Juntos por el Cambio

Carrió se fue indignada con Macri de la cena de la Fundación Libertad por sus contactos con Lorenzetti

Acusa al juez de la Corte de formar parte de la operación kirchnerista para reformar el Consejo de la Magistratura.

Elisa Carrió no ocultó su malestar con Mauricio Macri durante la cena anual de la Fundación Libertad. Ambos tuvieron un frío encuentro en el salón del complejo Golden Center e incluso la líder de la Coalición Cívica se retiró cuando el ex presidente comenzó a hablar en el escenario junto a Mario Vargas Llosa.

Según La Nación, cuando salió del ascensor y caminó hasta el estacionamiento, no pudo contener la bronca. "Me voy para preservar la unidad de Juntos por el Cambio", lanzó. La diputada abandonó el salón cuando estaba hablando Macri.

El malestar de Carrió con Macri se agravó en los últimos días cuando el juez de la Corte, Ricardo Lorenzetti, llamó a Gerardo Morales para pedirle que respalde el proyecto de ley sobre el Consejo de la Magistratura que impulsa el kirchnerismo a través de Graciela Camaño. Básicamente apunta a quitarle la presidencia del organismo encargado de seleccionar jueces al presidente de la Corte Suprema, por el enfrentamiento que tienen Cristina y Alberto con Horacio Rosatti.

El jujeño venía molesto con el tema luego de versiones periodística que lo señalaban como artífice de un supuesto acuerdo secreto con Sergio Massa para repartir los lugares en el Consejo.

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Por eso, luego del llamado de Lorenzetti, el jujeño se cuidó de contarle la conversación a Maximiliano Ferraro -presidente de la Coalición Cívica- quien por supuesto le avisó a Carrió. En ese momento trasciende que además de Morales, Lorenzetti había cruzado contacto con Macri, que se mostró interesado en la propuesta.

Ahí es cuando Carrió avanzó con una denuncia en la que afirma que Lorenzetti "está golpeando a la propia Corte Suprema" y acusa al magistrado de buscar operar a Macri, a Morales y al ex ministro de Justicia, Germán Garavano, para que respalden el proyecto de ley del kirchnerismo sobre el Consejo de la Magistratura.

"Lorenzetti se reunió con un operador, al que yo le pedí juicio político, un hombre que nunca mereció ser ministro de Justicia, que es Germán Garavano. Le dijo que transmita, supongo que a Macri, que los jueces de la Corte en realidad no querían integrar el Consejo de la Magistratura. Cosa que, verifiqué con fuentes, es absolutamente mentira", dijo Carrió.

Macri y Vargas Llosa en la cena de la Fundación Libertad.

En efecto, Lorezetti habría dicho que sus tres colegas de la Corte que fallaron en favor de reponer al presidente del máximo tribunal en la presidencia de la Magistratura, estaban arrepentidos de la decisión. Rosatti, Carlos Rozenkrantz y Juan Carlos Maqueda, de ellos se trata, no sólo no están arrepentidos sino que valoran el dinamismo que le imprimió al Consejo la nueva conformación.

La reforma además cuenta que con un respaldo muy importante de la Justicia que, según confiaron a LPO fuentes judiciales, valora el factor de "ordenamiento" que imprimió al organismo la presencia del presidente de la Corte Suprema. De hecho, al encuentro de jueces que se realizará esta semana en Rosario, asistirán la mayoría de los consejeros, entre ellos, Gerónimo Ustarroz, Pablo Tonelli, Diego Molea y Silvia Giacoppo.

Este miércoles el oficialismo buscará arrancar el debate por la reforma del Consejo de la Magistratura. El Frente de Todos quiere dejar a la Corte Suprema afuera del organismo encargado de seleccionar y remover jueces.

El Senado le dio media sanción al proyecto oficialista el 7 de abril. La iniciativa establece un Consejo con 17 miembros y no incluye representación de la Corte. Actualmente, tras el fallo máximo tribunal, el organismo debe estar integrado por 20 miembros, con el titular de la Corte como presidente.

Juntos por el Cambio promovió un proyecto propio con la Corte Suprema como presidente permanente del organismo, lo que se dio de hecho sin una ley nueva, porque se aplica la que estuvo vigente hasta 2006.

La nueva magistratura tiene 20 miembros y 8 legisladores, que se renovaran en noviembre si no hay una ley sancionada. El oficialismo no tiene mayoría para aprobar su reforma y como anticipó LPO, pero alcanzarla apuesta a un acuerdo con Graciela Camaño, la diputada del interbloque federal y consejera de la Magistratura. De todas maneras no será sencillo porque sus compañeros del interbloque federal ya anunciaron que rechazan la iniciativa.