Chile

Boric prepara un tercer cambio de gabinete para calmar las internas del Gobierno

En su primer aniversario en el Palacio de la Moneda, se esperan más espacios para la ex Concertación.

Gabriel Boric cumple un año desde que asumió el poder en Chile en un contexto de fuerte debilidad. La reforma constitucional quedó truncada y en un nuevo y complejo proceso que espera votación en septiembre y la crisis migratoria y de seguridad afectan el día a día de su gobierno. 

Además, el país lleva tres semanas incendios forestales que, según el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, afectó 458.157 hectáreas y provocó 25 muertos.

La Corporación Chilena de la Madera (Corma) informó también que se calcula que las pérdidas económicas por los intensos incendios forestales que han afectado al país durante este año sumarían más de 600.000.000 de dólares.

Tras la derrota, Boric gira al centro y suma ex funcionarios de Lagos y Bachelet

En este marco, Boric está trabajando en un nuevo cambio de gabinete, el segundo en un año. El anterior se llevó a cabo luego de la dura derrota en el plebiscito de salida y marcó el ingreso de los partidos de la ex Concertación a la mesa chica del Gobierno. Carolina Tocha, del Partido por la Democracia, y Ana Lya Uriarte del Socialismo Democrático, fueron designadas en el ministerio del Interior y la Secretaria General de la Presidencia, respectivamente, siendo hasta hoy las funcionarias más importantes.  La gestión de Tohá encabeza una militarización de la frontera norte para frenar la migración ilegal de venezolanos y peruanos y ha generado críticos en los sectores progresistas. 

Según pudo saber LPO con fuentes cercanas a las negociaciones, el cambio tendrá dos líneas definidas. Por una lado, una mayor adecuación de ministerios y subsecretarias/jefaturas de servicios al poder real de la coalición (hoy más cargada para el sector de Boric de Apruebo Dignidad, en especial en las segundas) y el reemplazo de ministerios cuestionados. Una de las ministras que están en el ojo de la tormenta es la Canciller Antonia Urrejola, quien viene acumulando como el de estar vacaciones en plena crisis de los incendios y el audio filtrado donde habla mal del canciller argentino Santiago Cafiero. 

Según pudo saber LPO con fuentes cercanas a las negociaciones, el cambio tendrá dos líneas definidas. Por una lado, una mayor adecuación de ministerios y subsecretarias/jefaturas de servicios al poder real de la coalición (hoy más cargada para el sector de Boric de Apruebo Dignidad, en especial en las segundas) y el reemplazo de ministerios cuestionados

Uno de los nombres que aparece para reemplazarla es Paula Narvaez, ex candidata a presidente del Partido Socialista y actual embajadora en las Naciones Unidas. Esto aumentará el poder del PS dentro del gobierno. "Todos los gestos tienen que ir a los sectores moderados", anticipa una fuente cercana a los socialistas. 

Giorgio Jackson es uno de los funcionarios que podría dejar el cargo.

Esto también se cruza con la decisión del PPD y el Partido Radical de abrir lista aparte incluyendo a la Democracia Cristiana para las elecciones a Constituyentes, un conflicto que involucró a los ex presidentes Michel Bachelet y Ricardo Lagos, adelantado por LPO. "No les da para represalia. Menos con Tohá de Ministra de Interior. Tienes muchos ministros con bajísimo conocimiento. Eso es problema en cualquier lado para transmitir agenda", afirman. 

Todos los gestos tienen que ir a los sectores moderados

Otros dos funcionarios en la mira con la vocera Camila Vallejo y el ministerio del Interior Giorgio Jackson, ambos mu cercanos a Boric pero cuestionados por el resto de los aliados. En el caso de Jackson la resistencia interna lo hizo salir de la Secretaría General en el cambio de gabinete anterior y todo indica que podría salir nuevamente. En el entorno de Boric aseguran a LPO que el cambio de gabinete es "un  hecho consumado" y reconocen que habría un ajuste que responde la exigencia del socialismo democrático.

Boric llega a su primer año en el gobierno con una aprobación del 30 por ciento y un rechazo del 64. La gestión en la crisis de los incendios mejoró un poco la imagen del gobierno que subió diez puntos hasta llegar a 47 por ciento contra un 46 de desaprobación.