Brito encabeza la rebelión empresaria
En la sede de Adeba, la asociación bancaria dirigida por Jorge Brito, se reúnen representantes de la UIA, la Bolsa, la Cámara de Comercio, la Asociación Empresaria Argentina y, el condimento más opositor, dirigentes agropecuarios de la SRA y CRA. Con agenda abierta, reflotan lo que alguna vez fue el G-8.
El sector empresarial se reunifica con tono crítico hacia el Gobierno. Jorge Brito, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), invitó a dirigentes del campo al almuerzo con representantes de la Unión Industrial, la Bolsa de Comercio, la Asociación Empresaria Argentina, la Cámara de Comercio y la Cámara de la Construcción.
Estuvieron presentes los ruralistas de la Sociedad Rural, presidida por Hugo Biolcati, y de la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) de Mario Llambías, dos entidades claramente enfrentadas con el Gobierno.
Esta reunión genera por sí un acto político inédito, ya que en los últimos años se suspendieron varios intentos para no generar malestar ni nerviosismo en la Casa Rosada. Pero el apoyo del sector patronal al Gobierno se está debilitando. Ya lo manifestó tímidamente Héctor Méndez, flamante titular de la UIA cuando asumió. “Cristina era industrialista, ahora cambió prioridades”, se despegó cuando reemplazó a Juan Carlos Lascurain al frente de los industriales.
Muchos de los grandes grupos inversores están molestos por la intromisión del Gobierno en sus directorios. Luego de la estatización de las AFJP, el oficialismo acumuló suficientes acciones para presionar y designar un representante del Estado en algunas empresas como Techint o el propio Banco Macro que dirige Brito.
Pero la eliminación del sistema de capitalización jubilatoria que el oficialismo promovió para acceder a fondos líquidos ante la falta de acceso a los mercados financieros, también afectó seriamente a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Es que las AFJP movían más de un tercio de los negocios.
Así es que, con agenda abierta y sin un tema en particular a tratar, los empresarios reflotaron el Grupo de los 7 en la sede de Adeba ubicada en Perón al 500.
Según coincidieron varias fuentes, uno de los puntos que mayor preocupación genera entre la dirigencia empresarial y que se habló en el encuentro fue el avance del Estado en el directorio de las empresas.
Así, saltaron a la mesa los casos de Transportadora de Gas del Norte (TGN), la reciente designación de Aldo Ferrer en Siderar y las intenciones de poner alguien del gobierno en la conducción del Banco Macro, del anfitrión, Jorge Brito.
Se suma así Brito, que fue oficialista durante los primeros cinco años del kirchnerismo -suele sentarse en la primera fila de todos los actos oficales- al incipiente polo opositor empresario que se está formando entre las entidades del campo y la nueva conducción de la UIA.
Estuvieron presentes los ruralistas de la Sociedad Rural, presidida por Hugo Biolcati, y de la Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) de Mario Llambías, dos entidades claramente enfrentadas con el Gobierno.
Esta reunión genera por sí un acto político inédito, ya que en los últimos años se suspendieron varios intentos para no generar malestar ni nerviosismo en la Casa Rosada. Pero el apoyo del sector patronal al Gobierno se está debilitando. Ya lo manifestó tímidamente Héctor Méndez, flamante titular de la UIA cuando asumió. “Cristina era industrialista, ahora cambió prioridades”, se despegó cuando reemplazó a Juan Carlos Lascurain al frente de los industriales.
Muchos de los grandes grupos inversores están molestos por la intromisión del Gobierno en sus directorios. Luego de la estatización de las AFJP, el oficialismo acumuló suficientes acciones para presionar y designar un representante del Estado en algunas empresas como Techint o el propio Banco Macro que dirige Brito.
Pero la eliminación del sistema de capitalización jubilatoria que el oficialismo promovió para acceder a fondos líquidos ante la falta de acceso a los mercados financieros, también afectó seriamente a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Es que las AFJP movían más de un tercio de los negocios.
Así es que, con agenda abierta y sin un tema en particular a tratar, los empresarios reflotaron el Grupo de los 7 en la sede de Adeba ubicada en Perón al 500.
Según coincidieron varias fuentes, uno de los puntos que mayor preocupación genera entre la dirigencia empresarial y que se habló en el encuentro fue el avance del Estado en el directorio de las empresas.
Así, saltaron a la mesa los casos de Transportadora de Gas del Norte (TGN), la reciente designación de Aldo Ferrer en Siderar y las intenciones de poner alguien del gobierno en la conducción del Banco Macro, del anfitrión, Jorge Brito.
Se suma así Brito, que fue oficialista durante los primeros cinco años del kirchnerismo -suele sentarse en la primera fila de todos los actos oficales- al incipiente polo opositor empresario que se está formando entre las entidades del campo y la nueva conducción de la UIA.