El acuerdo con el FMI

El acuerdo con el FMI se aprueba a la medianoche y Cristina abandonó el recinto

Estuvo 20 minutos y retornó 5 horas después por el mismo tiempo. La puntana Catalfamo anticipó su voto en contra. "No es contra el presidente", aclaró. Los kirchneristas duros no hablarán.

El Senado sancionará en la medianoche de este jueves la ley que avala el acuerdo con el FMI, en una sesión que se inició a las dos de la tarde y casi no tuvo a Cristina Kirchner en la presidencia: se fue a los veinte minutos y volvió a las cinco horas, por un tiempo similar. La sustituyó la santiagueña Claudia Ledesma y sólo por ocho minutos, la radical Carolina Losada.  

No escuchó a los miembros informantes de cada bloque ni tampoco al primer discurso oficialista en contra, que fue el de la puntana María Eugenia Catalfamo, cercana al gobernador Alberto Rodríguez Saá. En la lista de oradores hay senadores del Frente de Todos que no apoyarían la ley (como la neuquina Silvia Sapag, María Inés Pilatti Vergara y la salteña Nora del Valle Giménez), pero ninguna de las figuras más cercanas a Cristina.

Parrilli sale a buscar votos en contra del acuerdo con el FMI 

Al menos hasta esta tarde, no estaban anotados la vicejefa del bloque oficialista, la mendocina Anabel Fernández Sagasti, que se fue después de escuchar al miembro informante de su bloque Ricardo Guerra y volvió a para oír a Pilatti Vergara. Tampoco se anotó para hablar ni Oscar Parrilli, quien deambuló por el recinto con sus carpetas de documentos y fue uno de los cristinistas que más se movió para conseguir votos contra el acuerdo.

Cristina sólo abrió la sesión y cuando empezaron los discursos se fue. La votación será a la medianoche y la ley será sancionada con mayoría de votos opositores. Sólo algunos oficialistas que rechazan la ley quieren hablar.

La ley será sancionada con más votos de Juntos por el Cambio que del Frente de Todos, donde más de 10 de sus 35 miembros no votarán la ley. El resto del recinto la acompañará y la prueba fue que para habilitar la sesión se necesitaban 48 votos, por no haber pasado una semana del dictamen. La oposición los aportó.

El senador Oscar Parrilli en la sesión de este jueves.

El debate comenzó con un cruce de datos entre los miembros informantes: el oficialista Guerra aseguró que los 45 mil millones de dólares envió el FMI financiaron la salida salida de capitales, conocida como "fuga".

Cuando se legitima una deuda como se está haciendo en este caso, lo que sucede es que se traba el desarrollo nacional. Y esto no es contra nuestro gobierno: es defender ciertos intereses y ciertas convicciones que tenemos.

El radical Martín Lousteau dijo que es mentira, que se usó para pagar deuda e importar gas y que este gobierno pidió tres veces la deuda con el Fondo Monetario. "Si no hacemos los números correctamente es muy difícil porque sino repetimos siempre lo mismo que la culpa es del Gobierno anterior", acusó.  

"Lo que dice Lousteau sólo puede ser parcialmente cierto, porque el endeudamiento que tomó el gobierno anterior de punta a punta fue de 100 mil millones de dólares", replicó Maurice Closs.

El debate tiene la mitad o más de las bancas ocupadas, porque muchos de los recién asumidos no se querían perder ningún detalle. Escuchan cada detalle los oficialistas Sandra Mendoza, Pablo Bensusán y Marcelo Lewandowski; o los opositores Flavio Fama, Carmen Álvarez Rivero y Carolina Losada, que tuvo que presidir la sesión 8 minutos. Sólo alcanzó a darle la palabra a Luis Juez. 

La puntana Catalfamo fue la primera oficialista que anunció su rechazo, con citas al gobernador de su provincia Alberto Rodríguez Saá. "Le pido a la justicia que se expida respecto a las denuncias que hay presentadas para saber qué es lo que hicieron estos funcionarios. El propio FMI dijo que no se habían cumplido los objetivos", reclamó.

Y sostuvo que "cuando se legitima una deuda como se está haciendo en este caso, lo que sucede es que se traba el desarrollo nacional. Y esto no es contra nuestro gobierno: es defender ciertos intereses y ciertas convicciones que tenemos. Hay mucha deuda que debemos saldar con la sociedad, con nuestro pueblo argentino, con nuestras juventudes, con nuestras mujeres. Y para eso si necesitamos un acuerdo", se diferenció.

Más confusa fue Sapag, quien por "motivos familiares" pidió abstenerse, después de despotricar el acuerdo, dudar del cumplimiento de las metas trimestrales, que el FMI supervisará con misiones especiales.