Ruidos en la economía
La CTA se diferencia de la CGT y hace paro nacional
La central de trabajadores tradicional aliada al kirchnerismo prepara 135 actos en todo el territorio nacional. La medida se anuncia un día después de que la CGT dialoguista no obtuviera ningún tipo de respuesta del Gobierno ante la creciente ola de despidos. "Pedimos un blindaje social ante los 59.000 casos de trabajadores en conflicto que tenemos contabilizados", afirmó a LPO el líder sindical, Hugo Yasky.
La CTA anunció paro y movilizaciones para mañana. De esta manera, la central de trabajadores liderada por Hugo Yasky que tradicionalmente fue aliada del kirchnerismo se distancia del Gobierno y se diferencia de la CGT, cuya cúpula ayer tuvo una reunión con Cristina Kirchner, pero sólo consiguió recibir sonrisas y promesas de la mandataria.
“Vemos que la política del Gobierno se agota en el discurso que habla de la distribución, pero no se condice con hechos concretos -afirmó Yasky a La Política Online- Así queda clara en la falta de respuestas hacia las demandas de la CTA y en la reunión que ayer tuvieron con la CGT. “No vemos haya quedado claro ninguna iniciativa”.
Por eso, la CTA organizó paro y movilización. Sin un acto central, harán 135 acciones desplegadas en todo el territorio nacional. “El Gobierno ha hecho oídos sordos a todas las demandas que hemos presentado. Y no queremos que el 29 de junio, el día después de las elecciones, empiece un calvario para todos los trabajadores”, afirmó indignado Yasky. “Hay muchas situaciones que están siendo contenidas con subsidios del Estado, pero es una solución de coyuntura , pero nosotros pedimos medidas de fondos, reclamamos un blindaje social ante los 59.000 casos de trabajadores en conflicto que tenemos contabilizados", explicó.
Lo cierto es que la CTA no sólo quiere frenar los efectos de la crisis en los empleos, sino que además, vio la oportunidad para pasar al frente ante un Moyano condicionado por sus relaciones con Néstor Kirchner. En la decisión de la CTA prevaleció la interna sindical que la central de Yasky mantiene hace años con la CGT. Ambas organizaciones obreras pelean por liderar a los trabajadores.
La situación de Moyano
Si bien la medida de paro y movilización fue decidida en el Congreso nacional de la CTA realizado en marzo, no es casual que su anuncio se haga un día después de la reunión de Moyano con Cristina Kirchner.
Con este paro, el líder de la CGT está cada vez más presionado. Desde adentro y desde afuera.
Adentro de la CGT, la tensión viene de los dirigentes sindicales que no ven ningún beneficio en lo que Moyano negocia con el Gobierno y que sí notan –pese a que lo niegan rotundamente cada vez que se enciende un micrófono o grabador- que una posible ola de despidos masivos se les puede venir encima como tsunami si no hacen nada.
Y ahora se le suma esta presión desde afuera. Con esta medida crítica hacia el Gobierno, dejó en off side al líder sindical que se muestra cada vez más dialoguista, pero sin resultados concretos en la política. Se reúne con el matrimonio Kirchner como líder de la CGT para reclamar por la dramática situación de los trabajadores que sufren despidos y suspensiones, pero también lo hace como parte de la dirigencia del PJ cuando pide por más espacios en las listas de candidatos de las próximas elecciones legislativas. Pero en esos encuentros recibe más “no” que “sí”. La reunión que la cúpula de la central obrera tuvo ayer con la Presidenta fue más para la foto que una respuesta concreta a sus reclamos. "Este no es un buen momento para medidas de ese tipo", asegura el diario Clarín que dijo la mandataria.
“Vemos que la política del Gobierno se agota en el discurso que habla de la distribución, pero no se condice con hechos concretos -afirmó Yasky a La Política Online- Así queda clara en la falta de respuestas hacia las demandas de la CTA y en la reunión que ayer tuvieron con la CGT. “No vemos haya quedado claro ninguna iniciativa”.
Por eso, la CTA organizó paro y movilización. Sin un acto central, harán 135 acciones desplegadas en todo el territorio nacional. “El Gobierno ha hecho oídos sordos a todas las demandas que hemos presentado. Y no queremos que el 29 de junio, el día después de las elecciones, empiece un calvario para todos los trabajadores”, afirmó indignado Yasky. “Hay muchas situaciones que están siendo contenidas con subsidios del Estado, pero es una solución de coyuntura , pero nosotros pedimos medidas de fondos, reclamamos un blindaje social ante los 59.000 casos de trabajadores en conflicto que tenemos contabilizados", explicó.
Lo cierto es que la CTA no sólo quiere frenar los efectos de la crisis en los empleos, sino que además, vio la oportunidad para pasar al frente ante un Moyano condicionado por sus relaciones con Néstor Kirchner. En la decisión de la CTA prevaleció la interna sindical que la central de Yasky mantiene hace años con la CGT. Ambas organizaciones obreras pelean por liderar a los trabajadores.
La situación de Moyano
Si bien la medida de paro y movilización fue decidida en el Congreso nacional de la CTA realizado en marzo, no es casual que su anuncio se haga un día después de la reunión de Moyano con Cristina Kirchner.
Con este paro, el líder de la CGT está cada vez más presionado. Desde adentro y desde afuera.
Adentro de la CGT, la tensión viene de los dirigentes sindicales que no ven ningún beneficio en lo que Moyano negocia con el Gobierno y que sí notan –pese a que lo niegan rotundamente cada vez que se enciende un micrófono o grabador- que una posible ola de despidos masivos se les puede venir encima como tsunami si no hacen nada.
Y ahora se le suma esta presión desde afuera. Con esta medida crítica hacia el Gobierno, dejó en off side al líder sindical que se muestra cada vez más dialoguista, pero sin resultados concretos en la política. Se reúne con el matrimonio Kirchner como líder de la CGT para reclamar por la dramática situación de los trabajadores que sufren despidos y suspensiones, pero también lo hace como parte de la dirigencia del PJ cuando pide por más espacios en las listas de candidatos de las próximas elecciones legislativas. Pero en esos encuentros recibe más “no” que “sí”. La reunión que la cúpula de la central obrera tuvo ayer con la Presidenta fue más para la foto que una respuesta concreta a sus reclamos. "Este no es un buen momento para medidas de ese tipo", asegura el diario Clarín que dijo la mandataria.