Milei Presidente

Schiaretti quiere liderar el postcristinismo y rearmar el centro

A días de su salida del poder, en el PJ lo ven como un negociador de la gobernabilidad de Llaryora y el constructor de un espacio sin Lá Cámpora ni el PRO libertario.

Negociar la gobernabilidad y reconfigurar un espacio de centro, con el peronismo nacional sin el kirchnerismo conduciéndolo. Esas son las premisas de Juan Schiaretti para su futuro inmediato, el que comenzará el 10 de diciembre, cuando le entregue el bastón de mando y le coloque la banda de gobernador a Martín Llaryora, su heredero.

Celebrando sin disimulo la derrota de Sergio Massa y, particularmente, de Áxel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, el schiarettismo duro entienden que el gobernador saliente "abrirá la discusión" ante la "descomposición" del PJ nacional.

Sin disimulo, también, Alejandra Vigo dijo que "el nuevo escenario" tras la doble derrota "significa una oportunidad para fortalecer y trabajar por un peronismo republciano y federal".

Schiaretti sabe que Llaryora no podrá distraerse el próximo año de la gestión. Por eso se propone, y los llaryoristas entienden que es positivo, como un "negociador de la gobernabilidad", con una agenda propia que incluye que fluyan los fondos de la Anses hacia la Caja de Jubilaciones, la rediscusiòn de los subsidios a las tarifas, obras para Córdoba y un plan de quita de retenciones. No hay sorpresas: es la agenda que planteó en la campaña.

Definido el balotaje, las prioridades del peronismo cordobés son tres: que Llaryora termine de conformar su gabinete. Luego, completar el equipo que sostendrá la gestión de Daniel Passerini en la Municipalidad. Y un tercer tema, complejo tras los resultados electorales de este año, elegir al candidato para retener la ciudad de Río Cuarto.

Río Cuarto es la capital alterna de la provincia, pero sobre todo es el corazón político del sur cordobés. Su intendente, Juan Manuel Llamosas, encabezó la lista sábana de legisladores, pero perdió la elección, por lo que sus acciones quedaron devaluadas en la interna. Por eso, no asumirá ahora en la Unicameral y se quedará en Río Cuarto hasta resolver su situación.

La de Río Cuarto será la única elección en 2024, y Llaryora no quiere perder ese primer test electoral. El miedo es justificado: en la elección provincial de junio, Luis Juez se impuso en esa ciudad. Ahora, la ola libertaria la tiñó de lila.

Schiaretti se atribuye el triunfo de Milei en Córdoba y quiere ser el nexo con las provincias

Recostándose en el conocimiento que tuvo su figura después de los debate, y con focus group en los que se pondera su seriedad y preparación, Schiaretti iniciará el camino de conquista del peronismo nacional. Él repite que el justicialismo estuvo "secuestrado por los Kirchner".

Con La Cámpora replegada al Conurbano y con Juntos por el Cambio implosionado, en el schiarettismo creen que es el momento de "fundar algo nuevo", en el mismo sentido que imaginó cuando habló de "frente de frentes". En ese marco, esperan que emigren algunos diputados del bloque de Unión por la Patria para recalar en el del peronismo federal.

Con la ultraderechización de Macri, en el peronismo cordobés sostienen que Schiaretti se mantendrá en el centro. "Schiaretti es predecible y coherente", dice un colaborador del gobernador, una forma de dar a entender que el mandatario saliente insistirá con el fallido proyecto político de la ancha avenida del medio.