“Israel nunca se fue de Gaza, sólo cambió la forma de ocupación”

El palestino Mustafá Barghouti se distancia de Al Fatah y del fundamentalismo de Hamas, encabezando una tercera fuerza en el país con mucho peso en la Franja. Dice que la ofensiva israelí es una "guerra criminal" con la intención de "reocupar Gaza" y que el país vecino tenía sitiada la ciudad atacando los intentos de ayuda.
El gran músico argentino Daniel Barenboim es un excelente amigo del destacado político palestino Mustafá Barghouti, para muchos una personalidad con un futuro extraordinario para poder hallar una solución de consenso entre las fracciones palestinas. Barghouti es la tercera fuerza, no violenta, contraria a la corrupción, democrática, superadora del anacronismo de Fatah y el fundamentalismo de Hamas, que puede con apoyo popular lograr la unidad de Palestina y el avance hacia un estado democrático, cuenta Clarín.

Esta amistad entre el judío y el palestino está cimentada en profundas convicciones compartidas sobre cómo abordar la crisis interminable entre ambas comunidades a través del diálogo y la cooperación. "Daniel ha venido con su orquesta a tocar aquí y creo que fueron momentos inolvidables de fraternidad", explica Barghouti al diario en su despacho de Secretario General de la Iniciativa Nacional Palestina. Este movimiento fue fundado junto con el escritor Edward Said, quien organizó con Barenboim la experiencia de la Orquesta clásica integrada por músicos palestinos e israelíes.

Barghouti es médico y se ha graduado como Licenciado en Economía y Negocios en la prestigiosa universidad de Stanford (EE.UU.). Fue candidato a presidente en las elecciones de 2005, cuando salió segundo, luego del actual titular de la Autoridad Palestina Mahmud Abbas.

"Lo que está sucediendo no es una invasión sino una guerra criminal planeada a sangre fría con la intención de reocupar Gaza y cambiar el régimen de gobierno. Hamas no rompió la tregua de cese del fuego: fue Israel. El cese de fuego incluye una cláusula de que debe levantarse todo embargo en la llegada de alimentos, medicinas, y lo necesario para la población civil. Israel mantuvo y acentuó el embargo. El resultado es que enfrentamos la peor crisis humanitaria". Barghouthi, diputado de la Asamblea Palestina, señala que "Israel rompió el cese del fuego cuando llevó a cabo varios ataques dentro de Gaza el 4 de noviembre pasado. En uno murieron seis palestinos. A partir de ese momento se produjo una escalada".

Pero, Israel se retiró de la Franja de Gaza en 2005.

De ninguna manera concluyó la ocupación porque se prosiguió con el férreo control de las fronteras, el espacio aéreo y marítimo y han realizado varias operaciones militares contra Gaza. De hecho, Israel ha sitiado a Gaza, cuyos habitantes viven al borde del hambre. Las naves que han intentado llevar ayuda han sido atacadas. No se han ido, han cambiado la forma de la ocupación. Lo que han hecho es de un salvajismo inaceptable, matando a más de mil palestinos en buena parte niños y mujeres.

Para lograr una solución, ¿no es necesario que se supere la fractura entre los palestinos, unos en Gaza los otros aquí en Ramallah?

Fatah y Hamas cometieron el mismo error. En 1993 Fatah creyó que el proceso de Oslo era la solución y en 2006, cuando ganó las elecciones, Hamas cometió la misma equivocación. Creyeron que esa autoridad era real y comenzaron a pelear por una autoridad que no existía porque es una autoridad bajo ocupación. Necesitamos líderes, no gobernantes. En Gaza y aquí se arrestan palestinos, se impide la libertad de palabra. Para reconstruir la unidad Fatah y Hamas deben convencerse de que ninguno de los dos puede gobernar solo, es imposible.

Yo recuerdo en mis viajes por Gaza que las acusaciones de corrupción eran tremendas.

Tiene razón. La corrupción tiene dos formas. Una, financiera, por la que Fatah está pagando un fuerte precio político. La forma principal de corrupción en Palestina es el clientelismo, el nepotismo, la mentalidad de clanes. Para un empleo, cualquiera, lo que se pide es que el candidato sea del partido o de la familia. Esto ha llegado a límites sin precedentes. Con Hamas es más o menos lo mismo. Sólo nombran a su gente, sólo confían en ellos. Nosotros combatimos con todas las fuerzas contra esta corrupción. Esta corrupción ha debilitado a todos los partidos, diez o doce, que forman Al Fatah o Hamas. No pueden funcionar sin financiar una amplia burocracia, la clientela.

¿Es posible luchar con Israel sin una Palestina unida?

No, es imposible. Es un proceso muy difícil pero imposible de evitar. Tenemos que estar juntos. Nosotros, como tercera fuerza, tratamos de operar como una balanza, un catalizador. Somos independientes y no tenemos sombra de corrupción. Nuestra influencia está creciendo ahora en toda Palestina, pero especialmente en Gaza. Hay mucha gente que critica el colaboracionismo de Al Fatah pero que tampoco está de acuerdo con el fundamentalismo de Hamas.