Crisis energética

Alertan que el reemplazo del petróleo ruso tendrá un impacto "prolongado" en la economía y crece el temor en Europa

Banco de Pagos Internacionales advirtió los efectos sobre los alimentos y la producción industrial. Alemania se hará cargo de las refinerías de Rosneft en el país.

 El Banco de Pagos Internacionales (BIS), el organismo que nuclea a los bancos centrales del mundo, reconoció en su último informe que la sustitución del petróleo ruso será un proceso difícil para las economías occidentales. Las sanciones aplicadas al crudo proveniente de Rusia impactarán no solo en los precios internacionales, sino en el mercado de los alimentos y en la producción industrial.

El organismo con sede en Suiza apunta a la capacidad de los productores alternativos para abastecer a los países europeos y al ritmo de las inversiones del sector, que todavía no alcanzan los niveles pro pandemia. Además, el BIS destaca que el petróleo ruso representa el 10% de las exportaciones a nivel global y, por lo tanto, las sanciones provocarán una tendencia alcista en el mercado energético. Lo mismo ocurre con el gas natural, cuyos precios repercutirán en la electricidad y en la actividad industrial.

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Este escenario constituye un desafío para los países de la Unión Europea, que a partir de diciembre prohibirán la importación de crudo ruso por vía marítima y desde febrero de 2023 harán lo mismo con los productos refinados. La medida salió adelante gracias a que Hungría apoyó el embargo parcial, pero a cambio de quedar exento. Con todo, Países Bajos y Alemania eran los mayores comprados hasta la imposición de las sanciones. 

Scholz dijo que el suministro para el Este del país no peligrará ya que el gobierno tiene previsto un plan de contingencia para transportar crudo desde el Oeste

En Berlín evalúan cómo mitigar la falta de hidrocarburos rusos y el canciller Olaf Scholz dio un paso fundamental en ese sentido el viernes pasado. Las refinerías de la estatal rusa Rosneft estarán ahora bajo control de Alemania y seguirán operando con petróleo procedente de otros países. "La seguridad del suministro está garantizada", dijo el ministro de Economía, Robert Habeck. Según Der Spiegel, en la refinería de Schwedt el crudo almacenado alcanzará para 20 días.

La refinería de Schwedt, ahora bajo control de Alemania.  

Scholz dijo que el suministro para el Este del país no peligrará ya que el gobierno tiene previsto un plan de contingencia para transportar crudo desde el Oeste. En tanto, los países del G7 -Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Italia, Francia, Canadá y Japón- resolvieron imponer un tope al precio del crudo proveniente de Rusia, una medida que solo tendrá el efecto buscado si China e India se suman, debido a que Moscú ha redireccionado la venta de sus hidrocarburos a Asia.

Pero el Kremlin asegura que las potencias asiáticas no secundarán a las occidentales debido a que la iniciativa desestabilizará el mercado mundial de petróleo. El presidente ruso Vladimir Putin ordenó el corte del suministro de gas a Alemania a través del gasoducto Nord Stream y condenó el control decretado por Scholz de las refinerías de Rosneft, que calificó la medida de ilegal y amenazó con recurrir a los tribunales.

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En abril, Scholz había resuelto hacerse cargo de Gazprom Germania, filial del gigante gasístico ruso, ante el temor por una abrupta interrupción de los flujos. Alemania es uno de los países más dependientes de los hidrocarburos rusos y al ser la primera economía de la UE, la posibilidad de una recesión -un horizonte baste probable de acuerdo al informe del BIS- genera una enorme preocupación en el continente.