Ballet

Tras la polémica con Paloma Herrera, los bailarines del Colón piden discutir la jubilación a los 40

Por las condiciones particulares de su profesión, reclaman regresar al régimen que estuvo vigente hasta 1994, cuando se les permitía una retirarse tras 20 años de aportes.

 Tras la polémica por la renuncia de Paloma Herrera al frente del Ballet Estable, los bailarines del Teatro Colón y reclamaron volver a discutir la jubilación especial a los 40 años tras 20 años de aportes.

Herrera dejó su cargo a principios de 2022 y aseguró que el cuerpo del Colón tenía 100 bailarines, pero solo bailaban 50. "Son empleados públicos, entonces tienen la jubilación a los 65. Tengo bailarines hasta los 65 años", cuando "un bailarín en cualquier compañía del mundo está hasta los 40, 45 años, dependiendo de las lesiones", se quejó.

Los bailarines aseguraron que no responden "a ningún gremio" y que tampoco tienen delegados desde hace cinco años. "El porcentaje de afiliados al Sutecba es menor al 10% de la planta", aclararon.

Polémica con Paloma Herrera por la jubilación de los bailarines del Colón 

En una carta publicada en Facebook rechazaron las palabras de Herrera y reclamaron que "las autoridades gubernamentales y directivos del Teatro Colón, y de quienes dependa el caso" pongan en agenda "la ley de jubilación especial para bailarines y su funcionalidad, manteniendo el espíritu de dignidad y el respeto" hacia su prefesion.

Como explico LPO, el principal problema es que en 1994 se reformó el sistema de pensiones y se derogaron todas las jubilaciones especiales, entre ellas las de los bailarines que hasta ese momento podían retirase a los 40 años con 20 años de aportes.

Si bien es cierto que pasados los 40 años es extraño que los bailarines tengan roles estelares, desde el gobierno porteño señalaron que todos ellos cumplen tareas docentes y muchas veces tienen papeles asignados acorde a su edad.

"Destacamos que la mencionada ley rige con normal funcionamiento en compañías oficiales del interior del país", señalaron.

"Desde hace 30 años, esperamos la revalidación de nuestra ley especial, que contempla las especificidades de una labor tan particular como singular. Es la única manera de dar solución a esta problemática de estancamiento del engranaje, del cual dependen las nuevas generaciones de bailarines", dijeron.