La oposición quiere echar al secretario parlamentario de Diputados

Es porque considera que privilegia las comisiones que preside el kirchnerismo a la hora de girar los proyectos, para de ese modo dilatar los dictámenes. Intentarían reemplazarlo en una nueva sesión preparatoria, en la que también se oficializaría a Ramón Puerta como vicepresidente tercero. La única duda es quién será el reemplazante.
El secretario parlamentario Enrique Hidalgo tendría sus días contados en ese cargo. Los distintos bloques de la oposición, que reúnen con facilidad la mayoría del recinto, acordaron echarlo por considerar que actúa en convivencia con el kirchnerismo cada vez que debe definir a qué comisiones girar los proyectos que ingresan.

Esa maniobra retrasó el trámite parlamentario de varias medidas impulsadas por diputados de la oposición y fue tema de conversación en las reuniones que los referentes de esos bloques tuvieron estas semanas.

Lo que más los enfureció fue enterarse de que los pedidos de nulidad al Decreto de Necesidad y Urgencia que firmó la presidenta el lunes para apropiarse de 4.382 millones de dólares recayeron todos en la Comisión de Presupuesto, a cargo del kirchnerista Gustavo Marconato.

Lo mismo le pasó a Alfonso Prat Gay, de la Coalición Cívica, quien a poco de asumir presentó un pedido de informes sobre el accionar del Banco Central y cuando ese organismo pasó a estar en el ojo de la tormenta se enteró de que su proyecto no había sido derivado a la Comisión de Finanzas que él preside, sino a la de Presupuesto.

Fue la primera señal de una molestia que lo acompañará el resto del año. El miércoles, cuando lideró en su Comisión un pedido de citación a la presidenta del Banco Central, Prat Gay debió soportar varios ataques verbales del kirchneristas Carlos Moreno pidiéndole que tome esa decisión en conjunto con Marconato.

"Eso le decide (el presidente de la Cámara Eduardo) Fellner y (el jefe del bloque kirchnerista Agustín) Rossi. Pero si ponemos uno nosotros eso ya no ocurrirá", confió un diputado opositor a LPO.

La otra maniobra que encontraron de Hidalgo es su generosidad al momento de definir la cantidad de comisiones por las que deben pasar los proyectos presentados por opositores. Para acelerar su tratamiento, en épocas de mayorías kirchneristas se hicieron habituales los plenarios de comisiones, sólo que en esos días sus titulares acordaban día y hora con mayor facilidad.

La resistencia de un presidente de Comisión a reunir a sus miembros no evita que ésta funcione, ya que sus integrantes pueden autoconvocarse. Mucho más en Diputados donde la oposición tiene mayoría en todas.

Ocurre que las demoras que conlleva ese trámite le pueden jugar a favor al Gobierno, sobre todo cuando se trata de Decretos de Necesidad y Urgencia, que entran en vigencia ni bien son publicados por el Gobierno.

Hidalgo llegó a su cargo de la mano de Alberto Balestrini cuando el ahora vicegobernador presidía la Cámara de Diputados. Su destitución podría llegar en la sesión preparatoria que se convocaría a la brevedad para resolver varias cuestiones administrativas pendientes, como confirmar a Ramón Puerta como vicepresidente tercero y definir los integrantes de las bicamerales.

El cuestionado funcionario tiene una a favor: la oposición sabe que quiere desplazarlo, pero no a quien poner en su lugar, un tema nada menor. Ante tanta heterogeneidad de fuerzas una forma de resolverlo que plantean algunos es definir a algún empleado de carrera. Pero no será una decisión sencilla.