Los Kirchner chocan con Techint: intervienen TGN

El ministro de Planificación, Julio de Vido, anunció que el Gobierno tendrá el control de la compañía de gas por 120 días. Designaron a Roberto Pons como interventor y no descartan rescindir el contrato de concesión. Las razones que hay detrás de la medida.
El Gobierno abrió un nuevo frente. Esta vez con la industria. Y lo hizo contra el principal grupo de inversiones del país, Techint. El ministro de Planificación, Julio de Vido anunció hoy la intervención de la Transportadora de Gas del Norte (TGN) –empresa del grupo liderado por Paolo Rocca y la primera que declaró un default en la era kirchnerista-. El funcionario kirchnerista no descartó que se le quite la concesión si no cumple con la prestación de servicios.

La semana pasada TGN suspendió pagos por U$S 22 millones de su deuda financiera, a la vez que anticipó el inicio de un proceso de renegociación con sus acreedores, a quienes les adeuda un total de U$S 345 millones.

Este hecho fue el que habría determinado a las autoridades nacionales a impulsar la intervención de esa transportadora donde Tecgas, la firma de negocios energéticos liderada por Techint, tiene el 56% del capital social de Gasinvest, el grupo controlante de TGN.

De Vido, informó en conferencia de prensa que el interventor designado por el Enargas es Roberto Darío Pons, y no sustituirá al directorio, sino que tendrá la función de "coadministrar junto con el directorio", por un período de 120 días.

Esta diplomática manera de nombrar la intervención no es casual. Es que la "intervención" no está prevista en el marco regulatorio y contractual de TGN. Según el diario Clarín, en la interpretación de fuentes privadas, el Gobierno sólo podría auditar los números de la empresa para establecer si default se produjo por dificultades objetivas o una maniobra arbitraria.

En TGN, dice el matutino, alegaron que la suspensión de pagos se debió a varios motivos, entre ellos el congelamiento de las tarifas domésticas desde 1999, el aumento de los costos operativos y salariales y el recorte de las exportaciones de gas a Chile y Brasil dispuesto por el Gobierno para afrontar la crisis energética local. Y que tomaba la decisión para poder seguir prestando de manera "segura y confiable" el servicio.

Lo cierto es que hay dos razones más fuertes detrás de esta intervención. Por un lado, Rocca junto a las autoridades de la Unión Industrial Argentina (UIA) presionan cada vez más por una nueva devaluación para hacer más competitivo al sector ante la caída del real brasileño. Y para la paranoia oficial, no es menor que este fin de semana el propio Eduardo Duhalde haya manifestado que se necesita un dólar a 4,40 pesos. No hay que olvidar que el ex presidente tiene una excelente relación con las autoridades de Techint. Esto, en el mundo kirchnerista puede ser interpretado como una conspiración.

Pero Rocca le sumó un punto más al enojo del Gobierno. El titular de Techint les había advertido a los funcionarios que el plan canje de heladeras y los préstamos para comprar 0 Km baratos no iban a funcionar para empujar el empleo y la producción. La realidad de los últimos días, le dio la razón.

Se agotaron las heladeras, pero fueron las que estaban en stock, no se produjeron más. Y, los locales, comenzaron a vender las que fabrican en Brasil. En el caso de los autos, las concesionarias toman reservas mientras esperan que el Gobierno les envíe la información completa sobre cómo serán los esquemas de pagos.

Un dato no menor es que entre los acreedores perjudicados por el default de TGN figura la propia Anses. La administración comandada por Amado Boudou, después de la estatización de las AFJP, tiene en su poder las obligaciones negociables de la empresa por un monto total que sería mayor a los 30 millones de dólares.