El acuerdo con el FMI

El FMI adelanta la primera revisión porque los riesgos son "excepcionalmente altos"

Si bien el Board aprobó el acuerdo por unanimidad pidió "recalibrar" las políticas para evitar más inflación y más déficit fiscal.

El Directorio del FMI se reunió este viernes y aprobó el Acuerdo por 31.914 millones de Derechos Especiales de Giro para refinanciar los pagos del Stand By de 2018 y reforzar las reservas internacionales. Lo hizo por unanimidad, pero con grandes reservas sobre la factibilidad de lograr los objetivos comprometidos por la vulnerabilidad de la economía a shocks externos con la guerra en Ucrania.

El Board del FMI aprobó el acuerdo y desembolsó USD 9.656 millones

La directora gerente consideró que el programa estaba bien diseñado para ordenar las cuentas públicas, reducir el déficit fiscal y avanzar gradualmente en la eliminación de su financiamiento monetario -medidas que considera centrales para bajar la inflación-. No obstante, Kristalina Georgieva también reconoció que el mundo cambió desde que Putin decidió invadir Ucrania y eso generó un escenario distinto al previsto en el acuerdo para la economía argentina.

Los riesgos al programa son excepcionalmente altos y los efectos de la guerra en Ucrania están ya materializándose. En este contexto, la recalibración temprana del programa, incluyendo la identificación y adopción de medidas apropiadas, de ser necesarias, serán críticas para lograr los objetivos.

De hecho, en el mismo comunicado Georgieva enfatizó que "Los riesgos al programa son excepcionalmente altos y los efectos de la guerra en Ucrania están ya materializándose. En este contexto, la recalibración temprana del programa, incluyendo la identificación y adopción de medidas apropiadas, de ser necesarias, serán críticas para lograr los objetivos".

Las metas objetivas a alcanzar son la acumulación de reservas internacionales, la reducción del déficit fiscal primario y la eliminación de la asistencia monetaria del Banco Central al Tesoro. Con esto, más otras exigencias cualitativas, el Fondo Monetaria apunta a reducir la inflación, mejorar la capacidad exportadora sin detener la recuperación económica, mejorar los indicadores sociales y recuperar el acceso a los mercados voluntarios de deuda.

Al respecto, el directorio ya se manifestó en favor de adelantar la primera revisión a la luz de los coletazos en la inflación que trajo la guerra en el Mar Negro y enfatizó la necesidad de transparentar el gasto público y reducir los subsidios energéticos para que no se dispare el déficit. Algunos, incluso, hicieron un llamado a las autoridades argentinas para que sumen al programa algunas reformas estructurales tradicionales para mejorar la productividad, la inversión y el empleo en blanco.

 "Los directores dan la bienvenida al acuerdo con las autoridades para adelantar la primera revisión del programa y los instan a recalibrar las políticas, de ser necesario, para asegurar los objetivos fiscales y contener los efectos inflacionarios de segunda ronda de la suba internacional del precio de los commodities", señaló el comunicado.

En efecto, los directores que representan a los países acreedores del FMI "hicieron un llamado por mejoras en la estructura del gasto, incluyendo la reducción de costosos e inespecíficos subsidios energéticos por la expansión del gasto en infraestructura. Subrayaron la necesidad de proteger programas de asistencia social bien enfocados y de un manejo prudente de los salarios y las jubilaciones", especificó el documento.

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Entre los otros puntos subrayados por los directores como políticas centrales para lograr los tres objetivos del programa se destaca un cambio en la política monetaria con tasas de interés positivas, es decir superiores a la inflación, para fortalecer el peso y desalentar la demanda de dólares. Esto, sin atrasar el dólar para que las exportaciones no pierdan competitividad, se prolongue el superávit comercial y el país refuerce las reservas internacionales. Para ellos, esto "permitirá un eventual reacceso a los mercados de capital internacional".  

Los directores también señalaron que para el FMI "la elevada exposición a la Argentina por un período extendido de tiempo crea considerables riesgos reputacionales y financieros". "Como no pueden ser completamente mitigados mediante el diseño del programa y el planeamiento de contingencias, los directores acordaron que serán necesarios juicios finamente balanceados a la hora de evaluar los difíciles contrapuntos que probablemente se presenten durante la vida del programa" que durará 30 meses, pero no terminará de pagarse hasta 2034.

En el mediano plazo, Argentina necesitará fortalecer la sostenibilidad de sus deuda, reforzar la hoja de balance de Banco Central y su marco de gobernanza, así como atacar barreras regulatorias para la productividad, la inversión y el empleo formal. Algunos directores llamaron a las autoridades a incorporar algunas de estas reformas al actual programa para incrementar su credibilidad.

Finalmente,  el comunicado repasó que en la Junta de este viernes: "Los directores coincidieron en que después del período del programa serán necesarios esfuerzos ulteriores para cementar la estabilidad y afrontar desafíos estructurales de larga data. En particular, estuvieron de acuerdo en que, en el mediano plazo, Argentina necesitará fortalecer más la sostenibilidad de sus deuda, reforzar la hoja de balance de Banco Central y su marco de gobernanza así como atacar barreras regulatorias para la productividad, la inversión y el empleo formal. Algunos directores llamaron a las autoridades (argentinas) a incorporar algunas de estas reformas al actual programa para incrementar su credibilidad".