Crisis energética

La rebelión de España contra la UE por un plan energético diseñado por Berlín

España aceptó las enmiendas de Bruselas al plan original de un racionamiento energético generalizado del 15%. Moncloa sale ganadora ante las exigencias de Alemania. La unidad europea se resquebraja.

"Es la primera vez que damos una batalla así". La vicepresidenta tercera del Gobierno y responsable para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, entró con el pecho inflado a la reunión de todos los ministros de Energía de la UE en Bruselas, cita que va a marcar el destino del continente durante el invierno: los funcionarios de los 27 Estados miembros van a rubricar este martes el plan energético para afrontar la escasez de gas por el cierre del grifo que tiene en mente Vladimir Putin.

Ribera dio a atender en la antesala de la reunión que España aceptará las enmiendas realizadas al borrador original de la Comisión Europea, que obligaba a todos los países a un ahorro obligatorio del 15%. "No nos queda otra opción", lamentó con algo de resignación al llegar a la sede de la UE. 

Los cambios están lejos de satisfacer los deseos ibéricos -el Gobierno pretende que la solidaridad sea a nivel de la oferta y no de la demanda-, pero, a juicio de Moncloa, no dejan de ser "un dificilísimo logro".

La sensación del Gobierno es que sin "la presión de España y de los socios del Sur" se hubiese aprobado un plan a "libro cerrado" a favor de los intereses de Berlín. La "rebelión", se envalentonan en el equipo de Ribera, ha dado afecto.

El racionamiento que Bruselas le exige a España equivale a 45 días de consumo

Con la firme postura de España de boicotear el plan, la UE vio amenazada el único gran pilar que tiene en su lucha geopolítica contra Rusia: la unidad. Si la rebelión ibérica ganaba más adeptos (algo que pasó tras los apoyos de Grecia, Italia y Portugal), Bruselas temía la primera gran ruptura del bloque desde febrero, cuando Putin decidió invadir Ucrania.

La vicepresidenta y ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, la "negociadora" ante Bruselas por el plan energético.

El pedido español fue claro y tajante: un plan "no raso ni lineal" ajustado a las características energéticas de cada país, y no a los intereses de Alemania, el más perjudicado por el corte del gas ruso.

La sensación del Gobierno es que sin "la presión de España y de los socios del Sur" se hubiese aprobado un plan a "libro cerrado" a favor de los intereses de Berlín. La "rebelión", se envalentonan en el equipo de Ribera, ha dado afecto 

Entre los argumentos se coló el recelo todavía latente por una solidaridad que Alemania ahora exige, pero que no puso en práctica durante la crisis del euro. "Nosotros no hemos vivido más allá de nuestras posibilidades en materia energética", lanzó Ribera días atrás parafraseando al latiguillo de Berlín durante aquel crack: que España y los países del sur arrastraban impagables deudas soberanas por haber vivido "más allá de sus posibilidades".

Moncloa da un golpe a la mesa y no acepta el racionamiento obligatorio de la UE

Desde el miércoles, cuando la CE oficializó su borrador, España abrió las negociaciones con Bruselas para introducir cambios y enmiendas al proyecto. Ribera encontró recepción en el Gobierno checo, que ostenta la presidencia semestral de la UE. Y sumó a la "batalla" a sus homólogos del Sur.

La presión dio resultados. República Checa presentó este fin de semana un "contra-plan" con correcciones y modificaciones. La nueva hoja de ruta tiene a la "flexibilidad" (además de la "solidaridad") como eje central.

Países como España podrán recortar menos gas si logran redireccionar gas a otros socios comunitarios. Además, en estos caso, se descontará del cómputo de gas consumido el utilizado para rellenar las reservas, Ribera confía que, de aceptarse estos asteriscos, el ahorro obligatorio de España sería solo del 5%.

"El Consejo de la UE ha recogido algunas exenciones y opciones de pedir una excepción al objetivo obligatorio de reducción para reflejar las situaciones particulares de los Estados miembros y garantizar que las reducciones de gas sean eficaces", aclaró el ministro de Industria checo, Jozef Síkela, sobre estas enmiendas.

La reunión de este martes de los ministros de energía de la UE.

Cebados por la marcha atrás de Bruselas, el Sur puja por más cambios antes de la firma definitiva del nuevo documento. Grecia, por ejemplo, propone crear un nuevo mecanismo financiero (con financiación nacional y de la UE) para realizar subastas que animen las empresas a reducir la demanda de gas y de electricidad.

Países como España podrán recortar menos gas si logran redireccionar gas a otros socios comunitarios. Además, en estos caso, se descontará del cómputo de gas consumido el utilizado para rellenar las reservas, Ribera confía que, de aceptarse estos asteriscos, el ahorro obligatorio de España sería solo del 5% 

Bruselas quiere que el plan energético quede rubricado "sí o sí" este martes para que se pueda poner en práctica "cuanto antes". Horas antes del cónclave, el gigante gasístico ruso Gazprom anunció una nueva reducción de los suministros de gas a través del Nord Stream 1 a 33 millones de metros cúbicos diarios (menos del 20% de su capacidad) a partir del próximo 27 de julio bajo el pretexto de tener que detener "otra turbina debido a su estado técnico".

"La UE toma medidas a partir de las necesidades de Alemania, que vuelve a imponer sus condiciones al resto"

"Los últimos anuncios de Gazprom subrayan una vez más que tenemos que estar preparados para los posibles cortes de suministro de Rusia en cualquier momento. Tenemos que actuar ahora mismo, hacer frente a esta crisis ahora mismo y juntos", aclaró Kadri Simson, comisaria de Energía, antes de dar inicio a la reunión.