Macri anunció que el 28 de junio los porteños irán a las urnas y no quiso confirmar la candidatura de Michetti. Cómo se gestó la decisión en el seno del PRO, el enojo del jefe de gobierno con su compañera de fórmula, la presión de los ministros y las operaciones cruzadas. La influencia de Jaime Durán Barba y los entretelones de una decisión que golpea a la alianza con Solá y De Narváez.
Por Ezequiel Spillman
Las elecciones serán desdobladas. Esta es la decisión que tomó finalmente Mauricio Macri luego de semanas de especulaciones y operaciones cruzadas entre distintos sectores del PRO.
En una jugada conservadora, ahora el macrismo apostará fuertemente a sostener su hegemonía en la ciudad aunque a nivel nacional su crecimiento se vea minado. Reuniones
La decisión empezó a gestarse el viernes de la semana pasada cuando se reunieron en la casa del jefe de gobierno los ministros y altos dirigentes del PRO.
Allí el pedido de los ministros de su gabinete fue unánime: le dijeron que era imperioso desdoblar las elecciones por tres razones.
En primer lugar concentrarse en la gestión; en segundo lugar, visualizando la crisis económica, llegar en mejores condiciones a los comicios, en especial financieramente (ya Macri comenzó a ajustar las cuentas en varios ministerios).
Y, en tercer lugar, la necesidad de contar con una mayoría propia de 31 diputados en la Legislatura porteña sí o sí (actualmente son 26 aunque renuevan 12 de ellos). A ellos, claro está, ya se habían sumado Gabriela Michetti y el secretario general Marcos Peña. Después de ese encuentro clave, desde el macrismo ya comenzaban a surgir fuertes rumores de desdoblamiento.
Algunos hablaban de que estaba cerrado en un “90%”, otros decían que el fin de semana era clave (aunque la vicejefa viajaba a Guatemala) para la decisión. “Nadie quería decir nada porque si se filtraba se caía la operación”, reveló a este medio una fuente con despacho en Bolívar I.
En este marco, Horacio Rodríguez Larreta seguía sosteniendo, hasta hace dos días, que los comicios serían unificados.
También los diputados nacionales, encabezados por el jefe del bloque, Federico Pinedo, la pata peronista porteña (como el legislador Cristian Ritondo) y hasta Felipe Solá pretendían que se unifiquen para intentar derrotar a Elisa Carrió y posicionar a Macri para las presidenciales de 2011.
En este clima en la cúpula del PRO se hablaba de una “cobización” de Michetti por su tozudez para escapar a una candidatura nacional y su presión por desdoblar. “La única forma de que Gabriela sea candidata al Congreso es que también lo sea Horacio”, bromeaban en el macrismo.
Por otro lado, Michetti quiere ser legisladora por dos motivos: por un lado quedarse con el control de la Legislatura porteña (se habló de la posibilidad de que Esteban Bullrich juegue en la ciudad y se quede con la vicepresidencia) y por el otro por su temor a competir en una elección con Carrió y con Aníbal Ibarra.
Esta fue otra de las razones del desdoblamiento. De todas maneras, en la conferencia de prensa, Macri no quiso responder sobre candidaturas.
A pesar de la decisión de Macri, el jefe de gobierno estuvo muy enojado con su compañera de fórmula. Entre sus íntimos se mostró desconfiado y hasta deslizó la posibilidad de que se transforme en una “pequeña Cobos”.
A tal punto que cuando volvió de Londres estuvo cuatro días sin hablar con ella y recién se encontraron cuando se abrieron las sesiones ordinarias en la Legislatura. Ese día se fueron a almorzar e intentaron acercar posiciones.
Durán Barba, una clave en la decisión
En este contexto, durante toda esta semana el analista y asesor ecuatoriano predilecto por Macri, Jaime Durán Barba, estuvo acompañando al jefe de gobierno y participó de muchas reuniones con dirigentes y diputados del PRO.
Uno de los argumentos más fuertes que le dio el ecuatoriano para el desdoblamiento fue que era una oportunidad para quedarse con la Capital Federal. “Si realmente piensa que tiene la mejor gestión, ¿por qué unificar elecciones y no plebiscitarla?”, le repitió a Macri.
“Si las encuestas te dan bien en la ciudad, ¿por qué arriesgar en las nacionales?”, agregó Durán Barba en otro de los encuentros privados de los tanto que mantuvo en esta semana con Macri.
Solá y De Narváez
Asimismo, el desdoblamiento implica que la alianza con Felipe Solá y Francisco De Narváez todavía es débil. El domingo el ex gobernador había expresado su deseo de hacer campaña con Michetti en elecciones unificadas y con la viceja como candidata a diputada nacional.
En este marco, consultado sobre la reacción de Solá y del ex dueño de Casa Tía, el jefe de gobierno se negó a contestar y dijo que las candidaturas se decidirán más adelante.
Sin embargo, a sabiendas de que aún no conduce esa alianza tripartita, Macri tomó una decisión que, entre otras lecturas, implica que Michetti tiene mucho más poder que cualquier otro dirigente del PRO. Y esto supone, claramente, que la puerta para la jefatura de gobierno quedó abierta para ella.