Por la inseguridad narco, la Iglesia pone a Schiaretti a la defensiva: "No somos Rosario"

El obispo de Córdoba dijo que si se descuida, Córdoba puede ser como la ciudad santafesina en tres meses.

"Solemos decir que esto no es Rosario; no es Rosario todavía. Estamos en un momento en el que casi depende de nosotros que esto no sea Rosario. Pero si nos descuidamos, va a ser Rosario en tres meses, o ya lo es, y será más descarado a la vista".

Con esta frase, monseñor Ángel Rossi, obispo de Córdoba, detonó una bomba en el inicio de la campaña electoral al comparar la capital de esta provincia con su Rosario, en medio de una escalada narco sin precedentes en el país.

Las declaraciones del obispo son una respuesta pública al ataque del que fue víctima Mariano Oberlin, un sacerdote de barrio Müller que desde hace una década advierte del avance de las organizaciones de narcotráfico, el copamiento de los territorios y la captación de menores. Oberlin recibió una amenaza directa: el centro de rehabilitación que él montó en el barrio hace más de 10 años recibió una descarga de escopeta.

La arremetida del jefe de la Iglesia de Córdoba siguió así: "No pedimos nada raro, ningún privilegio ni nada, sino que se cuide el barrio. Nosotros tenemos acceso a las autoridades, pero el tema es que lo que nos pasa a nosotros, más allá de estos disparos, es lo que le pasa al común de la gente. Acá los únicos que progresan son los que hacen mal las cosas". Fue un disparo al corazón del discurso oficialista.

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Rossi agregó en declaraciones a radio Mitre: "Yo siempre he valorado el trabajo de la Policía, de la seguridad. Pero si Mariano (Oberlin) sale a dar una vuelta y pesca el auto del atentado, si él lo pudo descubrir a la criolla, está clarísimo que quienes tienen a su mano la responsabilidad fácilmente podrían hacerlo. No lo digo en desmedro de la Policía, que yo siempre valoro los gestos de la Policía, pero hay algo que está sin funcionar".

Por el impacto de la crítica de Rossi, el ministro de Gobierno y Seguridad, Julián López se vio obligado a responder: "Córdoba no es Rosario", dijo, pero reconoció que el Gobierno debe "profundizar las acciones".

Días atrás, Luis Juez, el candidato a gobernador de Juntos por el Cambio, había anticipado en LPO que uno de los focos de su campaña será la inseguridad: "Córdoba es una mini Rosario", había dicho el senador, casi en consonancia con el discurso del obispo Rossi.

Claudio Stampalija, el secretario de Seguridad de la Provincia, aportó datos para contrarrestar la ofensiva de la oposición: dijo que la situación es "incomparable" con Rosario. Apuntó que la tasa de homicidios en Rosario fue en 2022 de 22 cada 100.000 habitantes, mientras que en Córdoba fue de 2,46. "Córdoba se encuentra en las antípodas de Rosario y Santa Fe", dijo Stampalija.

Resta saber si los datos pueden desactivar la bomba que lanzó monseñor Rossi, para quien el ataque al cura Oberlin "es un símbolo, casi en caricatura, de lo que estamos viviendo, que no es sólo ahí (en barrio Müller), sino que está generalizado en los barrios".