Carrió apuntó a la centroizquierda por el fracaso de la sesión en Diputados

Siete de los once de esa fuerza ingresaron tarde y contribuyeron así a que el kirchnerismo levante la sesión. La chaqueña apuntó en el recinto a los opositores que "llegaron tarde" y Alfonso Prat Gay, dijo que entre los no oficialistas había "cómplices". En la UCR creen que hubo mucha negligencia pero también sospechas del grupo de los once. Juan José Álvarez confirmó que juega a dos puntas y Felipe Solá volvió a la carga para destituir a Eduardo Fellner de la presidencia de la Cámara, una movida que no cuenta con el apoyo de los radicales.
Carrió tomó el micrófono y se lanzó: “Los que entraron un minuto después de que la sesión se haya levantado también son culpables”, dijo Elisa Carrió. De ese lote, la mayoría son de la centroizquierda, el interbloque de once que se plegó a la oposición cuando hubo que repartir los cargos en las comisiones.

“Hubo negligencia porque las sesiones suelen empezar siempre tarde, pero los más sospechosos son ellos”, reconoció ante LPO un diputado radical que suele hacer el conteo de la oposición antes de cada sesión. De los 43 de ese bloque, tres también llegaron tarde.

La sesión fue levantada 45 minutos después de la hora a la que había sido convocada por pedido de Agustín Rossi, el jefe del bloque kirchnerista, quien se sentó en soledad en la mitad del recinto reservada para el kirchnerismo y desde ahí nomás le pidió al presidente de la Cámara, Eduardo Fellner, que levantara la sesión en cumplimiento del artículo 26 del reglamento.

El jujeño accedió de inmediato y el tablero electrónico se apagó al instante. Había 117 diputados en sus bancas y de los 138 ausentes, 26 eran opositores. El artículo citado por Rossi no es tan claro. “Es obligación de los Diputados que hubiesen concurrido, esperar media hora después de designada para la sesión”, señala.

La vaguedad del texto permitió, por ejemplo, que la sesión de la ley de medios se haya hecho siete horas después de la hora prevista. Ejemplos así sobran y es por eso que a los referentes de la oposición le es difícil buscar culpables. Excepto a Carrió.

"Ha habido un golpe contra el Congreso y hubo sectores de la oposición cómplices de eso", denunció Prat Gay, uno de los diputados que hacen eco de los diagnósticos políticos de Carrió.

Toda la oposición tiene razones para desconfiar de la centroizquierda. Siempre se mostraron distantes de una convocatoria a la sesión especial y fue esa resistencia la que impidió que ésta se haga y se derogaran los decretos que hoy le permiten al Gobierno usar reservas para pagar deudas.

De hecho, la semana pasada volvieron a retacear el apoyo a una eventual nueva convocatoria a sesión especial. Quien siempre repudió esa jugada fue Claudio Lozano uno de los cinco puntales de Proyecto Sur, cuyo líder, Fernando “Pino” Solanas, llegó temprano a la sesión.

Lozano llegó tarde como también lo hizo Jorge Cardelli, del partido del cineasta, pero no así Alcides Argumedo. Victoria Donda, del Movimiento Libres del Sur se sentó temprano, pero no hizo lo propio su par Paula Merchant.

El interbloque de centroizquierda se completa con Miguel Bonasso (Diálogo por Buenos Aires), quien también llegó tarde, y los tres de Solidaridad e Igualdad: Eduardo Macaluse, Verónica Benas y Graciela Iturraspe.

Por su enfrentamiento con Carrió, Macaluse es habitualmente acusado de acordar con el Gobierno. Tal vez para combatir esas suspicacias estuvo temprano en el recinto, pero no así sus seguidores.

Diputados de la UCR relataron a LPO que tras la fallida sesión Lozano y Solanas adelantaron su aval a una sesión especial para la semana próxima. Tal vez temían represalias.

Peronistas indefinidos y socialistas sospechosos


Graciela Camaño fue una de las primeras oradoras una vez que la sesión y, con su vehemencia habitual, se enfureció cuando Fellner intentó quitarle la palabra. El tablero electrónico se había apagado y los micrófonos estaban bajos.

Pronto el jujeño, vapuleado como pocas veces, le dejó el estrado al vicepresidente Ricardo Alfonsín, y la oposición contó 132 bancas ocupadas, tres más de las necesarias para el quórum, pero con la sesión ya levantada.

Pero Camaño obvió que entre los ausentes hubo dos de su bloque, Peronistas sin Patrones, que integran sólo 6. Fueron Jorge Montoya y Juan José Álvarez, quienes nunca llegaron.

Los socialistas fueron otras de las ausencias sugestivas. De los seis, cinco no estuvieron cuando Fellner mandó apagar el tablero: Mónica Fein (PS), Roy Cortina (PS), Lisandro Vitale (PS), Ricardo Cuccovillo (PS) y Miguel Barrios (PS). ¿La visita del gobernador Hermes Binner a Olivos ayer tuvo algo que ver?

El resto de los ausentes fueron César Albrisi (Peronismo Federal), María Areta (UCR), Esteban Bullrich (Pro, en uso de licencia) Omar De Marchi (Demócrata de Mendoza) Gladys González (Pro), Cynthia Hotton (Valores para mi País), Heriberto Martínez Oddone (UCR), Pedro Molas (UCR), Raúl Paroli (Frente Cívico y Social de Catamarca), Fabián Peralta (Gen), Silvia Storni (UCR), Nora Videla (Peronismo Federal).