Golpeada, Lilita Carrió no logra salir de su propio laberinto

La UCR la presiona por las candidaturas mientras ella cree que el país pasará momentos muy complicados. Su preocupación por el armado en Córdoba, las razones de su distanciamiento con Patricia Bullrich, su enojo pasajero con Adrián Pérez, la situación de Terragno y los inconvenientes que generó el adelantamiento de elecciones. La furia y las amenazas de Cabanchik y los problemas para armar las listas en Capital y Provincia. En su espacio no saben aún si será candidata o no.
Elisa Carrió pasa momentos poco gratos. Estuvo refugiada desde el fallecimiento de Raúl Alfonsín y siquiera atiende por teléfono a sus seguidores más fieles. Sólo a un grupo reducido de personas, a quienes confiesa su intranquilidad y su angustia por los días que vive el país y la situación política al interior de su espacio.

A su alrededor cuentan que está desencantada con sus propios dirigentes y que la movida de los Kirchner al adelantar las elecciones complica aún más el panorama de la Argentina.

A esto se le suma una serie de hechos que terminaron marginándola por semanas de los medios de comunicación. Primero la muerte del ex presidente, luego la semana Santa y finalmente la desazón por el futuro del país, al que ve con ojos preocupados.

Pero sin dudas las complicaciones que surgieron en los últimos tiempos en su propio espacio también colaboraron para que “Lilita” se muestre angustiada y, por momentos, irascible con los suyos.

Presión de la UCR


Uno de los temas que la desvela tiene que ver con la presión que ya ejerce sobre su figura el radicalismo. En especial, en la provincia de Buenos Aires, donde el cobismo y Margarita Stolbizer avanzan en un acuerdo que podría trascender las legislativas.

En la ciudad, la UCR pretende al menos un lugar entre los tres primeros para la Legislatura porteña y sueña con colocar dos entre los cinco primeros en la lista del Congreso.

En este marco, desde el partido de Leandro N. Alem habían deslizado el nombre de Rodolfo Terragno como candidato a diputado nacional. Sin embargo, la líder de la CC lo vetó y le solicitó a los suyos que le envíen el mensaje a los caciques de la UCR.

También, en Córdoba el radicalismo le da dolores de cabeza: una parte del histórico partido se niega a cerrar un acuerdo con Luis Juez, algo que pretendía “Lilita” para la provincia.

Todo esto se da en el marco de una fuerte incertidumbre alrededor de su candidatura. Es que en la Coalición Cívica nadie puede afirmar tajantemente que su líder vaya a jugar en la ciudad.

Y, si bien no son pocos los que creen que así perderán a manos del macrismo, Carrió está contenta con la candidatura de Alfonso Prat Gay y piensa que, como piso, tendrá un 15% con grandes chances de crecer mucho más.

Enojos y distanciamientos

No sólo la UCR genera problemas. Hace un par de meses Carrió se distanció de la diputada Patricia Bullrich y dejó de recibirla como solía hacerlo antes. ¿El motivo? La caída del intento por cerrar con el macrismo una lista común, con o sin Gabriela Michetti como candidata. De todas formas, sigue dialogando con ella, en especial por el tema de la fiscalización de los comicios.

Por otro lado, “Lilita” se enojó con su jefe del bloque de Diputados, Adrián Pérez. Si bien la bronca le duró poco, le recriminó su negativa a encabezar la lista de legisladores porteños.

La única chance por la cual el diputado sería candidato (tiene mandato hasta 2011) hubiese sido si Eric Calcagno renunciaba a su banca como senador por la provincia de Buenos Aires, una opción que barajó Néstor Kirchner.

De todos modos, Pérez ha sido uno de los diputados que más creció de la mano de Carrió y quien articuló gran cantidad de iniciativas junto al resto de la oposición, en consonancia con lo que le pedía la líder de la CC.

Cabanchik, enfurecido y amenazante

Otro dirigente que le trajo fuertes dolores de cabeza fue el senador por la Capital Federal, Samuel Cabanchik.

En primer lugar, cuando fue el cierre del acuerdo con la UCR, el senador la llamó para recriminarle a “Lilita” por qué no lo había consultado antes de terminar de anudar la estrategia con el partido. Ante esto, la reacción de Carrió fue una tímida risa.

Luego, semanas después, enfureció cuando toda la oposición presentó el proyecto de Boleta Única, algo en lo que venía trabajando desde que asumió. En ese marco, despotricó contra Gerardo Conte Grand y fue a quejarse con Carrió por lo que había considerado una “injusticia”.

Ante esto, amenazó entre los suyos con irse de la Coalición y hasta tiró que armaría su propio partido. Para empezar dejó en el camino a algunos dirigentes de Unión por Todos, el partido de Bullrich, que estaban con él.

Como si fuera poco, a Cabanchik se lo ve celoso de su compañera de bancada, María Eugenia Estenssoro, quien, además de gozar de la confianza de líder de la CC, tiene un perfil más alto que él.