Senado

Cristina dijo que está viva por "Dios y la virgen" y que no le seduce volver a ser presidenta

La vice apareció con una reunión con curas villeros. Llamó a un diálogo con la oposición: "La gracia no es juntarse con los que piensan igual".

Cristina Kirchner hizo su primera aparición después de haber sido víctima de un intento de magnicidio en una reunión con curas en la opción por los pobres (OPP) en el Senado, en la que relativizó su candidatura presidencial y convocó a un diálogo con la oposición. 

"Siento que estoy viva por Dios y por la virgen, realmente. Así que me pareció que si tenía que agradecer a Dios y a la virgen tenía que hacerlo rodeado de curas por los pobres", se presentó la vicepresidenta.

En un discurso de media hora, Cristina se sumó a los pedidos de diálogo políticos impulsados por dirigentes oficialistas como Adolfo Rodríguez Saá, presente junto a otros senadores y no ahondó en detalles sobre el intento de matarla. Sólo destacó que cuando el agresor quiso disparar por segunda vez lo detuvieron los militantes.

"Y no hicieron justicia por propia mano, ni lo lincharon, ni nada. Hicieron lo que corresponde hacer a ciudadanos democráticos, cristianos, cristianos. Lo entregaron a la policía, la ley. Y la verdad que yo no creo que tengamos que sancionar ninguna ley especial, sinceramente, no creo que reconstruir eso que tanto trabajo nos costó lograr a partir de 1983 no requiere la sanción de ninguna ley. Las que ya están vigentes alcanzan y sobran, alcanzan y sobran", señaló.

Pareció bajarle le precio a la posibilidad de regular por ley los discursos del odio, aunque contó que habló del tema con el Papa Francisco.

 "Estuvimos hablando por teléfono y me digo algo así como que los actos de odio, los actos de odio y de violencia siempre son precedidos por palabras y por verbos de odio y de violencia. Primero es lo verbal ¿no? la agresión y después ese clima va creciendo, creciendo y creciendo y finalmente se produce, bueno...", describió.

Luego recordó un intento de magnicidio que sufrió Hipólito Yirigoyen antes de ser derrocado, "cuando el peronismo no existía".

La mayor ambición de un político es ser presidenta y yo la tuve por partida doble. Y además de eso mi compañero también fue Presidente. No son esas las cosas que me seducen ni las cosas que me animan. Las cosas que me animan son ver realmente si podemos salir.

Cristina explicó que no quiso ir a la misa de Luján "porque había mucha seguridad"" y sostuvo que lo peor del ataque que sufrió fue "haber roto un acuerdo social que había desde el año 1983. Yo siento que la recuperación de la democracia no fue solamente que podamos volver a votar y elegir a las autoridades. Yo siento que la recuperación de la democracia no fue solamente que podamos volver a votar y elegir a las autoridades", describió. 

Como señal de acuerdo, le bajó el precio a su candidatura presidencial. "La máxima ambición que tiene un político, una política en Argentina, que es ser Presidente, yo ya la tuve por partida doble. Y además de eso mi compañero también fue Presidente. O sea: no son esas las cosas que me seducen ni las cosas que me animan. Las cosas que me animan son ver realmente si podemos salir".

La vice recordó que se juntó con Carlos Melconian "que nadie puede pensar que yo tengo las mismas ideas que Melconian en política. Pero esta es la gracia. La gracia no es juntarse con los que piensan igual. La gracia es juntarse con los que piensan distinto y ver, si al menos en economía, podemos tener un acuerdo mínimo".   

Y llamó un debate sobre la inflación, que llegó a niveles récord. "El problema es que la inflación viene porque no tenemos moneda que es lo que yo opino, vieron en las conferencias que venía dando de la economía bimonetaria y qué sé yo, del dólar y pim, pum, pam. Es eso, hay que ponerse medianamente de acuerdo en eso para volver a reconstruir".

Sobre el final del discurso volvió sobre el debate económico. "Si se tiene problemas hay que discutir de números y ponernos de acuerdo discutiendo de números. Es lo más fácil de poder discutir números, es fácil porque dos más dos es cuatro y no hay posibilidades de que sea cinco o seis. En cualquier otra cosa la política, la religión, es lo que cada uno piensa y siente, pero la gran ventaja que te da la economía es que podés discutir sobre números".

Y adjudicó ese falta de diálogo a que "cuando gobernada Néstor o cuando me tocó ser presidenta a mí, pero había trabajo, había esperanza, había expectativa y yo creo que eso es lo que tenemos que volver a construir entre todos y todas, y hacerlo con la actitud de hablar con todos, con los que nos gustan y con los que no nos gustan, como hacía Cristo, en definitiva".