La Justicia dictaminó que las reservas del BCRA no podrán ser tocadas

La jueza María José Sarmiento hizo lugar al pedido de la medida cautelar de la oposición que pedía la suspensión del decreto con el que se creó el Fondo del Bicentenario hasta tanto no se reúna el Congreso.
La jueza María José Sarmiento firmó esta mañana el dictamen que frena el uso de reservas del Banco Central para pagar las deudas de los bonistas particulares que vencen este año.

Fuentes judiciales y de la oposición aseguraron a La Política Online que la magistrada del juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 11 hizo lugar a la medida cautelar presentada por el PRO, la Coalición Cívica y el radicalismo en el que piden que se suspenda el decreto de necesidad y urgencia con el que Cristina Kirchner creó el Fondo del Bicentenario hasta que se reúna el Congreso.

Federico Pinedo del PRO y Patricia Bullrich, Alfonso Prat Gay y Juan Carlos Vega, de la Coalición Cívica presentaron un recurso de amparo en el que pidieron a la Justicia que se suspendiera los efectos del DNU 2010/09 hasta que no se reuniera el Congreso y lo analizaran. Además, reclamó que se lo declarara inconstitucional y que el amparo no pudiera ser apelado por el Gobierno.

La jueza Sarmiento se referió al primer punto basándose en que el decreto no era ni de necesidad ni de urgencia.

"La posibilidad del Poder Ejecutivo Nacional de dictar Decretos de Necesidad y Urgencia requiere la existencia de una imposibilidad funcional por parte del Congreso de la Nación para desempeñarse como tal, la imposibilidad que, prima facie, no parece configurarse en el caso habida cuenta que de conformidad con los establecido en el art. 99 inc. 9º de la Constitución Nacional el Presidente de la Nación tiene la atribución de convocar a sesiones extraordinarias cuando un grave interés de orden o de progreso lo requiera", justificó su fallo.

Y añadió: "La situación de urgencia requerida por la Carta Magna para justificar el dictado de un DNU no surge ni de su articulado ni de sus considerandos. Es más, de éstos surge que no llevarse a cabo las acciones de política económica allí dispuestas, se podrían constituir en un factor crucial que dificultaría el crecimiento de importantes sectores económicos en el mediano y largo plazo".

"Cabe señalar que de no dictarse la medida solicitada, los efectos que se produzcan por la ejecución del DNU podrían ser irreversibles ya que una hipotética derogación del decreto por parte de ambas cámaras del Congreso, implicaría revertir un proceso ya consumado", concluyó.

Contrarreloj

El Gobierno planeaba traspasar, a través del Fondo del Bicentenario, U$S 6.500 de reservas del BCRA al Tesoro y garantizarle, así, a los acreedores que Argentina no caerá en default en 2010.

El kirchnerismo juega una carrera contrarreloj. Con esta medida busca hacerle un gesto a los mercados internacionales para poder pedir préstamos. Sin la mayoría en Congreso, quiso hacerlo por decreto de necesidad y urgencia sin consultarlo a Martín Redrado, el ahora removido titular del Banco Central.

El economista que custodiaba las reservas pidió hacer un análisis minucioso de las consecuencias que esta medida podía traerle al BCRA y retrasó la creación de la cuenta que se necesitaba para que el organismo traspara fondos al Tesoro. Temía que los acreedores internacionales pudieran embargar los fondos de la entidad monetaria.

Mientras tanto, la oposición organizó una embestida judicial y presentó dos recursos de amparo para frenar el uso de las reservas. Esto fue lo que apuró aún más al Gobierno que necesitaba que se giraran los dólares al Fondo del Bicentenario antes de que la Justicia se expidiera porque una vez que la jueza hiciera lugar al pedido de la oposición -algo que acertadamente creían iba a suceder- ya no podrían traspasar el dinero.