Testimoniales: “La Cámara fue funcional a lo que quería PJ”

El prestigioso constitucionalista, Roberto Gargarella, analizó el voto dividido del tribunal que avaló las candidaturas de Scioli y Massa. "Marca una antecedente de gran flexibilidad en la duda razonable", explicó a LPO y cuestionó que los jueces no llamaran a declarar a los impugnados. Además, refutó a Fayt: "Si quisieran, podrían pronunciarse a tiempo".
¿Qué lectura hace del fallo de la Cámara Electoral que avaló las candidaturas de Kirchner, Scioli y Massa?

Este es el tribunal que más estricto debería en las cuestiones legales y con este fallo, dejó de cumplir su función.

¿En qué sentido?

Según la doctrina local y extranjera el Poder Judicial debe asumir un rol deferente frente a la política. Sin embargo, debe cuidar de todo aquello que tiene que ver con las reglas del juego. Se justifica que la Justicia asuma ese rol deferente en la medida en que las reglas funcionen de modo impecable. Cuanto peor funcionan, más razones hay para ingresar en el análisis de contenido y ser menos deferente respecto de la política. La Justicia debería poner su mirada en hacer el escrutinio más estricto. Y la Cámara podría haber hecho muchas cosas para despejarle dudas a la ciudadanía y aclarar el panorama en estas elecciones y darle certezas al elector. Pero ha decidido no hacerlo.

¿Qué herramientas tenía y no utilizó?

Podría haber citado a declarar a los candidatos, tenía la posibilidad de pedir certeza al apoderado del Frente para la Victoria, podrían haber marcado un control estricto que permaneciera hasta el día de la asunción y si se ratifica la sospecha de la ciudadanía de que no van a asumir los cargos para los que se postulan, es una defraudación al electorado y amerita un reproche al partido que lo postula.

En el fallo los jueces de la Cámara sostienen que la Justicia no puede intervenir en una decisión que se toma en el fuero íntimo, ¿es un argumento válido para una acción que tiene consecuencias públicas?

No es el fuero íntimo porque en la carta que se presentó se expresó que no hay certeza de que vayan a asumir y eso como política de partido es inaceptable porque lo que está en juego es quiénes van a ocupar cargos legislativos. No es un referéndum. Si en la boletas, donde tienen la obligación de poner los nombres de candidatos que van a ocupar una banca, se colocan los nombres de gente que apoya al Gobierno, se usa las boletas para otra cosa que no es para lo que sirven.

Este argumento circuló en mesas de café antes de tomar la decisión. Es un fundamento inaceptable porque no hay claridad sobre qué van a hacer los candidatos luego de las elecciones. Con el escrito han ratificado la incerteza que tiene el electorado sobre Scioli y Massa. No se aventó esta duda y marca un antecedente.

¿Qué consecuencias trae en el sistema electoral?

Esto marca una antecedente de flexibilidad en la duda razonable porque dicen que se sienten persuadidos y que no pueden ir más allá cuando los Scioli y Massa afirman que “eventualmente” van a asumir. Pero aún cuando la decisión de la mayoría de dos es a favor, también es cierto que dejan en claro que las candidaturas testimoniales están mal. El punto es que rechazan las testimoniales, pero entienden que este no es el caso.

Es decir que si Kirchner, Scioli o Massa declaran durante la campaña que no van a asumir los cargos para los que se postulan, caerían las candidaturas?

Sí, pero la Cámara mostró mucha flexibilidad para reconocer duda razonable en las “testimoniales”. Terminaron siendo funcionales a lo que quería el Justicialismo.

¿Qué lectura hace del voto dividido de los jueces de la Cámara?

En ese sentido marca que el tema resultó muy urticante porque hacen todos los esfuerzos por fallar por unanimidad. Es un dato muy claro de que les fue un caso muy difícil.

El juez Carlos Fayt dijo hoy que “el tiempo es demasiado corto” para que la Corte se expida sobre las “candidaturas testimoniales”, ¿es posible?

Hay una jurisprudencia asentada que dice que las cuestiones no devienen en abstractas. O sea que aunque haya pasado el evento, la Corte tiene la posibilidad de pronunciarse. Aún después de las elecciones, si hay una apelación, tiene el deber de opinar sobre este tema.

¿Por qué?

Porque el agravio no termina en el proceso electoral, sino que continúa en el tiempo.

Si bien tarde o temprano tendrán que pronunciarse, ¿es posible que no lo pueda hacer antes del 28 de junio?

Posiblemente no quieren. Si quisieran, podrían pronunciarse a tiempo.

Fayt dejó entrever que la Corte podría no pronunciarse sobre el tema porque según el modelo de Corte de Estados Unidos, del cual, dice el magistrado, Argentina toma como guía, no falla sobre temas políticos, ¿es así?

Me resulta extraño que haya dicho eso porque es exactamente al revés. La doctrina de Estados Unidos marca un fallo como el de Bush vs. Gore que totalmente político.