Las difíciles horas de Mariano Narodowski

El ministro sufrió el llamado a indagatoria de Oyarbide. Entre los suyos creen que el juez cambió de estrategia repentinamente ya que originalmente había deslizado que no lo tenía en la mira. Qué dice en su intimidad y el nombre puesto para reemplazarlo.
Cansado. De la gestión en el día a día, del caso de espionaje que lo salpicó y de las internas del macrismo. Así se siente por estos días el ministro de Educación porteño, Mariano Narodowski.

Harto de las operaciones que le propinan en Bolívar I, en especial del secretario general Marcos Peña y de, en menor medida, el jefe de gabinete Horacio Rodríguez Larreta, la llamada a indagatoria por parte del juez Norberto Oyarbide volvió a golpearlo.

En su intimidad mantiene su lealtad hacia Mauricio Macri pero ya despliega sus críticas hacia los manejos que realizó el gobierno porteño de todo el escándalo político que surgió con el caso Ciro James y se amplió hasta Jorge “el Fino” Palacios.

A pesar de ello, será parte del PRO Capital y, aunque con discrepancias, mantiene su fidelidad con Gabriela Michetti. De hecho la ex vicejefa intentó retenerlo en el gobierno.

“Me comí un garrón”, es la palabra que define su sentimiento y que, inclusive, lanzó en el programa de Ari Paluch hace una semana. Y ensaya una explicación: “A Ciro James lo trae la gente de la Universidad de La Matanza. Era director de Relaciones Institucionales, y con él entraron siete u ocho abogados de ahí”.

Sabe que se irá ante el recambio de gabinete, aunque con el llamado a indagatoria los rumores sobre una renuncia creció hoy. Nada de eso ocurriría en estas horas. 

De todas formas, ya planea volver a las clases en la Universidad, lugar que lo cobijó en los últimos 20 años.

“Es muy difícil estar acá, gestionar el día a día, hacerse cargo de infinidad de problemas. Además quien agarre el ministerio sabe que empieza la gestión y no empiezan las clases en marzo”, reflexiona el saliente ministro.

En el macrismo temen por lo que pueda decir Narodowski. En especial en referencia a su segundo, Andrés Ibarra.

Es que si la Justicia probara que, tal como presentó en fotos el dirigente de Boca Roberto Digón, Ciro James trabajaba en el club con el “el Fino”, quien quedaría ligado íntimamente es justamente Ibarra, quien era gerente de la institución en esos años.

Recambio

A todo esto, justamente el reemplazante será el propio Andrés Ibarra. Hombre de vínculo directo con Mauricio Macri, trabajó con la familia del jefe de gobierno y fue, como se dijo, gerente en Boca.

Si bien el cargo de ministro fue ofrecido al filósofo Santiago Kovadloff, al rabino Sergio Bergman, a Andrés Delich y a su mano derecha, Gustavo Iaies, todos dijeron que no. Pero por distintos motivos.

Kovadloff argumentó que no era el lugar para él, que no era el momento para asumir un cargo público y que, en todo caso, el ministerio de Cultura era el lugar natural para estar.

Bergman dudó. Consultó cómo era un día cualquiera en la vida de un ministro. La respuesta fue clara: se trabaja 14 horas, hay emergencias todo el tiempo y entre las cuestiones burocráticas y las negociaciones con los gremios se pasa el año. “¿Y para pensar una política educativa a largo plazo?”, consultó. “15 minutos por semana”, le respondieron.

Delich es otra historia. Si bien estaba dispuesto a asumir, su negativa se centraba en Andrés Ibarra. Si bien deslizó que si Macri le acercaba el ofrecimiento podía llegar a aceptar, el subsecretario era un escollo poderoso para su negativa. Iaies piensa igual.

Otros dos nombres circularon: Esteban Bullrich, quien recién asumió como diputado y bajó sus pretensiones en las últimas semanas, y el ex secretario de Educación de Fernando de la Rúa, Mario Gianoni.

Gianoni es asesor del legislador Enrique Olivera en la Legislatura y si bien se mostró interesado, cerca de él creen que no va a caer como un “paracaidista” en la gestión del PRO siendo extrapartidario.

De todas maneras el eje en el que ponen el acento en el macrismo es la subsecretaria de Inclusión Escolar que hoy ocupa Ana Ravaglia. Es que allí justamente pretenden un hombre fuerte para manejar la política educativa ya que Ibarra generaría, per se, mucha resistencia en el sistema educativo.

“Ravaglia es Ravaglia porque arriba tiene a Mariano, sin él va a tener que dejar su lugar a un nombre fuerte”, cuenta a este medio un hombre del PRO que forma parte de las negociaciones actuales.

También circuló la idea de un Consejo Asesor. Allí Narodowski no sabe si estar. Con Delich, estaría dispuesto, pero con Ibarra de ministro la historia es otra.

Oyarbide se mete

El llamado a indagatoria sorprendió a Narodowski y al gobierno de la ciudad. Es que Oyarbide había dejado trascender que no iría por el ministro de Educación sino que su investigación avanzaría en otro sentido.

“Hubo un cambio de estrategia de Oyarbide, está clarísimo”, explican a LPO en Educación. “En el lugar en el que está, de todas maneras, Mariano está tranquilo. Nadie de la política cree que esté relacionado con el caso Ciro James”, completa la fuente ministerial.

De todas formas uno de los delitos que analizan atribuirle en la Justicia es el de malversación de fondos, delito que no implica prisión. Lo culparían de de haberle pagado a James como asesor fantasma.