Montero recibe el apoyo de Fernández, Kirchner y Boric por la agresión de la diputada de Vox
Las descalificaciones machistas de la diputada Carla Toscano hacia Irene Montero repercutieron más allá de España. La ministra de Igualdad fue respaldada por el presidente y la vicepresidenta de Argentina, Alberto Fernández y Cristina Kirchner, y por el mandatario chileno Gabriel Boric. El líder de la izquierda francesa, Jean-Luc Mélenchon, también se refirió a la agresión de la representante de Vox y a la campaña contra Montero a la que se sumaron varios partidos.
"La violencia política y machista contra las mujeres es intolerable, y debemos repudiarla con fuerza cada vez que sucede. Toda nuestra solidaridad con la ministra Irene Montero, víctima hoy de crueles ataques", tuiteó Fernández luego de que trascendieran las palabras de Toscano, quien había asegurado que el único mérito de Montero era haber estudiado "en profundidad a Pablo Iglesias". Por su parte, la vice argentina compartió el mensaje de la titular de Igualdad en el que pedía terminar con la violencia política.
Montero había pedido ayer miércoles al vicepresidente primero de la Mesa del Congreso, Alfonso González de Celis, que "se incorpore al diario de sesiones la violencia política que se está ejerciendo en este momento en la sede de la soberanía popular para que no se borre, para que después de mí no venga ninguna, para que todo el mundo pueda recordar la violencia política y quienes la ejercen". A continuación, la ministra fue ovacionada por los diputados oficialistas y aliados parlamentarios del gobierno.
Al aplauso se sumó incluso Sara Giménez, diputada de Ciudadanos, que lo hizo sin ponerse de pie. El exabrupto de Toscano no era un caso aislado. La concejala de Zaragoza por el partido naranja, Carmen Herrarte, sostuvo días atrás que "las mujeres de centro derecha han salido adelante por sus méritos, sin cuotas, frente a otras que están donde están porque las ha fecundado el macho alfa". Edmundo Bal, portavoz de Ciudadanos en el Congreso, tuvo que salir a despegarse de Herrarte.
El hostigamiento hacia Montero se intensificó en las últimas semanas a raíz de la rebaja de condenas a partir de la ley de "solo sí es sí", y los cuestionamientos fueron elevando el tono hasta terminar en ataques personales. "Desde Latino América todo mi apoyo a Irene Montero. Compañera incansable en la lucha por mayor justicia e igualdad que hoy enfrenta una nueva asonada de violencia política de la extrema derecha. No estás sola Irene. ¡Un abrazo transoceánico!", le envió Boric.
Esta semana el diputado del PP Víctor Píriz calificó a Montero "inútil y soberbia ministra de Igualdad", a lo que Gabriel Rufián le pidió que rectifique. Píriz no lo hizo, pero la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra, apuntó que "nadie tiene derecho a ofenderla y entrar en su vida personal". La propia Gamarra había tildado a Montero de "infantil" poco antes. Sin embargo, el PP madrileño de Isabel Díaz Ayuso se desmarcó de Génova y reflotó unos comentarios de Iglesias contra la exalcaldesa Ana Botella.
Lo cierto es que salvo Vox y algunas voces intransigentes del PP, el arco político cerró filas con Montero. La reacción llegó a la vecina Francia. "Sorprendido por la violencia de los métodos políticos de la derecha española contra Irene Montero. ¿Qué forma es ésta de hacer imposible el debate en democracia?", se preguntaba Mélenchon, jefe de la Francia Insumisa. Las muestras de apoyo también llegaron desde Alemania y Dinamarca.
El presidente Pedro Sánchez mostró el apoyo a su ministra en Twitter, donde escribió que subir la violencia machista "a la tribuna del Congreso es cruzar una línea intolerable". Este jueves calificó como "lo peor de la política" al "insulto y el machismo".