Las reuniones secretas de Esteban Bullrich para hacer pie en Educación

A días de hacerse cargo de la cartera educativa, el diputado estuvo con el cardenal Jorge Bergoglio, se comunicó con Daniel Filmus y con su par nacional Alberto Sileoni. A todos les expresó que buscará "abrir el diálogo". También se encontró con "Tito" Nenna y con Eduardo López, secretario general de UTE. La sombra de Narodowski y los conflictos al interior del sistema educativo.
Todavía no asumió y se armó una nutrida agenda de reuniones mientras ya acusó entre sus allegados el malestar por la designación formal de Andrés Ibarra, hombre de línea directa con Mauricio Macri, como secretario general de Educación porteño.

Por ello el flamante ministro del área, Esteban Bullrich, quien estará oficialmente al frente de la cartera el 5 de enero, decidió comenzar a hablar con una serie de funcionarios, dirigentes y hombres de peso del ámbito educativo.

Uno de ellos fue el cardenal Jorge Bergoglio, quien todavía mantiene su bronca con Mauricio Macri por el matrimonio gay.

La visita, a pedido de Bullrich, fue antes de ayer en el Episcopado en el más estricto de los secretos. En un encuentro muy protocolar, el nuevo ministro se presentó ante Bergoglio. Allí le dijo: “Queremos estar en permanente diálogo”. El cardenal asintió y le contestó: “Me alegra la apertura al diálogo que propone”.

Según pudo recoger LPO, no se habló de cargos ni del descontento que suele mostrar ante los suyos Bergoglio. Fiel a su estilo no le dijo nada ni pidió por ninguna dirección general ni subsecretaria en los 20 minutos en los que hablaron.

Sin embargo, es incierta la situación de Enrique Palmeyro, director de Gestión Privada, y quien se encarga de las escuelas parroquiales y confesionales, entre otras.

Filmus, Sileoni, Nenna y UTE


En esta gira de contactos Bullrich se comunicó con dos pesos pesados: el senador Daniel Filmus y quien será su par nacional, Alberto Sileoni. Con ambos planteó la idea de mantener un buen vínculo. “Diálogo, consenso y paz”, fue el lema con el que se acercó a quienes son dos detractores de la política del PRO para el área.

En este contexto, y bajo el esquema de trabajo a futuro, se reunió con Francisco “Tito” Nenna, legislador kirchnerista que asumió el 10 de diciembre, secretario adjunto de Ctera y, más importante aún, ex secretario general de UTE, el principal sindicato docente de la ciudad que agrupa a más del 60% de los maestros.

Ya desde la invitación, Bullrich le dijo que iría con Andrés Ibarra. “Yo con él no me reúno, con vos sí Esteban”, fue la respuesta de “Tito”.

El encuentro fue en la Fundación Pensar, usina de cuadros políticos e intelectuales del PRO. Hablaron de la política educativa y de la visión del gobierno porteño. Sin embargo, a la hora del conflicto docente Nenna le lanzó: “Yo soy legislador, tenés que reunirte con Eduardo López por el tema UTE”.

López es el actual secretario general y fue quien reemplazó a “Tito” en el gremio. Con juego propio y, a diferencia de Alejandro Demichelis (el secretario adjunto, cuñado de Nenna), no es de extrema confianza para el legislador kirchnerista, en especial por su amistad con Mariano Narodowski.

“Sí sí Tito, me voy a juntar”, se escuchó como respuesta de parte del nuevo ministro.

Y así fue. Unos días después Bullrich se sentó junto a López. Allí, si bien fue con una postura política, le expresó que no haría nada para tener conflicto con el gremio, que quiere mantener un buen diálogo con UTE y que buscará un cuidado perfil bajo. A pesar de ello, no le ofreció nada en concreto aún.

Por su lado, López le planteó una serie de cuestiones. Entre ellas tres temas centrales: salarios (en el Presupuesto 2010 no están contemplados incrementos para los docentes de la ciudad), la situación del personal contratado y la discusión sobre la calidad educativa. “Pronunció la palabra diálogo ciento cincuenta veces”, dijo horas más tarde con sus íntimos López sobre el encuentro.

La sombra de Narodowski


A todo esto, y a sabiendas que las posibilidades de que en marzo no comiencen las clases es alta, Bullrich se reunió la semana pasada con su antecesor. Le pidió a Narodowski que se quede como asesor “en las sombras” y que colabore con el difícil manejo de la cartera educativa.

El ex ministro le prometió que analizará el tema luego de que se cayó la idea de conformar un Consejo Asesor que, se suponía, iba a presidir. El “efecto” Posse lo dinamitó.

El diputado nacional le ofreció que mantenga un bajísimo perfil y que colabore, en especial en el día a día de la gestión. “Le va a dar una mano”, dicen en el ministerio Educación allegados al ex ministro, casi como una aspiración de deseo.

Según explica una alta funcionaria de la cartera educativa off the record “el tema central de su incorporación tiene que ver con la gobernabilidad del sistema educativo, que hoy no tiene problemas porque no tenemos clases pero desde febrero va a ser importante”.

En principio, Bullrich no quiere desarmar el equipo de directores generales y de área que armó Narodowski en sus dos años. “Ellos son los que tienen contacto directo con las escuelas y no eran pocos los que, con el cambio de ministro, ya estaban viendo qué hacer”, amplía la funcionaria.

Otro eje tiene que ver con ayudar en el diálogo con los sindicatos. “Le pidió a Mariano que le dé una mano también con algunos gremios”, completa.

De todas maneras, la lectura que hacen en Educación es que la cúpula del ministerio se quedará de esta forma sin educadores y esto promete generar ruido, no sólo en los sindicatos, sino al interior del sistema.

Lo cierto es que Bullrich todavía no tiene armado un equipo. Por ello, mientras define la situación de la subsecretaria de Inclusión Escolar, Ana Ravaglia, e intenta un acuerdo con Ibarra, llamó al ex viceministro de Educación de Jorge Telerman, el peronista Luis Liberman.

Con él, quien había sonado como reemplazante de Narodowski, intercambió visiones de cómo debía ser el funcionamiento del ministerio. A pesar de ello no se sumaría al equipo de trabajo.

Así las cosas, el flamante ministro deberá enfrentar varios frentes que con el desembarco de Ibarra como funcionario todo terreno están lejos de disiparse.