El banquero Brito se empieza a abrir de Kirchner

Presente en todos los actos oficiales, beneficiado con negocios inmobiliarios y hasta financista de Racing, ahora traba la entrada del Estado al directorio del Banco Macro, como ya se hizo en otras firmas por la herencia de acciones de las AFJP. Kirchner, furioso porque la entidad compra dólares y por un aparente encuentro con Michetti.
Todos los presidentes suelen tener a mano un banquero amigo, y el de Néstor Kirchner fue desde siempre Jorge Brito. Pero la cosa parece estar cambiando. El dueño del Banco Macro comienza a tomar distancia mientras que algunas operaciones comerciales y contactos políticos generan furia en el bunker del ex presidente en la Quinta de Olivos.

Brito es un asistente infaltable a cada acto oficial, ya sea en la residencia presidencial o la Casa Rosada, beneficiado con importantes negocios inmobiliarios en Puerto Madero y a quien Kirchner llevó para resucitar a su querido Racing Club, un club quebrado, donde Macro se hizo cargo de la publicidad en la camiseta y allí permanece desde hace años.

Sin embargo, la relación tuvo un vuelco importante apoyado en varias aristas. Una de ellas, es la conformación del directorio del banco de Brito.

Como ocurrió en varias empresas, como Techint o Telefónica, el Estado se hizo con acciones de importantes compañías cuando tomó los fondos que administraban las AFJP. Con la herencia, reclamó lugares en los directorios, lo cual le está empezando a traer problemas con el sector empresarial. Entre esos casos, está el Banco Macro.

Según informa hoy El Cronista Comercial, al conflicto con el gigante de Paolo Rocca el gobierno le sumó otro con la entidad que comanda Brito. Ayer, Macro respondió a la ANSeS que ampliará con un miembro el directorio para consolidar la fusión con el Banco Bisel, pero todavía no considera ceder un lugar al Estado. Una forma de dilatar una decisión que amenaza con derivar en una disputa de poderes.

La bronca de Kirchner, igualmente, no tendría que ver directamente con esta negativa escondida detrás de una dilatada decisión. La cuestión, viene por el lado de la fidelidad.

Si algo el gobierno necesita de un banquero es respaldo al modelo económico. Por eso, fuentes del mercado explican que el ex mandatario enfureció cuando se enteró que el Banco Macro es uno de los principales compradores de dólares de la última semana. Para Kirchner, esto huele a traición.

La misma sensación le generaron los rumores de un encuentro privado de Brito con Gabriela Michetti, la candidata a diputada del macrismo y segunda de Mauricio Macri en la ciudad. Las voces aseguran que allí el banquero comprometió su apoyo –o sea, dinero- para la campaña de PRO.

Desde el despacho de Michetti, sin embargo, negaron esta reunión. Voceros de la vicejefe de Gobierno afirmaron a La Política Online que el nombre de Brito nunca pasó por la agenda de Michetti y que no existe relación entre ellos. La duda, al menos, quedó instalada.

Brito suele diversificar sus inversiones políticas. Por un lado, y más allá del enojo K, sigue cultivando su estrecha relación con el jefe de Gabinete, Sergio Massa, que tantos beneficios le generó en los últimos años.