Ucrania

La Casa Blanca busca evitar que el conflicto con Rusia dispare la inflación a más de 10%

El presidente se mostró preocupado por el potencial aumento del precio de la gasolina y los efectos en la economía. Es el principal déficit que sufre de cara a las elecciones

 Mientras que el mundo sigue absorbiendo la batería de sanciones que lanzó la administración Biden contra Rusia, el presidente tuvo tiempo para bajar al llano un tema tan global como la invasión a Ucrania a la población estadounidense y su mayor preocupación según todas las encuestas de opinión: el impacto del potencial aumento del combustible y cómo eso erosiona el bolsillo del votante.

"Mientras respondemos, mi administración está utilizando las herramientas, todas las herramientas a nuestra disposición para proteger a las familias y empresas estadounidenses del aumento de los precios en las gasolineras. Ya sabes, estamos tomando medidas activas para reducir los costos. Y las compañías estadounidenses de petróleo y gas no deberían aprovechar este momento para aumentar sus precios y aumentar sus ganancias", dijo Biden en su único mensaje directo al ciudadano de a pie.

Convertir a Rusia en "paria" de los mercados globales provocaría una suba del petróleo del 40% y una estanflación en Estados Unidos

No es casual que dentro del paquete de sanciones, específicamente se permita continúen los pagos de energía. "Estamos monitoreando de cerca los suministros de energía para detectar cualquier interrupción. Hemos estado coordinando con los principales países productores y consumidores de petróleo hacia nuestro interés común de asegurar el suministro mundial de energía", advirtió Biden.

Recordó que Estados Unidos está trabajando con países de todo el mundo para elevar una liberación colectiva de las Reservas Estratégicas de Petróleo de los principales países consumidores de energía. 

Mi administración está utilizando todas las herramientas para proteger a las familias y empresas del aumento de los precios en las gasolineras. Y las compañías estadounidenses de petróleo y gas no deberían aprovechar este momento para aumentar sus precios y aumentar sus ganancias

"Sé que esto es difícil y que los estadounidenses ya están sufriendo. Haré todo lo que esté a mi alcance para limitar el dolor que siente el pueblo estadounidense en el surtidor de gasolina. Esto es crítico para mí", repitió el demócrata.

Jerome Powell, presidente de la Fed

La cuestión es clave ya que gran parte del malestar social y político que hay con el gobierno actual tiene que ver con su manejo de la inflación. El dato de enero marcó un aumento del 7,5% versus un año atrás y podría ser peor si empieza a aumentar el precio de los combustibles a nivel mundial.

Una reciente investigación de la consultora RSM dice que el impacto que tendría un "choque energético" en la economía de EE.UU. reduciría el 1% del producto interno bruto durante el próximo año y aumentaría la inflación en 2,8 puntos porcentuales, lo que daría como resultado una tasa de inflación del 10% año tras año. Sería el mayor registro desde 1981.

"Con una economía sólida y un aumento de los ingresos fiscales, los formuladores de políticas pueden buscar medidas para mitigar un mayor estrés en esos hogares causado por el aumento de los precios de los alimentos, el combustible y los bienes", dice la consultora.

Y agrega que tan costosa como sería otra guerra europea en términos humanos y económicos, su carga económica en los Estados Unidos recaería más sobre las clases media y trabajadora. 

Las altas tasas de inflación persistentes agregarán presión sobre la Reserva Federal, que ya se percibe como atrasada en la adopción de medidas oportunas en respuesta al aumento de los precios, para endurecer las políticas monetarias pronto

Otro dilema que deberá enfrentar Biden es qué mensaje le enviará a Jerome Powell. Antes de la invasión ruso, tenía todo listo para subir las tasas calibrando con el crecimiento económico. Pero ahora está en duda. Atlantic Council, un reconocido think tank de Washington, dice que los picos posteriores a la invasión en los precios de la energía podrían conducir a una nueva revisión a la baja de las estimaciones de crecimiento al tiempo que aumentan las expectativas de inflación.

"Las altas tasas de inflación persistentes agregarán presión sobre la Reserva Federal, que ya se percibe como atrasada en la adopción de medidas oportunas en respuesta al aumento de los precios, para endurecer las políticas monetarias pronto", indican.

El problema hacia adelante para Biden es fenomenal. Revertir lo que muestran las encuestas será difícil. La última de CBS/YouGov mostró que el 58% de los estadounidenses dijo que Biden no se estaba enfocando lo suficiente en la economía y aún más, el 65%, dijo esto sobre la inflación. Solo el 33% dice que Biden y los demócratas se están enfocando en los temas que más les preocupan. Y según CNN, 7 de cada 10 estadounidenses piensan que el gobierno no está haciendo lo suficiente para reducir la inflación y aliviar las interrupciones en la cadena de suministro. En este contexto, solo el 38% apruebe el manejo de la economía por parte del presidente y menos aún, el 30%, su manejo de la inflación.

"Desde el New Deal, los estadounidenses han llegado a creer que los presidentes ejercen un control considerable sobre la economía y esperan que el presidente Biden haga algo con respecto a la inflación. Y todos los presidentes enfrentan disrupciones inesperadas en sus planes. Para Biden, la inflación lo es. La forma en que maneje este desafío a la estabilidad económica y los ingresos familiares determinará las perspectivas de su partido en 2022 y en las próximas elecciones presidenciales", sentenció Bill Glaston, de Brookings.