Mafia de medicamentos: Piden indagatoria de Capaccioli y tiembla Alberto Fernández

El fiscal Comparatore le solicitó a Oyarbide que cite al ex superintendente de Salud, el paso previo para quedar procesado. El funcionario era también recaudador de la campaña de Cristina Kirchner, dirigida por el ex jefe de Gabinete. Sectores del albertismo temen que el juez profundice sobre el destino de los fondos.
La causa de la “mafia de los medicamentos” avanza firme y el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, está preocupado. El fiscal Luis Comparatore pidió al juez federal, Norberto Oyarbide, que llame al ex superintendente de Salud, Héctor Capaccioli.

El fiscal sostuvo que "por el cargo que tenían determinados funcionarios no podían desconocer, ignorar o bien encontrarse al margen de lo que estaba sucediendo".

"Capaccioli cree en la Justicia y quiere que el juez lo cite lo antes posible, de modo de aclarar lo que haya que aclarar y termine este manto del sospecha que pesa sobre él", afirmaron sus allegados a La Política Online.

Es que el ex funcionario kirchnerista tiene un as en la manga y la va a usar. Cuando estaba al frente de la Superintendencia le levantó un sumario a la obra social de La Bancaria por irregularidades en el manejo de fondos. Y exigió al entonces gerente, Claudio Ferrari, que regularizara la situación o la intervendría.

Por eso, allegados al ex jefe de Gabinete, se ufanan de que "están preocupados, pero no alarmados". Lo que sí están es furiosos con Julio de Vido. Según el albertismo, el ministro de Planificación es quien acercó a Zanola al Gobierno. Además, en el entorno de Capaccioli consideran que Oyarbide es completamente funcional a Néstor Kirchner y analizan la avanzada de Oyarbide como un mensaje del Gobierno a Fernández.

Los temores de Alberto

La causa que realmente temen Capaccioli y a Alberto no es la de Oyarbide, sino la que se encuentra en el juzgado de María Servini de Cubría, la causa que investiga el financiamiento de la campaña de Cristina Kirchner.

Capaccioli era el encargado de controlar a los laboratorios y a las obras sociales. Pero, además, era el recaudador de la campaña del Frente para la Victoria en 2007 que dirigía Alberto Fernández.

En el allanamiento de la casa del empresario farmacéutico Néstor Lorenzo, Oyarbide encontró los remitos que el partido le dio al dueño de la droguería San Javier a cambio de los cheques por casi un millón de pesos de Carlos Torres (un testaferro de Lorenzo). El magistrado envió estas pruebas a la jueza María Servini de Cubría, quien investiga la financiación de la campaña del FpV.

Fuentes de la política porteña, apuntaron a este medio que “Capaccioli atendía por las dos ventanillas” y explicaron: “por un lado, controlaba a las obras sociales y, por el otro, les pedía la plata”. Tanto es así que, según las investigaciones judiciales, el 34% de los fondos de la campaña de Cristina Kirchner provenían de los laboratorios y empresas vinculadas a la salud.

Las mismas fuentes contaron que todos los viernes el entonces jefe de Gabinete se reunía en su despacho de la Casa Rosada con Capaccioli y con el legislador porteño, Sebastián Gramajo, para hacer la rendición de cuentas de lo recaudado.

Complicado Capaccioli, los sectores del albertismo temen por lo que pueda declarar en la indagatoria. Es que si Oyarbide profundiza la línea de a dónde iba el dinero de los laboratorios, todos los caminos terminan en Alberto Fernández, el jefe de campaña de Cristina. Y las declaraciones podrían sumarse a la causa de Servini.

Además, si el magistrado se comporta como viene haciéndolo hasta ahora, Capaccioli, al igual que el titular de La Bancaria, Juan José Zanola, podría quedar en prisión preventiva. Es que la indagatoria es el paso previo para el procesamiento.