Minería

Temen que México llegue "tarde" al negocio del litio por mala legislación

El analista Gonzalo Monroy dice que las leyes mexicanas están diseñadas para impedir el correcto aprovechamiento del mineral.

Durante su gira de trabajo por Latinoamérica, Marcelo Ebrard acordó con mandatario de Bolivia, Luís Arce, una alianza para industrializar el litio. "Se trata de no vender el litio como materia prima sino de participar en la fabricación de baterías", dijo el canciller mexicano.

Hace ya algunos meses, México "nacionalizó" el litio -aunque los expertos aseguran que ya estaba estipulado en la constitución-. Según la reforma de AMLO, solo el Estado Mexicano podrá explotar, industrializar y recibir ganancias comerciales del litio. También se prohíbe concesiones a empresas privadas para su explotación.

Actualmente, el uso más popular del litio es para desarrollar las baterías de los autos eléctricos, aviones de última generación y teléfonos celulares. México posee un potencial de litio de 1.7 millones de toneladas, cifra inferior a los líderes mundiales como Bolivia con 21 millones o Argentina con 19 millones de toneladas.

Ebrard acordó con Lucho Arce una alianza para industrializar el litio

El litio no es el mineral del futuro, es uno de los recursos naturales más demandados de la actualidad, con empresas como Tesla buscando asegurar su producción para sus autos eléctricos. Pero el problema con el mineral en México es que nuestro país lleva 15 años de retraso para su correcta explotación. Así lo sostiene Gonzalo Monroy, director general de la consultora energética GMEC.

"Estamos muy lejos de una explotación comercial. Los tiempos aquí importan porque esos son los que van a determinar la oportunidad comercial, ¿realmente estamos a tiempo de desarrollar esto?", planteó.

Para Monroy el gran problema del aprovechamiento del litio en México es que las leyes están diseñadas para retrasar ese progreso. Nuestro país tiene que desarrollar tecnología para la minería, situación que difícilmente se logrará si la nación no se asocia con empresas privadas. Además su explotación es sumamente costosa: en Chile un solo proyecto de minería de litio tuvo un costo de 10 mil millones de dólares.

El litio tiene una ventana de oportunidad corta, a menos de que se logre hacer un avance importante en las baterías de litio, que todavía no ocurre, la realidad es que es posible que otras tecnologías lo desplacen.

"El problema mexicano es que a diferencia de Australia, aquí lo tenemos en arcillas. No se ha desarrollado la tecnología para extraer de manera comercialmente viable el litio a través de arcillas", indicó Monroy.

Además, el expertos sostiene que es probable que para cuando México pueda aprovechar sus reservas de litio, la tecnología ya haya superado al mineral: "El litio tiene una ventana de oportunidad corta, a menos de que se logre hacer un avance importante en las baterías de litio, que todavía no ocurre. La realidad es que es posible que otras tecnologías lo desplacen".

Senadores de la Comisión de Minería.

Monroy resume el desafío: "Tenemos que desarrollar nuestra tecnología para hacer la extracción de Litio de las arcillas antes que la ciencia haya migrado hacia nuevas tecnologías".

Por último es especialista contrasta los parecidos de la nacionalización del litio en México con el intento de lo que alguna vez fue Uramex, una empresa paraestatal creada 1979 con la intención de que únicamente fuera el Estado quien pudiera aprovechar las bondades energéticas del uranio y otros materiales radiactivos: "Se invirtieron una gran cantidad de recursos y fue un desastre total, la ambición fue más grande que la realidad".