La OTAN mira de reojo a Latinoamérica: la "desinformación" de Rusia y la injerencia de China
En el nuevo "Concepto Estratégico" de la OTAN, redactado y firmado en la Cumbre que concluye este jueves en Madrid, no aparece ni una vez la palabra "Latinoamérica". Las preocupaciones globales de la Alianza para los próximos diez años están puestas en el "flanco este" (el avance de Vladimir Putin por los países báltico) y, en menor medida, por el "flanco sur" (Oriente Medio, África del Norte y el Sahel)
La omisión no es menor. Latinoamérica es una región de "cooperación" para la OTAN, en la que tiene un único socio global (Colombia) y dos "aliados principales extra": Argentina (desde 1998) y Brasil (desde 2019).
Sin embargo, según las fuentes consultadas por LPO en los pasillos de la Cumbre, Latinoamérica está "siempre en el radar" de los países aliados, aunque "eclipsada" en estos momentos por la coyuntura convulsa de los dos flancos que sí aparecen mencionados en la nueva hoja de ruta.
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El punto 12 del documento "engloba también" a América Latina, según aclaran estas fuentes. "La inestabilidad generalizada da lugar a la violencia contra los civiles, incluida la violencia sexual relacionada con los conflictos, así como a los ataques contra los bienes culturales y los daños al medio ambiente. Contribuye al desplazamiento forzado, fomentando la trata de personas y la migración irregular. Estas tendencias plantean serios desafíos transnacionales y humanitarios", reza ese punto.
Para la OTAN, la crisis económica global -que producto de la guerra se va a consolidar en los próximos años- es una amenaza a la seguridad de la Alianza. La ministra de Defensa de Portugal, Helena Carreira, pidió no desatender la "cuestión social".
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"Hay una amenaza que viene de distintos puntos del mundo y es el de la inseguridad alimentaria, por eso tenemos que reforzar el concepto de 360 grados. Esta crisis de alimentos, generada en parte por la perturbación de las cadenas de suministros, es una amenaza para muchísimos países", remarcó la funcionaria portuguesa en una de sus intervenciones.
El primer ministro británico, Boris Johnshon, en una de las reuniones de este jueves en la Cumbre de Madrid.
No obstante, en lo que respecta de forma puntual a Latinoamérica, hay otras dos preocupaciones que están en el radar de la OTAN: la "desinformación" que intenta propagar Rusia y el auge comercial de China.
Respecto al primero, el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) cita en uno de sus últimos informes a un "think tank" estadounidense experto en seguridad que, justamente, alerta de este silencioso movimiento de "desestabilización de Rusia".
"Existe una campaña de desinformación promovida por Rusia que se extiende a lo largo de América Latina, cuestionando componentes de la arquitectura occidental que podrían mantener a salvo la región. Esta coyuntura es un recordatorio de que debemos hacer más para apoyar a aquellos que luchan por la gobernanza democrática en el Hemisferio Occidental", recoge esta prestigiosa institución dedicada al análisis político, social y económico en América Latina y el Caribe.
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Para la OTAN, el Kremlin promueve su falsa narrativa en las redes sociales en Latinoamérica, en la que presenta a Rusia como "víctima" y a Estados Unidos como "responsable".
La segunda preocupación, la consolidación de la injerencia de China en la región, ya fue mencionada en 2020 por el secretario general adjunto de la OTAN, Mircea Geoan, en el panel "La evolución del papel de la OTAN en América Latina" de la Cumbre de la Concordia.
Parte del financiamiento de la Alianza en Latinoamérica va destinado a "la lucha contra el ascenso de China e Irán", en palabras de Geoan. La OTAN observa que, con Rusia en guerra, los países latinoamericanos comienzan a plantearse de manera pragmática sus vínculos, en busca de mercados alternativos para sus exportaciones.
Este punto sí está recogido en el nuevo documento estratégico: "La República Popular China emplea una amplia gama de herramientas políticas, económicas y militares para aumentar su presencia global y proyectar su poder, mientras permanece opaca sobre su estrategia, intenciones y desarrollo militar", reza el texto en su punto 13.
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Y agrega: "China busca controlar sectores tecnológicos e industriales clave, infraestructura crítica y materiales estratégicos y cadenas de suministro. Utiliza su influencia económica para crear dependencias estratégicas y aumentar su influencia. Se esfuerza por subvertir el orden internacional basado en reglas, incluso en los dominios espacial, cibernético y marítimo. La asociación estratégica cada vez más profunda entre la República Popular China y la Federación de Rusia y sus intentos de socavar el orden internacional basado en normas, que se refuerzan mutuamente, van en contra de nuestros valores e intereses".
Muchos analistas de la OTAN proyectan lo que el investigador sénior asociado del Real Instituto Elcano, Andrés Ortega Klein, le anticipó a LPO: un escenario en el que Latinoamérica va a estar "menos alineada a Occidente" y "más próxima a China". la potencia que está proporcionando hoy dinero, inversiones y tecnología.