El Gobierno busca destrabar U$S 2.500 millones en el FMI

El ministro de Economía, Carlos Fernández, intentará destrabar en la asamblea del organismo el giro al país de los fondos previstos en la reciente ampliación de capital. No se esperan más novedades y de hecho viajó una comitiva reducida. Un eventual reingreso pleno del país al organismo quedaría para más adelante. La bronca de Martín Redrado y la respuesta oficial a los números del Fondo.
El FMI seguramente difunda un informe que contenga algunos datos negativos sobre la economía argentina, paper de rigor que realiza el staff del organismo conocido como Economic Outlook que releva la situación económica en todo el planeta, elaborado por el staff del fondo.

“La mitad de las veces se equivocan en sus predicciones, y no siempre a la baja. El año pasado sobreestimaron los índices a favor de la Argentina, así que no tiene mayor importancia. Es un trabajo rutinario del staff, y eventualmente si es muy duro con la Argentina, se la dará una respuesta política”, anticipó a La Política Online una fuente del Ministerio de Economía.

Lo que sí buscará el ministro Fernández en esta asamblea del FMI –una de las dos que realiza en el año (la más importante es la de septiembre/octubre)-, será destrabar los U$S 2.500 millones que debería recibir la Argentina por la ampliación del capital del organismo dispuesta recientemente, conocidos como derechos especiales de giro.

Su tarea se acotará a ese tema y no mucho más. Al punto que decidió viajar a la Asamblea con una muy reducida comitiva, que ni siquiera incluye al secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino. De manera que se descarta que en esta ocasión, el ministro avance en negociaciones para un eventual regreso pleno de la Argentina al organismo.

Aunque seguramente el ministro aproveche para mirar de cerca en qué consisten las nuevas líneas de crédito que se están girando a países emergentes. Claro que esto quedaría para el año próximo, o en todo caso, si la crisis empuja fuerte, para después de las elecciones.

Algunos economistas, como el ex titular del Banco Central, Aldo Pignanelli, afirmaron a La Política Online que para que el país reciba estos fondos debe someterse a una revisión de sus cuentan. Esto fue rechazado por Economía: “Esa exigencia es para acceder a nuevos créditos –tal como lo dispone el artículo 4 de la carta del FMI-, pero en este caso no es necesario”.

Así es que, de lograr el ministro de Economía su objetivo, no se trata de que las reservas del Central recibirán el dólar billete, sino que contablemente se le sumarán esos fondos.

La bronca de Redrado

Muy cerca del titular del Central dejaron trascender a La Política Online, que si él hubiera estado a cargo de la relación con el FMI, los datos sobre el país no serían tan negativos. En otras áreas del Gobierno consideran estas afirmaciones una tontería, ya que en rigor, la Argentina es un actor secundario en la puja que se libra al interior del organismo y que básicamente enfrenta a Estados Unidos y Europa.

“Lo que pasa es que Redrado quedó medio al margen de la discusión del G20 –en la que además del Presidente, protagonizan los ministros de Economía-, y esta medio chinchudo”, afirmó a La Política Online una fuente de la Casa Rosada, que burlona señaló: “El creyó que en la cumbre de Medellín a la que asistió, se había empezado a escribir la historia del nuevo capitalismo global, y en la parada siguiente que fue Londres, lo bajaron”.

Agenda pendiente

Lo cierto es que más allá de las lógicas peleas de egos que se dan en estas cumbres, también es posible que se realicen algunos diálogos sobre las reformas pendientes que se acordaron en el G-20. Esto es una reforma de la “gobernanza” del organismo que le de más participación en las decisiones a los emergentes, y la posibilidad de que las autoridades se elijan por antecedentes y no que se repartan por nacionalidad entre Estados Unidos y Europa.