Devaluación

Tras el acuerdo con el BID y el dólar soja, Massa enfría la devaluación

En el entorno del ministro consideran que ahora tienen margen para postergar una devaluación.

El crédito del BID acordado por Sergio Massa que incluye la inyección de 1200 millones de dólares a las reservas del Banco Central y dos días de fuertes liquidaciones del complejo agroexportador equivalentes a todo lo que se liquidó en agosto gracias al flamante dólar soja, le quitaron presión al ministro para instrumentar una devaluación que se veía inevitable cuando el BCRA no lograba recomponer reservas.

En la comitiva que viajó a Washington destacaban que desde que Massa es ministro, el Banco Central compró dólares en el 90% de las ruedas y señalaban que en buena medida se disipó el fantasma de una devaluación inminente, ya sea decidida por el equipo económico o impuesta por el mercado.

En el mercado afirman que Cristina cree que no es conveniente devaluar sin un plan

En su entorno de Massa deslizan que la recuperación de reservas y el respaldo de Estados Unidos espanta esos fantasmas, pero importantes economistas como Mariana dal Poggeto, que estuvo a punto se sumarse al equipo económico son contundentes: la brecha cambiaria y el dólar oficial "barato" ejercen una presión constante sobre las reservas. De hecho, este martes pese a que el campo liquidó 450 millones de dólares, en una de las liquidaciones más altas de la última década, el Central sólo sumó 130 millones, como reveló LPO.

Dos días de fuertes liquidaciones del complejo agroexportador y el acuerdo de refuerzo de reservas con el BID, le quitaron a Massa la presión de una devaluación inminente, pero importantes economistas advierten que el dólar oficial barato es una presión constante sobre las reservas.

Estos temas seguramente sean centrales en las reuniones que Massa tiene agendadas con la titular del FMI, Kristalina Georgieva y con David Lipton, el asesor más determinante del Departamento del Tesoro. En ese despacho a metros de la Casa Blanca observan con atención la fuerza interna de Massa, que logró convencer al kirchnerismo duro a aceptar un dólar diferencial para el complejo agroexportador.

Por su parte, Marco Lavagna tuvo un papel central en las líneas intermedias del BID para asegurar un desembolso determinante para la Argentina, por casi 5000 millones de dólares en dos años. En una de sus conversaciones escuchó un concepto de un funcionario del Tesoro estadounidense: "es bueno que en un país tan volátil los últimos tres funcionarios que vinieron a Washington dijeron lo mismo, que las metas del FMI se van a cumplir", un concepto que Massa reiteró a sus interlocutores en esta gira.

A su regreso al país, Massa estará enfocado en la normalización tarifaria y en esperar que la inflación comience a ceder. Cuando asumió dijo que la misma sería alta dos meses después de su jura. El indicador de la semana que viene será el segundo de ese margen autoimpuesto.

Sobre la posibilidad de esquemas de dólares adaptados a diversas cadenas de valor el equipo económico ha sido directo: los tratos preferenciales serán para sectores productivos que esten ligados a los desequilibrios macro. En un principio no habría demasiada esperanza para el dólar malbec.