Las presiones de deuda no ceden en Pemex y Romero vuelve a buscar apoyos en Hacienda para 2023

Los altos precios del crudo no han dado respiro a la petrolera que en el primer trimestre del año próximo enfrenta amortizaciones por USD $4,000 millones.

Las buenas noticias para Pemex -según presumió Octavio Romero días atrás en el Congreso- son insuficientes para aminorar las presiones de deuda con las que carga, por lo que su directivo, Octavio Romero, espera que los apoyos financieros del gobierno puedan reactivarse en 2023.

En una reducida conferencia con medios de comunicación, el director de la petrolera mexicana reveló que están en pláticas con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para continuar el apoyo. "Sobre todo, para el primer trimestre del próximo año, donde tenemos amortizaciones fuertes", dijo. Se tratan de amortizaciones que suman los 4,000 millones de dólares.

Además, el directivo reconoció las dificultades que han tenido para enfrentar sus compromisos de deuda durante este año, pese a las mejores condiciones en el mercado: "Aun cuando el precio ha estado muy bueno, en meses anteriores llegó un punto en que era financieramente difícil" hacer el pago de la deuda, aunque afirmó que han cumplido con los plazos.

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Además, las opciones de desahogo financiero para Pemex se reducen, pues Carlos Cortés, director de finanzas de Pemex, explicó por su parte que ya no es posible apostar por otra reducción del DUC, ya que se llegó a un tope con la tasa de 40%.

El gobierno de López Obrador ha apoyado con inyecciones de recursos a la petrolera mexicana hasta el primer trimestre de este año, dado a las mejores condiciones para los precios del crudo, que se mantuvieron elevados en la primera mitad del año. Esas condiciones del mercado beneficiaron los resultados financieros de la petrolera con utilidades en las primeros trimestres, pero no lo suficiente para disminuir su carga y convencer a las agencias calificadoras de mejorar su nota, pues siguen marcando con preocupación que el flujo libre de efectivo no es suficiente.

A pesar de las presiones, Romero Oropeza mantiene una visión optimista y afirmó que Pemex cerrará este año con ganancias y una producción petrolera en 1.9 millones de barriles por día, así como de 2 millones para el año próximo, eso, bajo la confianza de los recursos que se obtendrán del desarrollo de los campos Quesqui, Ixachi y Tupilco.

En esta estrategia de mayor producción de hidrocarburos, la apuesta también será contar con los recursos de Deer Park, pues los directivos proyectan que para el primer trimestre de 2024 Pemex dispondrá del 100% de la producción de combustibles que procesa la refinería en Texas, eso, considerando que actualmente se envía el 25% de la producción de gasolinas y diésel.

Los datos se prevé que sean presentados este miércoles en una reunión con representantes de siete grandes fondos de inversión que tienen en sus carteras bonos de la empresa mexicana, además de firmas financieras como Barclays, JP Morgan, Santander, HSBC y Banorte.