Problemas en la economía

El dilema de Argentina: ¿Depresión o Recesión?

La economía argentina comenzó a desacelerarse en el 2007 y tuvo sus últimos números positivos en el primer semestre del año pasado. Desde enero el país está técnicamente en recesión. La pregunta es si este estancamiento desembocará en una depresión económica. Porqué en realidad, la recaudación cayó un 10 por ciento.
Cuando los economistas hablan de recesión, se refirieren a una reducción del Producto Interior Bruto. Técnicamente se considera que un país está en recesión cuando el PIB decrece tras dos trimestres de caídas consecutivas. En cambio, una depresión económica, hace referencia a una caída de más del 10% del PIB en un año. No es habitual, pero puede suceder. Podemos citar la crisis de 2002 como una depresión y el período 1999-2001 o el Tequila en 1995 como una recesión.

Antes de entrar en una depresión, los países normalmente viven una recesión y anteriormente una desaceleración de su economía.

La economía argentina comenzó a desacelerase en el 2007 (reducción en la tasa de crecimiento) y esta situación se agravó en el primer semestre de 2008, que fue el último con números positivos. Desde el tercer trimestre de 2008 la economía argentina comenzó a contraerse; por lo que desde enero de este año técnicamente estamos en recesión. De esta forma, la pregunta que surge es si la misma podría transformase en una depresión.

El problema con los datos


La mejor forma de saber en que momento de la crisis se encuentra situado un país es recurrir a los datos de crecimiento. Lamentablemente desde la intervención del Indec la Argentina dejó de tener estadísticas confiables. Esto obliga a recurrir a estimaciones privadas o interpretar los datos que da el gobierno que aún no han sido manipulados, como la recaudación.

En febrero, la recaudación subió un 16% en términos nominales. Pero en si le descontamos una inflación de al menos 21%, nos da una baja del 5% en valores reales. Por lo que estamos hablando de una contracción en la economía, pero no a tasas alarmantes. El problema es que si descontamos los 1.500 millones por la nacionalización de las AFJP, tenemos una baja de la recaudación del 10% en términos reales. Esta cifra si habré una alarma en las cuentas publicas.

El llamado anticipado a elecciones legislativas deja al descubierto la necesidad del gobierno de reconstruir su capital político después de una importante merma durante los últimos meses. El control de la caja ha sido la clave del éxito político de los Kirschner en el pasado y seguramente será la estrategia para encarar las próximas elecciones.

El problema con esta estrategia es que la recaudación viene cayendo y nada indica que la tendencia vaya a revertirse. Además, el gasto se incremento un 25% durante enero de 2009, por lo que el gobierno necesitaría fondos alternativos para hacer frente a las próximas elecciones. En un contexto recesivo es muy difícil encontrar los mismos.

Claramente desde el Gobierno se dieron cuenta que el segundo semestre será muy duro para el país y habrá pocos fondos disponibles y no descartan un escenario fuertemente recesivo.

Posibles escenarios


Dependiendo de los resultados de las próximas elecciones y de las acciones del Gobierno después de junio empezará a quedar claro si el país podrá escapar de una posible depresión para simplemente pasar por una recesión, que podrá ser dura pero no catastrófica.

Los datos económicos son peores cada día y no se ve que el gobierno acierte en la respuesta a la crisis. Luego de las elecciones, una posible salida –pero muy difícil de implemntar para el kirchnerismo por su posición ideológica- sería realizar un ajuste del gasto publico y lograr un acuerdo con una da las ultimas fuentes de financiamiento que podrían quedarle al país, como es el FMI.