Retenciones: amplia victoria del Gobierno que aprobó la prórroga por 8 votos de diferencia

El oficialismo convirtió en ley esta noche por 38 votos del oficialismo contra 30 negativos de la oposición, una prórroga por un año, a partir del 24 de agosto, de las facultades delegadas del Congreso a favor del Ejecutivo, que incluyen la herramienta clave de fijar las retenciones sin pasar por el Parlamento, eje del debate.

El oficialismo logró la muy abultada diferencia –antes de la votación se hablaba de 4 votos por encima de lo necesario, distancia que terminó alargándose a 8-, gracias a lograr el voto positivo de 35 senadores del bloque del Frente para la Victoria, más 3 aliados patagónicos (2 del ARI fueguinos y 1 del Movimiento Popular Neuquino).

La mayoría se alcanzó presionando fuertemente a legisladores propios –que se inclinaban por rechazar la prórroga-, como la riojana Teresa Quintela y la chaqueña Elena Corregido, tal como anticipó este mediodía La Política Online. La presión –que fue brutal- consistió en amenazar con negarle recursos a sus respectivas provincias, que se encaminan a una serie crisis financiera.

En tanto que el voto de los legisladores fueguinos, se aseguró gracias a una intervención directa de la Presidenta, que ayer se reunió con la gobernadora Fabiana Ríos. La Casa Rosada le prometió que la semana que viene se aprobará la polémica ley de artículos electrónicos, que protege a la industria de esa provincia.

En tanto que el senador del Movimiento Popular Neuquino es una habitual aliado del oficialismo. Su gobernador, Sapag, consiguió hace poco que el gobierno le autorizara a aumentar notablemente el precio del gas en boca de pozo, un recurso clave de la provincia.

El debate

La primera medida que impusieron los presidentes de los bloques en la reunión de labor parlamentaria fue que la sesión se realice a puertas cerradas como una "medida de seguridad".

Así, durante las ocho horas de debate, el kirchnerismo se abroqueló en la defensa de la iniciativa que aprobó la Cámara de Diputados la semana pasada, que fija además la creación de una comisión bicameral, de 8 miembros por cada cámara, para que en un plazo de 240 días analice y revise cuáles de las 1900 normas dictadas hasta el año 1994 mantienen su vigencia.

Además establece que sólo podrán dictar medidas el presidente y el Jefe de Gabinete, con lo que se prohíbe la subdelegación, que hasta ahora permitió que funcionarios de segunda orden hicieran uso de facultades extraordinarias cedidas por el Congreso.

El debate tuvo momentos picantes –aunque ajenos a la ley en discusión-, como el que ocurrió cuando el jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto, curzó con feroz ironía a la Iglesia, que viene denunciando la creciente pobreza. El legislador rionegrino ironizó sobre la palabra "escándalo" utilizada por el Papa Benedicto XVI para referirse a la situación social argentina.

"Escándalo, esta palabra que utilizan ahora…escándalos, escándalos, hay en la Iglesia, pero en este momento prefiriero no referirme a eso", exclamó Pichetto, en obvia referencia a los innumerables casos de pedofilia que afectaron a altos dignatarios de la Iglesia, por ejemplo en Irlanda y Estados Unidos; o aqueí mismo con el cura Grassi.

Contradicciones y protestas

Previamente, el radical Sanz sostuvo que "es un contrasentido que en esta misma reunión de la Cámara se haya aprobado un proyecto que reduce las retenciones agropecuarias de una docena de partidos de la provincia de Buenos Aires y al mismo tiempo se sanciona una ley que prorroga por un año que esa facultad, que es del Congreso, la siga usando el Ejecutivo nacional".

Sanz se refirió así a un polémico articulado de la ley de emergencia agropecuaria, sancionada esta misma tarde, que prevé esas ventajas para ciertos municipios bonaerense (ver nota adjunta).

Sanz dijo además que "11 millones de argentino, sobre 15 millones del padrón electoral, votaron en contra del modelo que fue propuesto como un plebiscito por parte del gobierno" y que un número similar de personas "también lo hizo en contra de la delegación de facultades y los superpoderes".

En tanto que el santafesino Carlos Reutemann -todavía escaldado por el escándalo de su ex compañera de bancada Roxana Latorre-. Mientras que esta senadora, pese a que denunció amenazas de ruralistas, también votó por la negativa.

Mientras que el socialista Rubén Giustiniani opinó que la aprobación va a ser "una victoria pírrica para el gobierno" y preguntó si "son de derecha los gobierno de Brasil y de Uruguay que no tienen retenciones o si son de izquierda los de Rusia y Colombia que sí las tienen".