”, se engrandeció. 

La bancada de Solá tuvo dos ausentes, al parecer, por cuestiones de salud: César Albrisi y Nora Videla. El reto del ex gobernador lo escuchó plácido Lozano.

Tampoco se inmutó el salteño Manuel López Arias, del bloque de Camaño, quien ya venía advirtiendo sobre vaivenes de Juan José Álvarez y Montoya, este último todavía un aliado del ex gobernador Juan Manuel de la Sota. Además de cantar, desde su refugio de Río Cuarto De la Sota también retomó el diálogo con los Kirchner.

Hay más sospechosos. Los pampeanos María Cristina Regazzoli y Roberto Robledo, del bloque PJ La Pampa, tampoco sumaron al Grupo A. Se trata de los delfines del senador Carlos Verna, el más buscado por el kirchnerismo para cualquier rosca de la Cámara alta.

Fue Verna quien presentó un proyecto de ley para habilitar el uso de reservas para pagar deuda casi calcado al decreto que hoy le permite a la presidenta hacer ese trámite.

Sus diputados pidieron no derogar el DNU hasta que no se trate un proyecto de ley. Todo un dato: si Verna procede igual el decreto nunca podrá ser desechado en la Cámara alta, y por lo tanto, seguirá vigente.

Hubo ausencias sólo atribuibles a la negligencia como al de la ex macrista ahora cobista Cynthia Hotton, y sobre todo, la de los socialistas, que sólo tuvieron uno de cinco en el recinto antes de que la sesión naufragara.

A Roy Cortina nadie lo esperaba porque está de viaje. Ricardo Cuccovillo no habría logrado que su presencia se registre, como tampoco Fabián Peralta del Gen. De los cuatro socialistas restantes, pocos dudan que haya habido más que ingenuidad.

Lo mismo le atribuyen a los radicales Heriberto Martínez Oddone y Silvia Storni y a los catamarqueños Raúl Paroli y Pedro Molas. “Desde ahora, media hora antes de cada sesión nos reunimos”, aullaba el miércoles uno de los popes de la bancada radical.

El demócrata mendocino Omar De Marchi también fue impuntual como la Pro Gladys González y la liberal correntina María Areta. Sus teléfonos ya deben estar sonando, como el de todos los que se dicen opositores.