Ofensiva contra el campo: campaña para demonizar la soja

En las últimas 48 horas, en una actitud suicida para el lugar central que ocupa el cultivo en la recaudación, desde el gobierno lanzaron una ofensiva que incluye investigaciones y estudios para vincular la soja con el cáncer y el dengue. El rol de vocero de Pichetto, Garré y su amistad con Verbitsky, y el plan de Kirchner de tierra arrasada: "Detrás de mi, nada".
La soja fue, durante toda la gestión de Néstor Kirchner, el principal sustento económico y el artífice más importante de la recaudación que engrosaba año tras año el superávit nacional. Pero después fue el eje del golpe político más fuerte que sufrió la Casa Rosada, en la cruzada contra el campo. Por eso hoy, desde el gobierno lanzaron una ofensiva contra el cultivo, que llevado a términos económicos se traduce en un fuerte aroma a suicidio.

En las últimas 48 horas y bifurcado en varias aristas, el oficialismo lanzó una campaña para “demonizar” a la soja. Y la cosa no es poco. Intentan vincular al corazón del negocio más rentable del campo nada menos que con el cáncer y el dengue.

Lo que no se entiende es cómo el kirchnerismo sale con todas sus armas contra la soja, cuando se trata de la producción más importante del país. En pocas palabras, sería un suicidio pensando en el impacto económico de una caída en la producción.

La primera lectura, apoyada en las últimas jugadas desesperadas del ex presidente en materia política, es que el gobierno está dispuesto a todo. Incluso, a aplicar un plan de “tierra arrasada”. Un intento banal de destruir cosechas para que, en un hipotético próximo gobierno, se afecte seriamente la recaudación. Y ahí la aparición de la idea de catástrofe en el imaginario colectivo: “Detrás de mi, no hay nada”.

Garré y Página/12

Desde el Ministerio de Defensa de Nilda Garré se da el primer caso. Allí, el subsecretario de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, Andrés Carrasco, es quien trabaja en un informe para demostrar que el glifosato, una de las tres patas del éxito de la soja, causa cáncer.

El boom de la soja se construyó sobre un paquete tecnológico que desarrolló el campo argentino integrado por: la soja transgénica, la utilización del glifosato y la siembre directa. Al atacar el glifosato, el principal herbicida para el cultivo, se ataca el corazón del modelo.

Carrasco es, además de funcionario nacional, un investigador de la UBA y el Conicet. Por eso, aunque no cuenta con el aval de ninguna de estas dos prestigiosas entidades, el oficialismo buscará instalar el informe en sus órbitas.

El ataque de Garré a la soja ya había empezado más temprano, cuando en una decisión política prohibió que en los destacamentos militares se cultivo soja trangénica.

Pero no concluye ahí. Gran parte de las notas sobre la posible relación de la soja con el cáncer se publicaron inicialmente en página/12, y no son pocos los que ven como ideólogo de la ofensiva al periodista y asesor político de Néstor Kirchner, Horacio verbitsky, que como se sabe tienen relación directa con Garré. Justamente, el sector del gobierno que pilotea esta avanzada.

De paso, el dengue

Que el senador Miguel Ángel Pichetto se haya transformado en el vocero oficial del gobierno por la epidemia del dengue ya aparece como algo que roza con lo insólito. Pero que además sea parte del ataque a la soja demuestra que el presidente del bloque del Frente para la Victoria no le tiembla el pulso a la hora de arremangarse y servir a los intereses del presidente del PJ, sin cuestionamientos.

Ayer, en el programa Desde el Llano, del periodista Joaquín Morales Solá por la emisora TN, Pichetto dijo sin tapujos que uno de los responsables del dengue era el cultivo de soja. Todo, mientras intentaba justificar la decisión del Senado de voltear la sesión para declarar la emergencia sanitaria, la cual se dio por un llamado de Kirchner a su celular.

Pichetto explicó días antes que lo que se buscó al no hacer lugar a la sesión fue “cuidar la imagen” del país, cosa que no hubiera sido factible en caso de aprobarse esa medida. En declaraciones formuladas en Bariloche, advirtió que "de ninguna manera vamos a sembrar la sensación de una catástrofe", poniendo como ejemplo lo mucho que les costó a localidades como El Bolsón y Bariloche recuperarse de "la crisis del hantavirus" en la década del 90.

Lo extraño, es que horas después vinculó directamente a la soja, el principal cultivo de todo el país que afecta a cientos de miles de hectáreas, con el dengue. Pero en su lectura, eso no es sembrar sensación de catástrofe.

Quien empezó a hacer investigaciones para buscar relación de la soja con el dengue es el Ministerio de Salud. Mientras todas las miradas apuntan a Graciela Ocaña por la crisis con esta enfermedad, sus despachos trabajan en sintonía con el proyecto anticampo.