La ruptura entre Médicos Municipales y Lemus detrás de los conflictos en Salud

El cierre de un hospital oftalmológico y los graves problemas edilicios en otros, como el Rivadavia, lograron quebrar el delicado equilibrio que mantuvo el ministro de Salud de Macri con los gremios. El rol de Proyecto Sur, los datos alarmantes sobre inversión en infraestructura y obras, y la relación que construyó el PRO con el sindicato que nuclea a los médicos porteños.
El cierre del Hospital Oftalmológico Lagleyze, y una serie de conflictos en los hospitales porteños, dinamitó el acuerdo tácito que mantenía el ministro de Salud, Jorge Lemus, con los Médicos Municipales.

La crisis en el área se agravó luego de la clausura del hospital de forma preventiva ya que tenía graves problemas en la instalación eléctrica. Pero no sólo eso: desde Proyecto Sur, el flamante presidente de la comisión de Salud, el médico Jorge Selser, viene recorriendo los hospitales y denunciando lo que considera un grave estado de deterioro.

Pero este no es el único conflicto. Según pudo averiguar LPO, el Hospital Rivadavia tiene varios pabellones en muy malas condiciones edilicias y ya se evalúa cerrar alguno.
Aún más: acorde a lo que reveló el legislador porteño Aníbal Ibarra, la inversión en Salud en 2009 sobre el total de gastos fue la segunda peor de los últimos 10 años: 22,13%. “Sólo fue peor en el 2008: 21,49%”, contó el ex jefe de gobierno.

En cuanto a la ejecución presupuestaria en infraestructura y equipamiento en salud, “es la peor de los últimos 7 años (31,97%)”, apuntó.

“Como porcentaje del gasto total, también es la peor de los últimos 7 años (0,39%), cuando al asumir Macri era más del 1%. En el año 2009, se invirtió en Infraestructura y Equipamiento Hospitalario 20 millones de pesos menos que en el año 2005, cuando el presupuesto era la tercera parte del actual”, concluyó Ibarra.

Vale aclarar que en el caso de la subejecución el gobierno de la ciudad ha realizado numerosas reasignaciones presupuestarias (es decir, llevar fondos de un lugar a otro) en el área.

Esto llevó a que Ralph Kirby, el subsecretario encargado de las obras, a mitad del año pasado pidiera que parte de las obras que estaban a cargo de Desarrollo Urbano se traspasadas a Salud para poder determinar cuáles eran más urgentes.

En el macrismo aceptaron que “está claro que hay problemas de infraestructura” pero insisten en que nunca se destaca lo realizado desde el 10 de diciembre de 2007.

En este sentido, plantearon que para este 2010 se intentará que la ciudad tenga dos Centros de Salud por comuna.

“Hubo obras que realizamos que eran reclamos históricos del sur de la ciudad, como la primera etapa del Centro Asistencial de Lugano que estuvo a cargo de la Corporación del Sur”, dijeron desde el macrismo.

Se rompe el acuerdo con Médicos Municipales

En este contexto, la Asociación de Médicos Municipales decidió sacar hoy en los diarios una dura solicitada titulada “crisis en los hospitales públicos de la ciudad de Buenos Aires”.

En ella se plantea que el gobierno porteño realizó “una oferta salarial insuficiente”, que hubo “un atraso injustificado en las designaciones”, “dificultad en la provisión de insumos y “desinversión edilicia”.

Por ello declararon “el estado de alerta y movilización de los médicos de la ciudad” y convocaron a una reunión del consejo gremial para acordar un plan de lucha.

El dato no es menor: hasta ahora era ATE el que llevaba la bandera de las medidas de fuerza, aunque en la ciudad es un gremio minoritario.

Orgánicamente, Médicos Municipales había decidido respaldar a Lemus. En especial bajo la relación personal entre el ministro de Salud y Jorge Gilardi (del Hospital Piñero), titular de la Asociación gremial. No sólo eso, gran parte de la dirigencia sindical tiene relación directa con el jefe de gabinete de Salud y director de una de las cuatro Regiones Sanitarias, Néstor Pérez Baliño.

Bajo este vínculo, Lemus nombró en gran parte del organigrama a miembros de Médicos Municipales. Esto le garantizó dos cuestiones: la primera mantener el acuerdo para no tener inconvenientes gremiales, y en segundo lugar colocar a médicos del sistema en áreas de contacto directo con los hospitales.

Sin embargo los problemas en la gestión, en especial en infraestructura y los errores en las liquidaciones, más la llegada de Selser a la Legislatura comenzó a revolver las aguas en los hospitales y las bases empezaron a presionar a los delegados de Médicos Municipales. En sus recorridas, y como hombre del sistema de salud también, arengó a las bases que comenzaron a presionar a los delegados sindicales para realizar medidas de fuerza.

“Gilardi tiene atado con alambre el acuerdo con los delegados, no sé cuánto soportará la presión”, describió a este medio una fuente legislativa vinculada a la comisión de Salud. “Selser los corre por izquierda junto a ATE y ahí se hace difícil sostener la situación”, graficó.

“La falta política del ministerio, como siempre, es el gran problema. El gobierno puede tener decisiones pero son los ministerios los que arman el plan de acción, y si esto no se hace visible, termina generando problemas igual”, concluyó.

De todas maneras, la semana que viene se esperan novedades ya que no sólo habrá protestas sino que podría llegar a concretarse un paro. Pero habrá que esperar.