El Día Después
Economía postelectoral: Echegaray, Boudou, Lavagna, Pezoa
En el mercado ya empezaron a sonar posibles cambios en el área económica para el día después de las elecciones. Las opciones varían según que tan fortalecido o derrotado salga el gobierno del 28 de junio. La presión de los gobernadores y el ajuste fiscal con "ADN K".
En paralelo con las especulacione spolíticas sobre el resultadoe lectoral, la caída y ascenso de liderazgos, un tema igualmente serio se discute por estas horas en el mercado: ¿Qué pasará con la economía después del 28 de junio?.
Las versiones más extremas hablan de un gobierno que "ya está volcado" en lo financiero y no contaría con recursos para enfrentar los gatos, más el pago de la deuda en el segundo semestre. Vuelve así el fantasma de la cuasimonedas, con epicentro en la inmensa Buenos Aires que proyecta un escalofriante déficit de 12 mil millones.
Otros especulan con una "radicalización al estilo Chávez" de Néstor Kirchner, ya sea desde la furia de la derrota o el entusiasmo del triunfo. Es decir una economía que acentúe el intervencionismo del Estado y la nacionalización de empresas y sectores, como ser, la comercialización de granos.
Marcelo Bonelli menciona en su panorama empresario de hoy la existencia de un paper secreto de la Unión de Bancos Suizos sobre la economía "post-electoral" de Argentina.
El trabajo, que circuló sólo discretamente en Wall Street, plantea tres escenarios. Primero, desestima que venga una política económica más liberal impulsada por los gobernadores y también desecha un proceso "a lo Hugo Chávez".
El economista Javier Kulesz - su redactor - concluye lo siguiente: "Que con un ajustado triunfo electoral continuará una política económica con 'ADN K', pero con mayor ajuste fiscal". En otras palabras: esto garantizaría el pago de la deuda.
Cambios en el gabinete
En paralelo con los distintos escenarios posibles ya se especula con cambios de gabinete. Unos 15 días atrás el titular de la Anses, Amado Boudou, inició un operativo mediático para candidatearse como reemplazo de Carlos Fernández al frente del Palacio de Hacienda. La movida ya se desactivó, pero el rumor sigue circulando.
En rigor, lo que si está en estudio es un eventual "upgrade" del influyente titular de la AFIP, Ricardo Echegaray. Se lo menciona como posible jefe de Gabinete si Sergio Massa deja el gobierno después de las elecciones. Al menos esa posibilidad estaría en análisis de Néstor Kirchner, quien reconoce en este funcionario a uno de los más eficaces ejecutores de sus ideas.
Si esto sucede, se menciona a Carlos Fernández regresando a la AFIP -otro hombre de extrema confianza del ex presidente- y para el sillón de Economía se habla de Boudou o del secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezzoa. O incluso podría darse un enroque entre Carlos Fernández y Echegaray, si Massa sigue en el cargo.
Pero se trata en definitiva de especulaciones muy provisionales, ya que todo está ad referendum de como quede parado el gobierno después del 28 de junio. En ese sentido, no se descarta que si Kirchner sufre una derrota o gana por muy poco, los gobernadores peronistas traten de imponen un nombre para Economía, y en ese sentido, se sigue mencionando a Roberto Lavagna.
Las versiones más extremas hablan de un gobierno que "ya está volcado" en lo financiero y no contaría con recursos para enfrentar los gatos, más el pago de la deuda en el segundo semestre. Vuelve así el fantasma de la cuasimonedas, con epicentro en la inmensa Buenos Aires que proyecta un escalofriante déficit de 12 mil millones.
Otros especulan con una "radicalización al estilo Chávez" de Néstor Kirchner, ya sea desde la furia de la derrota o el entusiasmo del triunfo. Es decir una economía que acentúe el intervencionismo del Estado y la nacionalización de empresas y sectores, como ser, la comercialización de granos.
Marcelo Bonelli menciona en su panorama empresario de hoy la existencia de un paper secreto de la Unión de Bancos Suizos sobre la economía "post-electoral" de Argentina.
El trabajo, que circuló sólo discretamente en Wall Street, plantea tres escenarios. Primero, desestima que venga una política económica más liberal impulsada por los gobernadores y también desecha un proceso "a lo Hugo Chávez".
El economista Javier Kulesz - su redactor - concluye lo siguiente: "Que con un ajustado triunfo electoral continuará una política económica con 'ADN K', pero con mayor ajuste fiscal". En otras palabras: esto garantizaría el pago de la deuda.
Cambios en el gabinete
En paralelo con los distintos escenarios posibles ya se especula con cambios de gabinete. Unos 15 días atrás el titular de la Anses, Amado Boudou, inició un operativo mediático para candidatearse como reemplazo de Carlos Fernández al frente del Palacio de Hacienda. La movida ya se desactivó, pero el rumor sigue circulando.
En rigor, lo que si está en estudio es un eventual "upgrade" del influyente titular de la AFIP, Ricardo Echegaray. Se lo menciona como posible jefe de Gabinete si Sergio Massa deja el gobierno después de las elecciones. Al menos esa posibilidad estaría en análisis de Néstor Kirchner, quien reconoce en este funcionario a uno de los más eficaces ejecutores de sus ideas.
Si esto sucede, se menciona a Carlos Fernández regresando a la AFIP -otro hombre de extrema confianza del ex presidente- y para el sillón de Economía se habla de Boudou o del secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezzoa. O incluso podría darse un enroque entre Carlos Fernández y Echegaray, si Massa sigue en el cargo.
Pero se trata en definitiva de especulaciones muy provisionales, ya que todo está ad referendum de como quede parado el gobierno después del 28 de junio. En ese sentido, no se descarta que si Kirchner sufre una derrota o gana por muy poco, los gobernadores peronistas traten de imponen un nombre para Economía, y en ese sentido, se sigue mencionando a Roberto Lavagna.