PJ porteño

Kravetz le escapa a Kirchner y juega a la ruptura

El PJ porteño realizó ayer su primer acto sin Alberto Fernández, con la presencia de Néstor y Cristina Kirchner. Sindicalistas, autoridades partidarias y dirigentes fueron de la partida. Sorprendió la ausencia de Diego Kravetz y otros tres legisladores albertistas. El ex presidente ya había golpeado al todavía jefe de la bancada oficialista porque "labura más para Macri que para nosotros".
Cristina estaba radiante, feliz, rodeada de las Madres de Plaza de Mayo, Víctor Heredia, el flaco Dolina, Mona Moncalvillo y otros íconos de la etapa previa a la democracia, cuando Tato Bores, la revista Humor y algunos políticos como Deolindo Bittel, Saúl Ubaldini y Germán Abdala, entre tantos otros, hacían malabares para denunciar a la dictadura sin perder la vida.

A su lado, sonreía Néstor, mientras la Presidenta repartía distinciones desde el palco, bajo la atenta mirada del sindicalista Víctor Santa María, promotor junto a otros capitostes del PJ porteño del acto realizado en Parque Norte para homenajear a quienes contribuyeron a recuperar la democracia.

Hasta aquí la crónica formal. Pero el subtexto político del acto de anoche fue rico en señales hacia el interior del kirchnerismo porteño. Más por sus ausencias que por las presencias. Es decir, es obvio que si van las dos máximas figuras del peronismo a nivel nacional, la asistencia debía ser perfecta. Pero no fue así.

En primer lugar, el gran ausente de la noche fue el todavía titular del PJ porteño, Alberto Fernández, quien continúa paseando por Europa junto a su pareja, la diputada Vilma Ibarra, que con sus vacaciones, le quitó al oficialismo un voto en la decisiva sanción de la nacionalización de las AFJP.

“La lectura política es obvia, Néstor y Cristina vinieron a bendecir a la nueva conducción del PJ porteño que se está construyendo y que obviamente no lidera ni conduce Alberto Fernández”, explicó a La Política Online un destacado dirigente del distrito. En ese sentido, avanza la idea de conformar una Comisión de Acción Política (CAP) que reemplace a Alberto en la conducción del PJ porteño, y que podrían integrar los ex ministros Ginés González García y Rafael Bielsa, entre otros.

Como sea ayer estaban en Parque Norte, además del mencionado Santa María, Guillermo Oliveri, Daniel Filmus, Andrés Rodríguez, Gabriela Cerruti, Carlos Tomada, Sandra Bergenfeld,  Emilio Pérsico -mucho menos crítico de lo que sale en los medios-, prácticamente todos los parlamentarios nacionales del PJ porteño y la mayoría de los legisladores de la Ciudad, encabezados por Juan Manuel Olmos.

Sin embargo, la nota la dio el jefe del bloque, Diego Kravetz, quien pese a haber sido formalmente invitado a compartir el festejo con Néstor Y Cristina Kirchner, eludió el convite y arrastró en el desplante al matrimonio presidencial, a los pocos legisladores albertistas que quedan: Cristian Assinelli, Silvia La Ruffa y Alicia Bello.

La duda ahora es si esta notable “gaffe” política terminará cristalizando en una ruptura del bloque, aunque ciertamente entre los mencionados no parece abundar el coraje necesario para enfrentar a los Kirchner.

Kravetz con los teléfonos cortados

La decadencia política del jefe del bloque kirchnerista, comenzó con la salida de Alberto Fernández del gobierno nacional, en muy malos términos, sobre todo con Cristina Kirchner. Sin consenso interno, lo único que sostuvo a Kravetz contra viento y marea al frente del bloque fue su obediencia incondicional al entonces poderoso jefe de Gabinete.

El problema es que o bien por instrucción de su superior o por intereses particulares, Kravetz inició con Mauricio Macri en el poder una oposición Light, que combinaba críticas mediáticas a la gestión macrista, con un respaldo total en la Legislatura a la hora de votar las iniciativas que mandaba el jefe de Gobierno.

Néstor Kirchner no tardó en descubrir el juego, y tal como anticipó La Política Online en exclusiva, en un encuentro con dirigentes del distrito afirmó: “Ojo con Kravetz, labura más para Macri que para nosotros, lo tengo chequeado”.

El impacto de las palabras de Kirchner fue tan grande que obligó al deteriorado jefe de bloque a un retroceso táctico, interpretado en el acto de ayer de Parque Norte con el típico humor peronista: “Diego no vino porque le tiene miedo a Néstor, le anda escapando”, festejaban.

Como sea, y en un plano mas letal para los intereses de Kravetz, en el gobierno porteño tomaron debida nota de su debilitamiento y ya empezaron a buscar otros interlocutores de la oposición para garantizarse los votos que eventualmente necesiten.

Esto le pega en lugares particularmente delicados al jefe de bloque, como ser la negociación que con paciencia venía tejiendo en torno a la política de vivienda, el IVC y otros lugares de gran manejo de presupuesto, contratos, y otras cuestiones que suelen atraer la atención de los políticos.