El CEO de Endesa reconoce que se está "creando una burbuja" con el hidrógeno verde y pone en duda su factibilidad
La sensación de "burbuja" en el incipiente mercado del hidrógeno verde, el vector renovable al que se aferran España y Europa en sus planes de descarbonizar para 2030 de sus sistemas productivos e industriales, ya no es cosa de científicos y académicos. Las dudas respecto a los macroproyectos que hay sobre la mesa -el H2Med, por ejemplo- empiezan a escucharse en alguno de los despachos de las principales compañías del sector energético.
A contramano de Enagás, que insiste en sus planes de convertir a España en el principal "hub" europeo de esta tecnología limpia, Endesa admite que las proyecciones parecen "inviables".
Así lo reconoció su CEO, José Bogas, al presentar los resultados económicos y financiaros de la empresa en 2022. Habló de "presente incierto" de este mercado, de una tecnología que "no está suficientemente desarrollada" y de costes imposibles para aumentar la escala de producción a los niveles proyectados.
El consejero delegado explicó que, ante estas variables, su compañía prefiere realizar inversiones "más moderadas" en este campo y no apostar por "megaproyectos".
"Hoy en día los precios del coste de esta tecnología la hacen absolutamente inviable. Tiene que desarrollarse la tecnología. Nosotros, como Endesa, estamos también en algún proyecto de hidrógeno, quizá somos más moderados que otros en el sentido de ir paso a paso. Quizá nos confundamos, vaya usted a saber. Hacer pequeños proyectos, probar, ver las distintas tecnologías y gastar poco dinero", valoró Bogas.
Opinó además que alrededor del hidrógeno se está creando una "burbuja" y que Endesa es más partidario de producir el hidrógeno cerca de donde se va a consumir, dejando entrever la inviabilidad de los grandes proyectos que hacen eje en el exportación del hidrógeno limpio.
"Hay otros que no -agregó sobre los planes de otras firmas- hacen el megaproyecto aquí y luego lo ponen en los hidroductos, que es un lío, y caro no, lo siguiente. La tecnología no está desarrollada. Nos parece bien que otros vayan, pero tiene un presente incierto. Se dan todas las condiciones para que sea un elemento muy importante en el futuro".
De este modo, el CEO descartó que la empresa vaya a realizar grandes inversiones en hidrógeno verde, al menos, en el corto plazo. "Nosotros vamos a destinar nuestros recursos a invertir en renovables, a fortalecer la red, a digitalizarla, a crear plataformas y dar mejor servicio a nuestros clientes y un poco a esto (en referencia al hidrógeno)", zanjó.
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Muchos expertos en energía siguen aportando datos y números sobre las dificultades técnicas y económicas de la escala proyectada en torno a este vector verde.
Fernando Rodríguez, ingeniero industrial y consultor energético, duda de la construcción del M2Hed. Su escepticismo radica en las pocas ventajas de coste que tiene España, el supuesto gran exportador de este corredor.
En un hilo de Twitter, el especialista cruza estimaciones de varios estudios recientes -consultoras Enervis, Aurora, Universidad de Colonia y del Instituto Fraunhofer- para concluir que las supuestas ventajas de mercado de la península no son tal.
En la producción de hidrógeno verde con electricidad eólica (año 2030), España es muy poco competitiva respecto a otros socios: 156 euros Mwht de hidrógeno en comparación con los 122 o 126 de Alemania y Holanda, respectivamente.
El panorama es distinto con la energía fotovoltaica. La proyección entrega un coste de 3,10 euros el kilogramo de hidrógeno verde, cifra menor a la de otros competidores: Marruecos 3,20, Emiratos Árabes 3,60 y Alemania 3,90.
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España sí tiene ventajas productivas en este punto. Sin embargo, este diferencial se pierde al sumar la variable transporte. La ecuación, al cruzar los datos de estas investigaciones, arroja que "los costes de transporte por ducto hacen que el hidrógeno español sea más caro (3,49 euros/kg frente a 3,36 euros/Kg de Alemania).