Crisis energética

La mordida de la UE a las eléctricas abre una fuerte interna en el PP

El Partido Popular Europeo defiende el impuesto a los beneficios extraordinarios de las grandes empresas eléctricas, postura que es rechazada por Génova. Algunos barones piden rever la estrategia.

"En nuestra economía de mercado los beneficios son buenos. Pero en tiempos de guerra no es correcto recibir beneficios extraordinarios a niveles récord a espaldas de los consumidores". La frase no es de Pedro Sánchez. Tampoco de Yolanda Díaz o de Ione Belarra. Pertenece a Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea y líder del Partido Popular de Bruselas. 

La cita, pronunciada este miércoles tras el anuncio de un inédito impuesto a los "beneficios extraordinarios" de las empresas eléctricas (la UE espera recaudar 140.000 millones de euros), evidencia la incomodidad de Génova por el desacople de las posturas doméstica y europea respecto a la "excepcionalidad" de una medida catalogada de "populista" en los manuales económico del conservadurismo liberal.

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Si a nivel Europeo la derecha tradicional empieza a suavizar el tono en este ríspido debate y a avalar la intervención a los mercados por la escalada de la crisis energética, en España el PP no se mueve ni un centímetro de su crítica al Gobierno por replicar en el Congreso medidas similares.   

Horas antes de la frase de Von der Leyen, el PP rechazó en el Hemiciclo, con un discurso muy crispado, el tributo extraordinario a bancos y energéticas que el Gobierno pretende sacar adelante para recaudar 7.000 millones de euros en los próximos dos años. De obtener la luz verde en el parlamento -el Ejecutivo ya tiene los votos necesarios- la empresas de energía tendrán que abonar el 1,2% de sus ingresos y la banca el 4,8% de los intereses y comisiones.

Para el PP, la medida tiene una "irracionalidad fiscal absoluta" y el dinero recaudado va a ir a "la caja de Sánchez y no al conjunto de los españoles". Tal es el encono con este proyecto, que la portavoz y secretaria general, Cuca Gamarra, adelantó que el PP se opondrá, incluso, a debatirla en el Congreso.

Lo que no esperaban en Génova era la "mala puntería del calendario". El "no" de este martes en Madrid quedó muy pegado al "sí" de los populares europeos en Bruselas. Ante la evidente contradicción e incomodidad, desde Génova salieron a aclarar que el partido no rechaza "la tasa" que pide la UE, ya que es "muy diferente" a la "propuesta inconstitucional" del PSOE. 

Si a nivel Europeo la derecha tradicional empieza a suavizar el tono en este ríspido debate y a avalar la intervención a los mercados por la escalada de la crisis energética, en España el PP no se mueve ni un centímetro de su crítica al Gobierno por replicar en el Congreso medidas similares.

¿El argumento? Que el tributo europeo grave beneficios y "el impuesto de Sánchez facturación". Y que Bruselas va a repercutir el dinero en la facturación, en cambio el Gobierno a "su caja". Feijóo y compañía están convencidos que el plan de Moncloa tiene "errores técnicos" y que, por lo tanto, el Estado deberá  devolver lo recaudado con los intereses correspondientes en caso de judicializarse la medida.

Lo cierto es que, tras el contundente anuncio de Von der Leyen, algunos barones piden mantener el rechazo al proyecto de los socialistas, pero con "otra pedagogía": recalcar la "aberración técnica" sin desacreditar "el fondo político": la excepcionalidad de un impuesto necesario para alivianar las facturas de los ciudadanos de a a pie. 

Algunos dirigentes creen que el "discurso cerrado" es perjudicial en términos electorales y que no tiene sentido desacoplarse de una forma tan radical de la postura europea. "La verdad que es difícil de explicar. Por eso necesitamos otro discurso", admiten estas voces díscolas. También sienten que "la aparente contradicción" es funcional a la retórica del sanchismo. 

Por estas horas, Moncloa intenta evidenciar este "llamativo doble discurso" de la derecha española. Para Sánchez, esta "radicalización" del PP no hace más que acercarlo a Vox. "Los dos partidos defienden a los intereses de los de arriba, a bancos y eléctricas  en contra de las clases medias y trabajadoras", repite por estos días el presidente. 

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No es bueno -agregan las fuentes de Génova- que hoy Sánchez este más cerca de Von der Leyen que Feijóo. Y ponen de ejemplo frases casi calcadas que, por estos días, pronuncian socialistas y populares europeos. 

"Estas empresas [energéticas] están obteniendo unos ingresos con los que no contaban, con los que ni siquiera soñaban. En estos momentos, los beneficios deben compartirse y canalizarse hacia quienes más los necesitan", dijo Von der Leyen este miércoles en Bruselas. 

"Es inaceptable que estas empresas obtengas ganancias inesperadas y extraordinarias mientras el recibo de la luz está disparado", dijo Sánchez horas antes en el Congreso.